Una de las más importantes noticias de este fin de semana: México ya es el tercer país con más muertes por covid-19 en el mundo.
Cifras oficiales de coronavirus en México al viernes 29 de enero: Contagios registrados: 1,841,893. Contagios registrados en las últimas 24 horas: 16,374. Muertes oficiales: 156,579. Muertes registradas en las últimas 24 horas: 1,434. Y, hasta el día 29 de enero, suman 662,217 vacunas contra el Covid-19 aplicadas en México.
Es la hora que no hay una estrategia oficial que considere aplicar apoyos significativos que ayuden a paliar la difícil situación que enfrenta el sector más vulnerable de nuestra sociedad: los habitantes de las colonias populares y en gran medida marginadas y, comunidades rurales, sobre todo de aquellas que dependen en gran medida de la migración laboral.
El Gobierno federal, a través de la subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud de México, solo se ha limitado a registrar los datos que la pandemia genera para informar, para tener algo que decir al pueblo de México, en ningún lado, desde que inició esta deplorable situación hace ya casi un año, se ha sabido de que la intervención de las autoridades federales realmente sean la diferencia para contar con mejores condiciones para afrontar esta contingencia sanitaria. En cambio, las deficiencias se evidenciaron desde el mismo inicio de esta situación. Está por demás relatar nuevamente la situación que tuvo que enfrentar el pueblo pobre sin apoyo de ningún tipo, pero insistiremos señalando que ante una contingencia de tal magnitud es completamente inconcebible que quienes debería procurar seguridad y el equipo necesario para que el personal médico realizara una labor efectiva y sin riesgos ante esta situación en primera línea, no lo hicieran.
Todo este tiempo que llevamos, nos hemos enterado de protestas del personal médico que pedían se les dotara del equipo suficiente para realizar su trabajo sin riegos innecesarios, pero ahí tampoco hubo apoyo significativo. Son varios los centros de atención médica que lamentan el deceso de alguno de sus miembros, en varios casos, médicos y enfermeras, jóvenes expuestos a una muerte segura por pura negligencia oficial.
¿Hay alguien responsable del curso que tomó la pandemia en México? Seguramente sí lo hay, pero la magnitud de su responsabilidad aún no la conocemos porque esta pandemia todavía no termina, ni siquiera sabemos en qué punto estamos. Los resultados que llevamos hoy en día en la atención a esta contingencia ahí están, son datos muy concretos: Número de muertos, de contagiados, de pacientes recuperados y población vacunada. Este último dato, considerado en relación con la población a vacunar lo más rápido que sea posible en México es prácticamente insignificante; es un dato peripatético.
¿A quién tenemos que "agradecerle” que hoy seamos el tercer país del mundo con más fallecidos de covid-19? De manera general no tenemos ninguna duda de quién es el responsable. En México, como en todos los países que enfrentan estas lamentables condiciones en la salud pública; son las autoridades. Pero, no sería correcto dejar un señalamiento así, abstracto, sin señalar puntualmente a quién o quiénes son los responsables directos de que en México se presenten estos resultados.
Cada día que pasa se vuelve distintivo de la actual administración federal que periódicamente nos enteremos de situaciones muy lamentables donde quienes sufren las consecuencias siempre son las clases más necesitadas de nuestro país. Destacan, por la controversia que se generó, el conflicto por el agua en la Presa "La Boquilla” ubicada en el municipio de San Francisco de Conchos, Chihuahua, hubo represión, donde además de los organismos militares, participo también la mismísima Unidad de Inteligencia Financiera encabezada por el can cerbero oficial Santiago Nieto Castillo, cancelando cuentas bancarias, sin razón alguna, a los pequeños productores de esa región. Clara venganza política contra los inconformes.
La situación que enfrentan los tabasqueños, donde nos enteramos que después de casi 3 meses sufriendo las inundaciones, que en gran medida la provocó una empresa paraestatal (CFE), las autoridades no se dignaron en proporcionar oportunamente algún apoyo para la población damnificada. Hace poco, fuentes cercanas y seguras nos informaron que ya apareció el gobierno federal con algún apoyo, pero se entrega de manera selectiva, es decir, manipulan y condiciona de acuerdo con sus intereses, los apoyos otorgados.
Aunado a lo anterior, la cereza del pastel. No es casual que en el manejo de la pandemia se haga con ocurrencias y suposiciones, a pesar de que al frente de las dependencias encargadas estén funcionarios con los suficientes conocimientos técnicos y científicos para tomar las mejores decisiones en beneficio del pueblo de México.
Por los resultados que ahora tenemos que lamentar, por la pérdida de algún familiar o conocido, podemos afirmar que no es suficiente tener a un figurín graduado en un alto nivel en una de las mejores escuelas de medicina en el mundo: el doctor Hugo López-Gatell, doctorado en Epidemiología por la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins. Se suponía que acumulaba ya la experiencia suficiente, que estaba formado adecuadamente para enfrentar el reto. Por ahí también escuchamos opiniones que dicen que Morena lleva apenas dos años, que tengamos paciencia, que para cuando termine su gestión federal, estaremos mejor. Pero, creo que ya deben mucho a México.
Tal vez exagero, porque no conozco detalladamente de los estudios ni de los resultados que personal con el suficiente conocimiento ha hecho de la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2 en México. Por lo tanto, aclaro que, lo que hasta aquí llevo escrito, son una inquietud que me obliga a dar mi opinión para quien quiera leerla. Mi inquietud surge después de leer algunas páginas del libro de la dra. Laurie Ann Ximénez Fyvie, quien se doctoró en la Universidad de Harvard y es profesora e investigadora de Microbiología, jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la Facultad de Odontología de la UNAM. Es una de las referentes expertas que han trabajado para exponer la verdad de lo que realmente pasa con la atención de la pandemia en México. Su libro se llama: Un daño irreparable. La Criminal Gestión de la pandemia en México.
Ahora aparece una opinión autorizada, con datos científicos y, esto ayudará a señalar puntualmente quienes son los responsables de lo que pasa en nuestro país. El Gobierno de Morena, por conducto de su secretario de Salud, debe asumir la responsabilidad ante los errores evidentes que se han presentado al manejar la pandemia, como afirma doctora Ximénez: "…cualquiera que sabe dos cosas de lo que sea, entiende que, en la toma de decisiones, ante la duda, se debe asumir el peor escenario y actuar en consecuencia para disminuir los riesgos.” No es concebible que se tomen decisiones basándose en suposiciones que carecían de sustento científico alguno. Interesante. Estaremos pendientes…
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