En todo el mundo, de 194 países que hay en el planeta, 191 han optado en retornar a sus aulas, lo que concreta una restante de 14 que no lo han realizado, entre ellos, México.
La opinión pública es conocedora de que los niños y jóvenes que integramos la población estudiantil tenemos la indicación por parte de las autoridades de educación, así como del Gobierno del estado y el presidente de la república, que el próximo lunes 30 de agosto, estaremos nuevamente regresando a las clases presenciales.
Es de aceptar, que el tema de retornar a las aulas es muy necesario, y que, de no hacerlo, afectará a futuras con grandes diferencias en el aprendizaje y rezagando la educación en general, así como lo reconoce la Unesco, y como lo declaró el licenciado Mauricio Vila Dosal, gobernador del estado de Yucatán.
A vista de esto, hemos de recordar, que México, es uno de los países donde la calidad educativa, es de las más bajas entre todas las existentes, por lo que las autoridades, con el “afán” de verlo en desarrollo, generan la condición, de retornar de forma opcional para no seguir rezagando la calidad educativa.
En un principio, parece que esta idea de las autoridades, se conjunta a la preocupación de la UNESCO, sin embargo, en México, hemos de mencionar las condiciones que se nos permite, para combatir este rezago estudiantil.
El panorama actual de la pandemia, ante la tercera ola en la que estamos, con la variante Delta, ha afectado y generado en cifras cada vez mayores, la situación de vulnerabilidad en menores de edad, proyectando una cifra de más de 138, 000 infectados en infantes en menos de dos meses del total de 3.29 millones de mexicanos infectados y más de 750 muertes de menores de los más de 256 000 mexicanos muertos.
Las condiciones de las aulas educativas a nivel federal, no se le ha dado mantenimiento desde el año pasado en que se suspendieron las clases, dejando un rezago mobiliario bastante alta, mismas, que han sido causantes de saqueos, y en casos más sobresalientes, por la falta de dotación de materiales. En Yucatán, por ejemplo, las escuelas de las zonas indígenas, del Oriente y Sur del estado, son de las principales que tienen afectaciones de este tipo, incluyendo, un panorama más actual, el paso de la tormenta tropical “Grace”, que empeora más las condiciones de los inmuebles.
La situación Sanitaria, demanda como tema principal, para un regreso a clases seguro, en primer lugar, la vacunación de la población estudiantil, para evitar una sumatoria más alta, de cifras de infectados y de defunciones. En segundo momento, se requiere que las Autoridades de la SEP y las administraciones gubernamentales, dotar de material sanitario suficiente, para la vigilancia y la conservación de la salud los estudiantes.
Las condiciones mobiliarias, integran, en factores de rezago desde hace años, por lo que es urgente, que se invierta en educación, y se de mantenimiento a las aulas educativas. En el estado de Yucatán, ante la situación, el gobernador del estado, mencionó la inversión de 15 millones para la limpieza de las áreas de las instalaciones y la dotación de materiales sanitarios, sin embargo, no se mencionó si va ser de forma permanente mientras dure la pandemia.
La realidad de la calidad educativa para un regreso en el estado, se ha visto con respuestas de maestros y jóvenes, que han salido a protestar, frente a palacio y en las instalaciones de la Secretaría de Educación, mencionando la falta de condiciones para evitar poner en peligro los niños y jóvenes.
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