En esta administración panista se dieron a conocer las dos megaobras que se realizarán en Querétaro: una reingeniería en Avenida 5 de febrero y en Bernardo Quintana el puente superior vial.
Como es de dominio público, los trabajos que se realizan en la 5 de febrero empezaron en junio 2022, y se tenía prevista para concluir en trece meses, según el secretario de obra pública del estado. Este término se venció el pasado julio 2023, con cuatro meses de retraso y desde los primeros meses de su construcción provocó muchas dificultades para los que transitan por esta importante avenida.
Recordemos que esta vía tiene una gran cantidad de fábricas y tiendas, las cuales por obviedad tienen cientos de trabajadores de distintas partes del estado a quienes se les ha complicado el traslado a sus trabajos, aumentando hasta una hora y media su llegada. En el caso de transporte y vehículos privados, también se ve perjudicada la vialidad: filas enormes de carros detenidos por un tiempo considerable en horas pico.
Tenemos que poner especial atención en los tiempos de cada obra, ya que no sólo se ven perjudicadas las vialidades, sino también el dinero invertido en ellas, por lo que mientras más tiempo se tarden en realizar obras como la de Avenida 5 de febrero, más alto será el costo real.
¿De dónde sacarán este dinero para pagar la diferencia de la obra si, a decir del Gobierno estatal, no alcanza el presupuesto para obras en diferentes colonias y municipios? Ello incluye transporte escolar a decenas de estudiantes de la Tinaja y La Pastilla en el municipio de Cadereyta, construcción de salones en el escuela Reforma Agraria en Corregidora, las tarjetas “Contigo”, calentadores solares, material para vivienda y, por último, servicios en colonias en San Juan del Río, Querétaro y Corregidora. Los impuestos de todos los queretanos terminarán pagando esta tardanza; en vez de ocupar el recurso en otras obras, se les hace fácil destinar dinero ajeno para cubrir su descuido. Que dios los perdone.
Definamos y pongamos en claro las necesidades que tenemos los queretanos: mejorar las vialidades está bien, pero también necesitamos agua, pavimentación, educación, salud y cultura para el pueblo, pueblo que no es escuchado por este Gobierno panista.
No esperemos a que nos atiendan en tiempos electorales; no creamos en promesas de campaña, demos fin a esta política de partidocracia.
Por eso alcemos la voz: la única manera en que podremos hacernos escuchar es organizados. A todos los antorchistas y a los amigos de Antorcha, en especial a todos aquellos que no saben a quién acudir: aquí está Antorcha; movimiento político que le da cabida a todos aquellos que no tienen con quién cobijarse.
Nuestra finalidad es atender las necesidades de los queretanos a los que se les cierran las puertas en cada uno de sus municipios y en el Gobierno del estado. No esperemos a que nos atiendan en tiempos electorales; no creamos en promesas de campaña, demos fin a esta política de partidocracia y analicemos quién nos conviene en las próximas elecciones.
La negativa de este Gobierno para atender a los queretanos la podemos comparar con los gobiernos de la 4T, a niveles municipales, estatales y principalmente en la Presidencia de la República: querer adeptos meramente electoreros y mantenerse con programas asistencialistas es el modus vivendi de Morena y tal parece que le sigue los pasos el estado de Querétaro.
La mala administración de los recursos está presente en el estado con la tardanza de las obras inconclusas y se asemeja a la eliminación de los fideicomisos que ayudaban, por ejemplo en los desastres naturales.
Por el absurdo sistema educativo que impuso Delfina Gómez, actual gobernadora por Edomex, aquí en Querétaro se le niega el transporte a niños que caminan varios kilómetros para llegar a las escuelas y, no menos importante: el casi nulo apoyo a colonias que aún necesitan apoyo para obtener los servicios básicos.
¿Acaso el PAN tendrá suerte en las próximas elecciones? Esperemos la contienda electoral, a los candidatos y propuestas para ver la fuerza de cada partido político.
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