Ya hemos abordado el tema de las redes sociales; sin embargo, pienso que es un tema al que debemos volver, una y otra vez, dada su gran importancia para la lucha de los pobres de México.
Las redes sociales como Facebook, Twitter, WhatsApp, entre otras, son utilizadas día a día por más población, en particular por los jóvenes. Son 3.400 millones de personas en el mundo y en México, que tienen instaladas las aplicaciones en sus aparatos móviles o computadoras; un mundo de gente que pasa horas y horas del día como se dice, navegando, en las redes sociales.
La influencia de estas plataformas es, por tanto, enorme, y han desplazado a los medios de comunicación tradicionales como la televisión, la radio, el periódico, sin que éstos dejen todavía de tener su peso importante como medios de penetración ideológica.
Preguntémonos: ¿Cómo influyen las redes sociales, positiva o negativamente, en nuestra manera de pensar y de ver el mundo? ¿Pueden los pobres utilizar las redes sociales para su lucha por una vida mejor? Si pueden servir, siempre y cuando hagamos un uso adecuado y no caigamos en la manipulación de los contenidos superficiales, acríticos y que no nos ayudan a explicar la realidad, contenidos que promueven la clase del dinero en esas plataformas.
Por poner un ejemplo, en enero de este año, en el municipio de Charcas, San Luis Potosí, la presidenta municipal, de cuyo nombre no quiero acordarme, -pues sólo me interesa el hecho- intentó despojar de sus instalaciones a alumnos y maestros de un CECyTE. Su argumento era que el terreno no había cumplido con un requisito en el proceso de donación que se había dado durante la administración anterior. No le importó a la munícipe, en absoluto, el papel importante que jugaba y juega hasta hoy, este centro educativo en la formación educativa a nivel bachillerato para los jóvenes de dicho municipio.
Lo que le interesaba a la autoridad, el fondo del asunto era deshacerse de la institución porque quien lo había formado no era gente de su grupo político y no compartía sus ideas y más que nada sus intereses. La intentona no prosperó, a mi juicio, por tres razones: la primera, la institución estaba en toda regla y tiene prestigio en la cabecera municipal y las comunidades de donde son los alumnos; la segunda, porque hubo una unidad y decisión de alumnos, maestros y padres de familia para defender su escuela a costa de lo que fuera: hicieron guardias día y noche. Y la tercera razón, amigo lector, ¿Sabe cuál fue? Pues fueron el uso de las redes sociales.
Sí, aunque usted no lo crea. El mismo día que ocurrió el intento de despojo, todos, alumnos, maestros, padres de familia y gente que simpatizó con la lucha justa de la escuela, hicieron uso activo de las redes sociales para denunciar el atropello a nivel estatal y nacional, convirtiéndose en tendencia. Eso fue fundamental para que no se consumara el atropello de la autoridad. La munícipe quedó exhibida y tuvo que dar marcha atrás. Ese es uno de los usos de las redes sociales: la defensa de los intereses de los pobres ante el abuso del poder de los funcionarios. Esta injusticia contra un grupo de alumnos y maestros de una escuela es sólo una de las miles y miles de injusticias que sufren a diario los pobres de México, y en la que las redes sociales pueden ser de gran ayuda para enfrentarlas, siempre y cuando se usen al unísono por el pueblo organizado.
Pero hay otro uso de las redes, tan o más importante que lo anterior: difundir las ideas, opiniones y análisis que explique correctamente la realidad que vive México y el mundo. Que expliquen por qué en México están en la pobreza millones de trabajadores que son los que producen la riqueza; por qué no hay empleo bien remunerado para la población económicamente activa; por qué los artículos de primera necesidad suben todos los días por acción de la inflación y el gobierno no hace nada; por qué la 4T es un gobierno que no representa a los pobres; por qué en México un grupo reducido de ricos amasa riquezas inmensas mientras millones de personas se debaten en la pobreza; por qué la guerra en Ucrania es una guerra promovida por Estados Unidos (EE. UU.) con el fin de seguir dominando al mundo, … en fin que explique los fenómenos sociales de manera objetiva y acertada. Pero no sólo eso: que nos ayuden a los pobres a saber los pasos que se deben dar, e iluminar el camino que se deben seguir para cambiar tal estado de cosas y lograr un mundo mejor, más justo y equitativo.
En este último aspecto, debemos insistir en la importancia que tiene que se difundan, compartan, con cientos de miles de personas que están en las redes sociales, los artículos de Aquiles Córdova Morán, dirigente del Movimiento Antorchista Nacional, pues en ellos encontraremos la explicación racional, objetiva y clara a muchos problemas que enfrenta la sociedad en que vivimos, y que afectan a los pobres. Además de indicar el camino que deben seguir los pobres de México para superarlos. Nos destaca, también, en cada artículo, qué papel le toca jugar al pueblo pobre, y qué deben hacer para lograrlo.
Las redes sociales se deben convertir en un arma de lucha ideológica y organizativa para que los pobres se cohesionen y den una lucha sin tregua por sus intereses y conquisten el poder político.
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