El sombrío panorama que han vivido los mexicanos desde hace tiempo derivado de muchas razones, entre las que destacan: la inflación, falta de empleo y la suma de carencias que con el tiempo han crecido agudamente entre la población más desprotegida de este territorio nacional. Sumado a esto, la tercera ola de covid-19 con una variante más agresiva y más contagiosa que genera incertidumbre entre la gente, pues no se ve la intensión del gobierno a completar el esquema de vacunación a toda la población y tampoco en traer más vacunas para proteger a la población mexicana.
En estos últimos días ha sonado fuertemente el regreso a clase presenciales propuesto por el Gobierno Federal. Imponiendo su capricho dictando que ¡que llueva, truene o relampaguee, habrá arranque de clases presenciales y nuevo ciclo escolar!, o como lo dijo el subsecretario de salud, doctor Hugo López-Gatell que el regreso a clases se va a llevar a cabo, aunque los estados estén en semáforo rojo.
Éstos son los encargados de dirigir al país y de cuidar el bienestar de la población mexicana. Hoy vemos un gobierno sin sentido, que pasó de ser un gobierno de “esperanza”, a uno que solo se rige por caprichos personales, donde el odio hacia sus detractores es la bandera de esta administración; un gobierno que busca desaparecer a una clase porque piensa distinto a sus intereses, y que fomenta la creación de una nueva que le aplauda todas las acciones que aplica.
Un Gobierno que juega con las vidas de los niños, profesores y padres de familias. Que su único objetivo es buscar la manera de eternizarse en el poder a como dé lugar; son muchas las cosas que aquí se pudieran enumerar para tratar de hacer conciencia del estado actual y del futuro incierto de millones de mexicanos. Pero clama un dicho popular, “no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que los resista”.
El pasado 1º de agosto se llevó acabo la famosa consulta popular para enjuiciar a los expresidentes, una distracción más (fiel al puro estilo de la 4T) para distraer a la población del sentido de preocupación del grave acontecer cotidiano.
¿La Razón? Preguntar a la ciudadanía sobre si tendría que aplicar la ley en caso de que algunos de estos ya famosos personajes hubieran cometido un delito. En esta consulta se contó con la participación del INE, órgano electoral que le da validez a la democracia en el país. Pues resulta que al termino de la jornada, la participación popular fue del 7% en todo el territorio nacional, muy por debajo de las expectativas, demostrando que ni la militancia morenista, la cual se jacta de ser apasionada a su partido y su mesías, no acudió al llamado.
El culpable de todo esto; no es el INE como lo dijo el presidente al día siguiente en su show matutino, el culpable es AMLO y su denominada 4T, que han llevado a México al declive encontrándonos peor que antes. La verdadera culpa es de AMLO que no construye por el contrario desde su llegada al poder se ha dedicado a destruir a nuestro amado país.
La intención de la mención de este singular caso, es que hubo un ganador y un culpable. Haciendo un análisis más o menos pensado. El ganador: es el pueblo mexicano, que está cansado de tantas ocurrencias y caprichos, y esta vez demostró que puede darles la vuelta a los deseos del presidente. Bien por eso. Si los mexicanos no tomamos en serio la manera de elegir a nuestros gobernantes, solo cambiaremos de diablo, pero será el mismo infierno. Es un llamado a la reflexión, a la unidad, a la toma de la verdadera conciencia.
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