Hace poquito más de una semana, el día 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer, en 1908 sucedió un deceso transcendental que marcó la historia del trabajo y la lucha sindical en el mundo entero, hablo del suceso en que 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, luego de que se declararan en huelga con permanencia en su lugar de trabajo, con esta acción buscaban una reducción de la jornada laboral a 10 horas, un salario igual al que percibían los hombres que hacían las mismas actividades y las malas condiciones de trabajo que padecían.
Un año después de este suceso, en 1910, se desarrolló la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en la capital danesa, Copenhague. El tema central fue el sufragio universal para todas las mujeres, y por moción Clara Zetkin, líder del “levantamiento de las 20.000”, se proclamó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en homenaje a las mujeres caídas en la huelga de 1908.
Hoy día a pesar de que se han dado pasos agigantados para reducir la desigualdad que existe entre hombres y mujeres en el ámbito laboral, en Durango aún persiste una brecha salarial del 20 por ciento en términos generales, lo cual implica que las trabajadoras ganan menos que los hombres; éste es uno de los principales problemas persistentes en estos momentos en la entidad, pero además falta lograr que las mujeres que trabajan lo hagan de manera formal, pues actualmente son muchas las que se encuentran en la informalidad y carecen de las prestaciones de ley.
Las mujeres fueron el grupo de la población que resultó más afectado por la pérdida de empleos a causa de la pandemia, pues fueron más las trabajadoras que fueron despedidas, en comparación con los hombres, situación que se puede observar en la cantidad de personas desempleadas, de 35 mil personas que no tienen empleo, el 60 por ciento son mujeres, es decir 21 mil mujeres que se encuentran en busca de un trabajo.
Este porcentaje correspondiente a Durango fue mayor el porcentaje de mujeres que perdieron su trabajo, como resultado de los efectos económicos de la pandemia, a razón de un 10 por ciento más, en comparación con los hombres. Además, prevalece una brecha salarial del 20 por ciento en la entidad, es decir que las mujeres ganan un salario menor, con respecto al que se paga a los hombres por el mismo trabajo, situación en la cual se trabaja, aunque según las autoridades no será sencillo lograr un mayor equilibrio entre lo que se les paga a hombres y mujeres, debido a que se trata de una situación que no se resuelve por decreto.
La situación que se vivió durante el año pasado, las mujeres son el sector más afectado esto debido a una serie de factores que van desde la falta de espacios donde pudieran dejar a sus hijos para trabajar, hasta las que decidieron sacrificar su espacio laboral para permanecer en el hogar al cuidado de los niños y de adultos mayores, principalmente de los que estuvieron enfermos, esto como consecuencia directa, no de la pandemia, sino de las pésimas políticas implementadas por el Gobierno federal para contrarrestar los embates de la pandemia, tanto en materia de salud como en económicas, y esto se refleja en las cifras de decesos y desempleo que hay en el país.
La lucha de las mujeres puede y debe dar frutos importantes. El propio Día Internacional de la Mujer fue fruto de la iniciativa de una mujer: la destacada luchadora socialista Clara Zetkin, que lo propuso y logró poco antes del inicio de la primera guerra mundial. Su bandera fundamental era el voto para la mujer, convencida de que con ello aumentaban seriamente las posibilidades de que los trabajadores se hicieran con el poder del Estado por la vía democrática. Hoy el voto femenino es una realidad en todo el mundo; gracias a la lucha de las mujeres, la situación social de la mujer es mucho mejor que antes de la iniciativa de Clara Zetkin, pero no ha sido la solución definitiva a sus problemas.
El movimiento de las mujeres dará mayores frutos si se entiende como parte integrante de la lucha de todo el pueblo trabajador, pues hay que entender que la falta de empleo, lo bajos salarios, los pésimos servicios de salud, la educación mala y cara de sus hijos, la falta de vivienda, la carestía del gas, el agua y la electricidad que son demandas de todo el pueblo en general también son problemas de las mujeres.
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