Hace unos días, la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, anunció una inversión de más de 2 mil millones de dólares en México y el inicio de operaciones de Openbank, el banco 100 % digital del grupo. Sin rubor dijo: “Nuestra ambición en México es ser el banco más rentable y más grande del país y crecer dos o tres veces más”.
Como era de suponerse, la representante de la oligarquía española fue recibida por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien quedó maravillada por el anuncio de la millonaria inversión y calificó el encuentro como “muy positivo” e “interesante”.
Los gobiernos de todos los partidos políticos, no le han puesto un freno a los vampiros de la usura, y todo aquel que caiga en sus garras, acabará endeudado por un buen tiempo, dañando aún más su situación económica.
Los productos financieros de Openbank incluyen cuentas remuneradas, tarjetas de débito, crédito y respaldo de una red de 10 mil cajeros en todo el país. Será un “nuevo hito en la transformación” de Santander.
Pero lo que no dice Santander, es que, en España, su país de origen, no le permiten abusos tan extremos. En cambio, en México no tiene restricciones, es el paraíso de los banqueros, es donde se cobran los más altos intereses en préstamos personales y por el uso de las tarjetas de crédito.
Los créditos son un producto bancario caro en México, si comparamos las tasas de interés que cobran las instituciones financieras que laboran en el país, y que tienen operaciones en otras naciones.
Prueba de ello son las tarjetas de crédito y los financiamientos hipotecarios, los cuales pueden casi doblar el interés que se paga en nuestro país, frente a naciones como España, Estados Unidos y el Reino Unido.
Para dar un ejemplo de ello, vale señalar que el costo de tener una tarjeta Clásica de Banamex, frente a la que emite su matriz Citigroup en Estados Unidos, puede ser casi el doble (Excélsior 14 de febrero de 2025).
En México, los créditos de BanCoppel, Banco Azteca, Santander y Citibanamex tienen las tasas más altas.
• BanCoppel tiene tasas de interés de hasta 76 %.
• Banco Azteca tiene tasas de interés de hasta 52.5 %.
• Santander su tasa de interés es hasta de 41.06 %.
Además, Santander ofrece el “Préstamo Personal Select Nómina” que tiene una tasa de interés anual ordinaria fija máxima del 55 %.
BanCoppel promueve sus opciones de crédito, demostrando la voracidad de la empresa para exprimir los bolsillos de los clientes que caen en las redes.
• 12 meses: mínimo mil pesos y máximo 35 mil pesos: 45 % de interés.
• 18 meses: mínimo 4 mil pesos y máximo 35 mil pesos: 67.5 % de interés.
• 24 meses: mínimo 4 mil pesos y máximo 50 mil pesos: 90 % de interés.
También se suman las sanciones moratorias, en caso de atraso en algún pago, se aplica el 5.5 % mensual y que se distribuirá en cargos diarios.
Y después de esta terrible lista de abusos de los servicios bancarios, ¿Quién defiende a los usuarios? El gobierno federal desde 1999 creó la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Dicha institución presume de “promover, asesorar y defender los derechos de los usuarios financieros”. “Supervisar a las instituciones bancarias”. “Actuar como mediador en caso de conflictos entre usuarios e instituciones financieras”. Pura demagogia barata, los bancos operan con total impunidad.
Los gobiernos de todos los partidos políticos, no le han puesto un freno a los vampiros de la usura, y todo aquel que caiga en sus garras, por alguna necesidad de sortear algún problema, acabará endeudado por un buen tiempo, dañando aún más su situación económica.
¿Y dónde está el gobierno que pregona “primero los pobres”? Necesitamos hechos y no simples palabras huecas.
El problema no son los bancos, el problema es el gobierno que no defiende de verdad los derechos ciudadanos, necesitamos otros gobernantes, que sirvan a las grandes mayorías y no a la oligarquía financiera, y sólo así lograremos cuando seamos una fuerza organizada, numerosa y concientizada hacerle frente a los abusos de los poderosos.
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