Es importante que todos los antorchistas campechanos y del país veamos y entendamos algunas de las lecciones que nos deja la lucha de nuestros compañeros antorchistas de Hidalgo y la respuesta de los gobiernos estatales, tanto el anterior como el actual, pues nos orientan, a los demás, en nuestra lucha local y nacional; recordemos que las ciencias sociales no tiene laboratorios para experimentar, sino que es deber de quienes queremos transformar a nuestra sociedad mexicana en una mejor, aprender de los acontecimientos que suceden en la realidad cotidiana, en la nuestra y en la de los demás.
El licenciado Menchaca montó retenes en las entradas a la capital de Pachuca para detener a los antorchistas que se dirigían a la mencionada manifestación e impedir que llegaran a realizarla.
El día viernes seis de septiembre, previo anuncio público, los antorchistas de Hidalgo se dispusieron manifestarse pública y pacíficamente en las inmediaciones del segundo informe de Gobierno del licenciado Julio Menchaca Salazar, de extracción morenista; a esta manifestación le anteceden dos años de indiferencia ante las demandas más urgentes de los más pobres del estado organizados en el Movimiento Antorchista, la cerrazón absoluta a las solicitudes presentadas todas ellas referentes a servicios y obras públicas cuya atención es facultad exclusiva y obligación constitucional del gobierno que encabeza el licenciado Menchaca.
Todos sabemos también que, en lugar de reflexionar y corregir, es decir de acercarse a los peticionarios y atender sus solicitudes con ánimo de resolverlas para conjurar las inconformidades y las manifestaciones que provocan, el licenciado Menchaca montó retenes en las entradas a la capital de Pachuca para detener a los antorchistas que se dirigían a la mencionada manifestación e impedir que llegaran a realizarla, y para aquellos que no pudo retener antes de llegar, y que sí marcharon rumbo a la sede del informe, tampoco les envió un representante para dialogar y llegar a acuerdos que cumplieran la obligación del gobierno y satisficiera, de algún modo, la inconformidad y la necesidad de los hidalguenses, sino que les mandó a un grupo de porros y maleantes de torvo aspecto, bien conocidos por ser eso, un grupo de choque en contra de las manifestaciones, que no disimularon sus malévolas intenciones, armados y amenazantes, respaldados por la policía estatal, para impedir que los manifestantes llegaran y molestaran a la “gente de bien”, a los ricos de Hidalgo, que eran quienes llenaban las primeras filas de la zona VIP del informe del licenciado Menchaca.
Los antorchistas no tenían otra opción que insistir en solicitar atención a sus demandas, es decir, los hidalguenses más pobres no tienen más remedio que solicitar al licenciado Menchaca que atienda sus peticiones y las resuelva, pues nadie más las puede atender; no se las van a ir a pedir al Chapulín Colorado.
Pero también él debería atenderlas y resolverlas, pues el cargo lo asume; ya lleva dos años, y la ley le manda hacerlo, a él y solo a él. Los antorchistas, como siempre, han cumplido con su parte: presentar conforme a la ley y de manera respetuosa, cumpliendo además los requisitos que los funcionarios de Hidalgo les han requerido, pero el licenciado Menchaca no ha cumplido, no ha querido hacer lo que le corresponde.
Esto no es nuevo, sino que ha sido desde hace años el pan de todos los días para los mexicanos más pobres, los que no tienen dinero, posición social, palancas en el gobierno, ni estómago para lambisconear a los poderosos soberbios y engreídos. Baste recordar al anterior gobernador que fue “ejemplo” de soberbia, abandono, represión y fatuidad, hoy flamante embajador de México en Noruega, como pago de los favores que le hizo al presidente Andrés Manuel López Obrador y a su partido, para regalarle el triunfo al licenciado Menchaca.
Hidalgo es uno de los estados con mayor pobreza y marginación, con mayores desigualdades, en donde los pobres, pues, son muchos, muy pobres, y muy marginados y olvidados de la atención de quienes han dirigido al estado.
Es decir, no hay diferencia respecto a lo que siempre ha sucedido. Pues esa sería la primera lección, ya que el licenciado Menchaca, al igual que todos los políticos de su partido Morena siempre han prometido y presumido ser el cambio, ser diferentes, ser la “transformación” y el licenciado Menchaca lo repite en sus eslóganes difundidos en razón de su segundo informe, y lema en todos los lugares visibles: “Primero el pueblo” y “La transformación está aquí”, las cuales son frases huecas, hipócritas, mañosas, pues pretenden engañar a la gente y dar una imagen que difiere y hasta es contraria a la realidad,
Pero no, la soberbia y el abandono no solo siguen igual, sino que han empeorado, en detrimento de lo que presumen sus dichos y propaganda, como prueba, una más, de lo que Antorcha siempre le ha dicho y les dice a los mexicanos: NO debemos creer la palabrería ni los dichos, sino las acciones. Somos lo que hacemos, lo que ofrecemos como resultados, NO lo que decimos ni lo que dicen los demás.
¿Qué es lo que no dicen las acciones y los resultados del licenciado Menchaca y del Gobierno morenista en Hidalgo?: No atiende las demandas de los más pobres y si intentan protestar los reprime, mandándoles pandilleros para quitarles las ganas de luchar; el morenista Menchaca salió peor de indiferente, insolente, inepto para gobernar, soberbio, represor y golpeador. No olvidemos que a la dirigente del Movimiento Antorchista en Hidalgo, la maestra Guadalupe Orona Urías, ya la han amenazado de varias maneras, cobardes todas, por ejemplo balaceando su domicilio. Los de Morena resultaron más violentos y represores; más pareciera que el cambio o transformación son, pero hacia atrás.
Esto no va a cambiar por la buena voluntad o disposición del gobernador, ya vimos que, si de él dependiera, mandaba a golpear y encarcelar a todos los que se atreven a desafiar su poder, solo puede cambiar con la lucha del pueblo trabajador, no solo de Hidalgo, sino de todo el país. Esto hace evidente lo correcto y lo urgente que es la unidad antorchista, pues, de cualquier manera, Antorcha SÍ es el pueblo organizado a nivel nacional, sí somos un solo hombre y el licenciado Menchaca y todos sus cortesanos deben saber, y se los repetimos, que los antorchistas hidalguenses no están solos, que somos millones en todo el país y que estaremos atentos a que él le baje dos rayitas a su soberbia y atienda a nuestros compañeros, haga su trabajo y solucione las demandas de los ciudadanos que le pagan su salario. Y que, si no lo hace, los antorchistas de Hidalgo con el apoyo de los de todo el país estamos dispuestos a obligar a que cumpla su deber y resuelva las demandas del pueblo.
Algún día, mejor aún, tendremos la fuerza para ganarles el poder y poner a gobernar al pueblo mismo para que haga con el poder lo que los ricos y sus lacayos no quieren hacer.
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