MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Más promesas y ofensas para Nayarit

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El día 12 de septiembre estuvo en la ciudad de Tepic, Nayarit el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, de esta gira presidencial dos cosas llamaron mi atención, mismas que salieron en los diferentes medios de comunicación y creo que es importante dar una opinión al respecto.

Primera, en el medio digital certezapolítica.com del 13 de septiembre pasado el presidente dijo: “en el caso de las poblaciones más apartadas, pobres, las poblaciones indígenas, tengo el compromiso de dejarlas completamente comunicadas con los caminos que se requieren. Vamos a terminar el camino de La Yesca, vamos también a terminar el camino de Camotlán, todos los caminos de la sierra. Las comunidades indígenas de Nayarit van a tener siempre atención especial”.

La segunda,  del 18 de septiembre de la revista Proceso, “Nayarit tuvo la suerte de contar con un buen gobernador; ha sido tan bueno el trabajo de Toño que estoy pensando… voy a invitarlo a que nos siga apoyando en el Gobierno federal”

Me parece que las declaraciones son muy importantes porque provienen del presidente de la República y ambas tratan de la vida política del estado de Nayarit, y es por ello necesario expresar mi apreciación acerca de ellas.

En el caso de la primera nota, los encabezados de la prensa estatal dejan la sensación de que estamos ante un presidente preocupado por las zonas indígenas, de que ahora sí hay alguien que se acordó de hacer justicia a los más pobres y olvidados de Nayarit, los coras y los hicholes; la verdad es que el presidente dice, lo que a la gente le gusta escuchar, con lo que los antorchistas estamos también de acuerdo, de que se haga una verdadera justicia a nuestros grupos indígenas,  pero no porque lo diga el máximo gobernante significa que eso se esté haciendo o que se hará.

Sobre la situación de las zonas indígenas, debo decir que nosotros los antorchistas las conocemos bien, desde La Yesca, pasando por la sierra de Ruiz, la Del Nayar y hasta Huajicori, donde lo común a ellas es el abandono, la falta de  caminos pavimentados, la falta de servicios básicos, de salud, escuelas, fuentes de trabajo, servicios de internet tan importantes hoy día, etcétera. El presidente conoce la situación real, pero no actúa en consecuencia, ya vamos para cuatro años de gobierno y la carretera de La Yesca que conectará Santa María del Oro con Guadalupe Ocotán y Huajimic y que tanto habla de ella nomás no avanza, al paso que va se terminará dentro de diez o quince años, ¿y las demás comunidades, las que están más alejadas, más refundidas entre la serranía, esas para cuándo?, ¿sus servicios básicos para cuándo? ¿Dónde están las fuentes de trabajo para la gente de la serranía? No se está trabajando en la sierra para combatir la pobreza, por eso, a nosotros nos parece que las declaraciones de AMLO son más bien fingidas, de pose, son adormecedoras y que buscan sólo endulzar el oído de nuestro pueblo para manipularlo. 

La segunda nota nos muestra que, aunque se diga que vivimos en la Cuarta Transformación, de que ahora “sí se combate la corrupción”, que ellos son diferentes, lo que viene quedando claro es que nos encontramos ante un gobierno que no ha modificado para nada la estructura económica, que defiende los mismos intereses económicos que antes tanto detestó, los de los grandes empresarios de este país.

Si no, ¿cómo se explica que el presidente elogie, según esto por su buen gobierno al ex gobernador saliente? En el estado, todo mundo sabe que el exgobernador Antonio Echeverría proviene de una de las familias más pudientes, que el estado de Nayarit está prácticamente en bancarrota, sin recursos económicos, esto se conoce por declaraciones del mismo gobernador entrante doctor Miguel Ángel Navarro Quintero, no hay obra social destacada, los servicios sociales son pésimos, decíamos párrafos atrás el abandono en que está la zona rural, y en las últimas encuestas, como la de Consulta Mitofsky  donde aparece el ex gobernador entre los cinco mandatarios peor evaluados del país, con apenas 36.8 por ciento de aprobación, o sea, reprobado.

Entonces, ¿de dónde saca el presidente que fue buen gobernante y que hasta quiera llevárselo a su gobierno? No hay razones para pensar igual, su declaración es más bien una ofensa, un agravio para todos los nayaritas que de buen corazón creyeron en su proyecto, pero las cosas no son como las ve y dice el presidente, las cosas se aclaran por sí mismas, basta que el pueblo pobre de Nayarit abra los ojos, que no se deje confundir y entienda, que en las alturas del poder el gobierno actual se alinea con los que siempre han gobernado a México, los del poder económico, y si queremos justicia verdadera, real, no simulada, se puede lograr pero exige que todos los pobres del estado estemos unidos, solo así llegará la justicia a los indígenas de otra manera serán puras ilusiones.

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