Después de muchos años y de resistir innumerables abusos de los fraccionadores ilegales que han hecho de la venta de terrenos para la vivienda un jugoso negocio al amparo de las autoridades municipales y estatales, los colonos antorchistas de las colonias Nueva Revolución y Candelaria de Chilpancingo, reiteran su exigencia ante el presidente municipal y ante el gobernador del estado que antes de la conclusión de su mandato de gobierno, los lotes que habitan en estas colonias sean regularizados y termine la prolongada incertidumbre a que han sido sometidos por casi veinte años. Resulta en verdad sorprendente como las autoridades eluden los compromisos que han hecho durante todos estos años para resolver la regularización de ambas colonias. Desde el inicio del período gubernamental que está a prácticamente dos meses de concluir, el gobernador del estado se comprometió a intervenir a favor de los colonos y durante mucho tiempo la Dirección Jurídica de su gobierno trató de encontrar la forma de resolver la demanda de los solicitantes, sin embargo, a cada avance aparecían nuevos obstáculos que detenían el proceso de regularización. Un plantón sostenido por los colonos durante los meses de abril, mayo y junio del presente año frente al Palacio del Gobierno, obligaron a los funcionarios a establecer nuevos compromisos que superaran las trabas que detenían las regularizaciones. Primero, se daría cumplimiento al convenio firmado por el Ayuntamiento, la Secretaria General de Gobierno y los Colonos de la Candelaria, en el que se acordó pagar al propietario la cantidad de ochenta mil pesos por cada lote, dividiéndose la cantidad entre los firmantes. Para este fin, el ayuntamiento abrió una cuenta bancaria en la que los colonos y autoridades depositarían las cantidades correspondientes, para posteriormente, el ayuntamiento municipal liquidar al propietario la cantidad establecida, ya que cuenta con un convenio de donación con el propietario para escriturar los lotes a nombre de los demandantes. Y segundo, en el caso de la colonia Nueva Revolución, el Ayuntamiento debía autorizar la Ampliación del Plan Rector de Desarrollo Municipal en el que se contemplen los terrenos de colonia Nueva Revolución dentro del polígono urbano de la ciudad de Chilpancingo, para que la Secretaría de Obras Públicas y Desarrollo Urbano del Gobierno del Estado, autorice el plano de la colonia y la Secretaría General de Gobierno a través de su Dirección Jurídica emita un decreto expropiatorio y se proceda a su regularización.
Cuando parecía que el problema de la colonia Candelaria estaba arreglado, pues el gobierno del estado y los colonos depositaron la parte comprometida en el convenio y el ayuntamiento una parte, una nueva dificultad se les presenta a los colonos, la apoderada legal a través del ayuntamiento municipal solicita ahora cien mil pesos por lote y no los ochenta mil acordados y firmados en el convenio. El presidente municipal y la secretaria general, han defendido con extraña complicidad la exigencia de la apoderada legal, poniendo en peligro la solución del problema. Durante este último mes, la gravedad de la pandemia contuvo las protestas de esta burla de la autoridad municipal, pero el peligro de un fraude hacia los colonos y a su lucha, pretendido ahora por el ayuntamiento, tendrá que ser denunciado y combatido con la movilización de los colonos organizados. Este desacierto de la autoridad municipal, sentaría un precedente despreciable con el que tendría que cargar un gobierno emanado del perredismo agonizante en el estado.
En el caso de la colonia Nueva Revolución, el pasado 4 de agosto el Cabildo municipal con el alcalde a la cabeza, aprobó el Plan de Desarrollo Municipal, por lo que la Secretaría General de Gobierno, ya no tiene impedimento para dar trámite a la regularización de los terrenos habitados por las familias humildes. Es urgente que el Gobierno del Estado, de fin a este trámite dificultoso a que han sido sometidos durante muchos años.
Ambos pendientes están en manos de dos autoridades que pronto entregaran los poderes a sus adversarios políticos, por lo que debe preocuparles no dejar estos problemas más complicados de lo que ya estaban cuando cayeron en sus manos. Si la presidencia municipal de Chilpancingo toma en cuenta los recursos que los colonos de la Candelaria le han pagado por impuesto predial y suma las cantidades de recursos que la apoderada legal ha recibido de los colonos a través de depósitos bancarios y de pagos personales, la petición abusiva de la apoderada legal quedaría saldada, pero para que eso suceda deben dejar de respaldarla incondicionalmente. Las circunstancias actuales no son nada favorables para los pobres de Guerrero, la ausencia de justicia y la pobreza se incrementan, y la pandemia diariamente arrebata numerosas vidas a las familias que habitan en las colonias populares y poblados rurales. Esta gravedad exige que las autoridades resuelvan estas dos demandas que los colonos antorchistas han perseguido durante todo el sexenio del gobierno actual en el estado. En los próximos días y con los cuidados necesarios para no agravar más los daños de la pandemia, numerosas comisiones de los colonos afectados apoyados por sus compañeros, saldrán a las calles de la capital exigiendo al gobernador y al presidente municipal que los acuerdos se cumplan.
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