En lo que llevamos de 2022, la vida de los habitantes ha ido retomando su ritmo habitual, y esperamos seguir así, a pesar de la quinta ola de la pandemia de covid-19.
Sin duda, entre los agradecidos por regresar a una vida muy cercana a la que llevábamos antes del coronavirus, son los artistas que han podido regresar a sus ensayos y presentaciones, a través de las cuales comparten la cultura con la población de colonias y comunidades más vulnerables.
Durante 48 años, el Movimiento Antorchista Nacional ha aplicado el método idóneo para que niños, jóvenes, amas de casa, campesinos y obreros puedan desarrollar sus talentos artísticos, los cuales muchas veces se encuentran ocultos porque nadie más les ha ofrecido oportunidades para acercarse a las artes.
Durante dos años de pandemia, el antorchismo realizó presentaciones artísticas, de manera virtual, a través de la red social Facebook, siempre pensando en que esas muestras artísticas llegaran a todos los mexicanos, sin importar el estrato social al que pertenecen o el lugar en que viven.
Por el contrario, para el actual Gobierno federal, la cultura no es una prioridad, como tampoco lo ha sido la salud ni el bienestar de todos los mexicanos.
En este 2022, la inversión federal para actividades artísticas y culturales apenas es de 120 pesos por cada mexicano. Cierto que la cifra total asciende a 15 mil 28 millones de pesos, pero eso apenas alcanza para unos cuantos eventos organizados por la presidencia morenista, pero no para impulsar la cultura en las 32 entidades federativas que integran la república mexicana.
Eso muestra que, en nuestro país, la cultura no es ni será prioridad mientras el gobierno de la Cuarta Transformación no entienda que el desarrollo cultural es una herramienta fundamental para contrarrestar los males que nuestro país tiene como la delincuencia y la inseguridad en general.
Es mas bello ver a un niño con un instrumento en mano que con un arma. Si los niños y jóvenes tuvieran espacios dignos y profesores capacitados para poder practicar un arte, sin duda tendríamos niños y jóvenes más felices, quienes estarían mas tiempo pensando en actividades que les ayuden en su formación, en lugar de pensar en bebidas o fiestas nocturnas donde ponen en riego su vida.
Dentro del antorchismo hemos logrado que miles de personas desarrollen sus dotes artísticos, y hemos promovido un sinfín de actividades y eventos, todos con la ayuda de la misma comunidad y, para vestir a los elencos artísticos, realizamos diversas actividades como rifas, kermeses o colectas.
La grandeza de los grupos culturales antorchistas radica en que el arte lo desarrollamos en las comunidades mas escondidas del país, en donde montamos escenarios dignos a pesar de que esas comunidades carecen de servicios básicos como agua, luz, drenaje y pavimentación, entre otros.
Miles de mexicanos son y seguirán siendo testigos de que Antorcha ha sabido desarrollar en las personas no solo una buena educación académica, sino que ha sabido orientar a miles a desarrollar de manera profesional su talento artístico.
La labor artística del antorchismo va por buen camino; no desfallezcamos en la noble labor de seguir creando al hombre nuevo, demos la oportunidad a miles de personas más que practiquen un arte y, sobre todo, que cada vez más miles de habitantes de comunidades marginadas disfruten de expresiones artísticas que el sistema capitalista les ha negado.
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