Aunque el gobernador Mauricio Vila Dosal encabeza las encuestas que lo ubican como el mejor gobernador del país, los yucatecos viven otra realidad, aquella en la que no son atendidos por las autoridades estales y que perjudica más a los que apenas alcanzan un poco para sobrevivir, los pobres, a los que no se les toma en cuenta forman parte de las estadísticas de los que menos o nada tienen.
Mucho recurso público, sin duda, se debe gastar Vila Dosal en posicionar su imagen para figurar entre los “mejores” gobernadores de México, dinero que bien podría canalizar para atender las demandas sociales más sentidas de las comunidades rurales y las colonias donde viven miles de yucatecos sin servicios públicos y otras carencias que hoy exigen ser atendidas.
Vila Dosal inició su administración el primero de octubre de 2018; desde entonces, el Movimiento Antorchista ha intentado dialogar con él, mostrarle la realidad en la que vive un gran porcentaje de habitantes en la entidad, no las de las ciudades, no los de la capital, no las de los buenos vecindarios y fraccionamientos, sino la de aquellos que están en las colonias populares, en los barrios, comunidades, en los pueblos, y que enfrentan una terrible vida que se agravó con la pandemia de covid-19 y por el olvido gubernamental.
Desde 2018 la dirigencia antorchista entregó al Gobierno de Yucatán un pliego de peticiones con justas demandas sociales y necesidades de la gente que simpatiza con el Movimiento Antorchista, pero que hasta hoy no ha sido atendido. No ha existido la voluntad o, de plano, no ha querido solucionar las situaciones que aquejan a esas personas, a pesar de que tiene el poder y los recursos para hacerlo.
El 25 de diciembre de 2021, el gobernador envió al Congreso del estado su proyecto de paquete fiscal para 2022, para su análisis, discusión y aprobación por los diputados integrantes de la Sexagésima Tercera Legislatura donde la mayoría es de su mismo partid y, desafortunadamente, no fueron contempladas las necesidades del pueblo yucateco.
El presupuesto aprobado dejó fuera las necesidades del pueblo organizado en Yucatán, en consecuencia, no hay recurso para atender a las demandas que van desde la dotación de insumos agropecuarios, entre fertilizante, semilla para siembra, herbicidas, implementos, azúcar, por mencionar algunos, así como terrenos para vivienda, regularización de colonias en los municipios de Mérida, Kanasín y Valladolid, mejoramiento de vivienda con recámaras, baños, cocinas, pisos, techos, agua potable, electrificación y la oficialización de la preparatoria de Nueva Creación Felipe Carrillo Puerto, también en Kanasín.
Por otro lado, la pobreza laboral acecha a los yucatecos, el estado ocupa un deshonroso onceavo lugar entre las 32 entidades del país con mayor porcentaje de su población en esta condición; es decir, que su salario no les permite adquirir la canasta básica alimentaria, esto a pesar de haber alcanzado y superado los ocho mil empleos perdidos en el momento más difícil de la pandemia, que fue 25 mil 708.
La pobreza va en aumento en Yucatán; de 2018 a 2020 incrementó un 16 por ciento. En números, casi un millón 156 mil personas pobres viven en la entidad, de los cuales, 893 mil lo hacen en pobreza moderada y 263 mil en pobreza extrema, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Este mismo organismo señaló que en 2020, Yucatán fue una de las entidades donde más aumentó la pobreza.
El Coneval estimó que el incremento de la pobreza en la península se expandió hacia 32 municipios de los 106 que integran el Estado; Tahdziú es el municipio más pobre, allí más del 90 por ciento de su población vive con carencias sociales, y el poco dinero con el que cuentan no les alcanza para comer.
Por estas cifras, el Movimiento Antorchista ha manifestado su preocupación y ha denunciado que no hay acciones por parte del Gobierno de Yucatán para abatir esa pobreza, para frenarla, y todo indica, por la forma en que sigue gobierna Vila Dosal, que las cosas van a empeorar.
Hasta el momento el antorchismo no ha logrado entrevistarse con el gobernador por más que ha buscado los puentes de diálogo y de entendimiento. No hay respuesta; sin duda el pueblo organizado ha sido muy paciente y respetuoso, pero también es sabido que la paciencia tiene un límite y, por tanto, continuarán tocando las puertas de Palacio de Gobierno por tercer año consecutivo para solicitar una audiencia para exponer el sentir y preocupación de la ciudadanía y hacerle ver la urgencia de que sean atendidas las necesidades de miles de antorchistas humildes.
Compañeros antorchistas de Yucatán, los quintanarroenses sabemos de la lucha que han emprendido en favor de la clase humilde y trabajadora; sepan que estamos atentos y dispuestos a sumarnos a su lucha, cuando las circunstancias así lo requieran. Adelante camaradas, hay que seguir luchando por los anhelos más sublimes y sensibles que es la emancipación del pueblo trabajador.
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