Las recientes campañas políticas en Nuevo León y en buena parte del país, a su paso dejaron entre el electorado ilusiones sobre una sociedad mejor, con mejores oportunidades para todos, todo con el objetivo de obtener simpatía que finalmente se reflejara en el voto popular que se llevó a cabo el pasado 6 de junio. Durante la campaña fue muy común que en algunos casos se comprometieran a pavimentar una calle o suministrar de agua potable a alguna colonia, promesas que se hicieron desde hace tres años por otros candidatos, que algunos de ellos ya van a entregar el cargo.
La euforia de las elecciones, las promesas de campaña de los diferentes personajes y partidos políticos hicieron que muchos ciudadanos lo personalizaran tanto, para llegar a tal grado de disgustarse con sus familiares o amigos a causa de las diferencias partidistas o ideologías.
Un día después de las votaciones la mayoría de los puestos de elección popular ya se tenían los resultados preliminares, se sabía quiénes eran los ganadores de la elección. Los ganadores por su parte festejando a su modo y en redes sociales colocando mensajes como “ya ganamos” “ganó el pueblo” y los que perdieron se fueron a su casa a meditar su derrota. Finalmente, los votantes regresaron a su realidad inmediata, salir a trabajar como todos los días para poder llevar el sustento a la familia.
Al final del día las necesidades de la gente están ahí, latentes como el primer día en que iniciaron las campañas y quienes ´prometieron resolver todo para una mejor vida, todo se quedó en un discurso hueco, los que ganaron ahora que estén en el puesto ya nos los encontraremos tan fácil como en campaña para poder plantearle nuestros problemas y los que perdieron regresaran en tres años para volver a repetir la película. Los problemas, las necesidades continúan y es necesario afrontarlas para darles solución. No hay otra manera más eficaz para resolver los problemas de la sociedad más que la misma sociedad organizada y consciente de su lucha por mejorar las condiciones para todos, así lo viene haciendo Antorcha a lo largo y ancho del país por más de 47 años de trabajo ininterrumpido en el país. Todos los días a tardes y mañanas los 365 días del año luchando al lado del pueblo por mejores condiciones para todos. Es por tanto que el Movimiento Antorchista Nacional se ha echado a cuestas la tarea de organizar al pueblo humilde para llevarlo al poder político de la nación y desde ahí cambiar la suerte de los mexicanos, solamente cuando gobierne el pueblo, consciente, politizado y organizado es hasta entonces cuando se garantizará que se van a hacer las cosas en beneficio del mismo pueblo.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario