MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Más pobreza para los potosinos con la cuesta de enero

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Cada inicio de año se da la llamada cuesta de enero que no es otra cosa que un periodo de dificultades severas, de carácter económico, por las que atraviesa la población de bajos recursos económicos. En sí, podíamos decir que todo el año es una cuesta para la gente humilde, pero particularmente en enero la pendiente de dicha cuesta se eleva: no sólo tenemos que pagar derechos e impuestos anuales como el predial, tenencia vehicular, aumento de transporte, aumentos en rentas (en el caso de los que no tienen vivienda propia), sino que, además, el salario, que se ha depreciado por acción de la inflación que dio en el año precedente, no alcanza para nada; además, si le sumamos los gastos de navidad y año nuevo, muchos inducidos por la propaganda de consumismo que promueven empresarios y mismo gobierno, dejaron los bolsillos de las familias vacíos. Dura, muy dura, es la cuesta para el pobre.

En la propaganda mediática se nos da una serie de recomendaciones para afrontar la cuesta de enero, tales como no gastar el aguinaldo en cosas innecesarias, hacer un presupuesto para conocer tu capacidad de pago, eliminar los gastos innecesarios o cámbialos por otros más accesibles, etcétera, etcétera. Pero estas recomendaciones no dejan de ser más que recetas de buenas intenciones, ya que de poco o en nada le sirven a la gente humilde que recibe un salario que ha perdido poder adquisitivo ante la elevación de precios de productos y servicios básicos, principalmente de la canasta básica.

“El 2023 empezará con una violenta alza inflacionaria por incremento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolina, refrescos y cigarros que dejará un aumento nominal de 7.79 por ciento en estos productos, que están inscritos entre los productos periféricos de la canasta básica y que provocarán una cascada de aumentos en los precios de casi todos los productos” (Plano Informativo, 30 de diciembre 2022). “La cuesta de enero, este año, podría ser aún más complicada, en un contexto en el que los niveles de inflación en México alcanzaron su mayor nivel inflacionario” (El Financiero, 2 de enero 2023).

En el caso de San Luis Potosí: “El 2022 fue uno de los años más complicados en materia financiera, así lo aseguran algunos potosinos ante los incrementos que se dieron a lo largo del año anterior, por lo que los especialistas en economía pronostican que esta cuesta de enero será más pesada que años anteriores. En este sentido, Juan Carlos Ferrer, especialista en economía, indicó que desde la pandemia se han tenido cuestas de enero muy complicadas en los años 2020, 2021 y 2022, fueron muy particulares por el ambiente de la pandemia, más los problemas económicos, es decir, se juntaron dos problemas como salud y la economía”. (Plano Informativo, 2 de enero de 2023)

La cuesta enero, seamos claros, la sufre sólo la población con menor ingreso económico: campesinos, obreros, empleados, modestos maestros, comerciantes. Son los trabajadores los que se ganan a diario con su sudor, su sustento y el de sus familias, los que realmente sortean, remontan, con grandes sacrificios la famosa cuesta de enero. Para dueños del dinero (dueños de cadenas de tiendas departamentales, de hoteles, de líneas de autobuses, de empresas, etcétera.), obviamente, no hay cuesta de enero, pues para ellos es más bien una época en la que están frotándose las manos por las cuantiosas ganancias obtenidas a costa del sufrimiento de los trabajadores.

Sólo un modelo económico que distribuya mejor la riqueza social podrá poner fin a las cuestas de enero, febrero, marzo y de todo el año. Sólo con la implementación de los cuatro ejes que ha propuesto el Movimiento Antorchista Nacional en materia de política económica, se podrá lograr que las familias humildes puedan tener una vida sin apuros y limitaciones, sin hambre, sin falta de recursos para educar a sus hijos, para atender su salud, etcétera.

Estos cuatro ejes son: primero, dar empleo para todas las personas que estén en edad de trabajar; segundo, un salario al trabajador que verdaderamente sea remunerativo y que satisfaga plenamente sus necesidades materiales y espirituales; tercero, una política fiscal progresiva, es decir, que pague más impuestos, y más elevados, el que más ingresos tiene, y, cuarto que haya una aplicación del gasto social dirigido a la población de menor ingreso mediante la realización de hospitales, escuelas y demás infraestructura. Sólo así se acabará con las cuestas económicas, o sea con la pobreza que hay en México. 

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