MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La violencia crece en el país y el feminicidio también

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En declaraciones recientes de la titular de Seguridad Pública, Rosa Isela Rodríguez, admitió que el pasado mes de agosto quedó registrado como el peor mes de la administración de Andrés Manuel López Obrador en materia de femenicidios, pues sucedieron 107 que sumados a los que iban hasta julio alcanzaron una cifra de 671 víctimas en lo que va del año.

A su vez, en Morelos la fiscal especializada en delitos de feminicidio, Fabiola García Betanzos, señaló que el estado ocupa el primer lugar por asesinatos de mujeres y hasta ahora suman 21 víctimas en el año (muy cerca ya de los 35 registrados el año pasado), lo que representa una tasa de 2 feminicidios por cada 100 mil mujeres, la más alta en el país.

Si a estos datos agregamos los homicidios dolosos de mujeres en todo el país resulta que el promedio diario de víctimas de la violencia es del orden de 10 personas, con una estimación de casi 300 homicidios al mes y más de 3 mil al año de mujeres fallecidas (secretariado ejecutivo del SNSP). 

Sin embargo, el problema es más grave si consideramos los casi cien mil muertos por la violencia, a partir de que tomó posesión el actual presidente, a razón de más de 35 mil muertos por año, lo que representa una cifra escandalosa de casi 100 muertos diarios, cantidad que no se había alcanzado en gobiernos anteriores, tan criticados por el mandatario.

Así las cosas, resulta evidente que la política de seguridad promovida por el presidente de “abrazos no balazos” ha sido un rotundo fracaso por donde quiera que se le vea. De nada sirvió la creación de la Guardia Nacional y la intervención del ejército en  labores de seguridad pública. Se han contabilizado ya varias masacres en lo que va de su administración y, particularmente, en los meses previos y durante la pasada contienda electoral de junio se han mencionado por los medios y los partidos de oposición la participación del crimen organizado a favor de Morena, eliminando contrincantes y sacando de la contienda a otros por amenazas directas, así como el secuestro de cientos de personas habilitadas por los partidos para ayudar en el día de la elección, como ocurrió en Sinaloa, donde curiosamente ganó el candidato de Morena.

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