“La palabra cáncer es fuerte; que te digan que el diagnóstico está confirmado y tu hijo tiene cáncer es lo más devastador para los padres”, explicó Ani Argüello, madre de un niño con esta enfermedad en una conferencia de la asociación Movimiento Nacional por la Salud, el pasado 15 de febrero de 2021 en que se celebra el Día Internacional del Cáncer Infantil. “Es difícil verlo sufrir porque los efectos de la quimioterapia han sido fatales para él. Es difícil acostumbrarnos a esta nueva vida que nos tocó”, contó sobre su hijo, con leucemia linfoblástica aguda.
Según datos de la Secretaría de Salud, en México el cáncer es la segunda causa de mortalidad infantil en el país, registrándose más de 5 mil nuevos casos; cada cuatro horas muere un niño por cáncer y cada año fallecen en promedio 2,300 menores, pero desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República, ha habido un gran retroceso, desapareció el Seguro Popular a pesar de que más de la mitad de la población no cuenta con seguridad social. Quiso universalizar la salud con la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y centralizar las compras de medicamentos en la Secretaría de Hacienda, supuestamente para evitar corrupción en la adquisición de medicinas, pero en lugar de ello, se ha multiplicado.
Al inicio de su administración el presidente admitió que sí hay desabasto de medicamentos para el tratamiento de niños con cáncer, pero igual que cuando hubo desabasto de gasolinas por torpeza y mala planeación echó la culpa al huachicol, ahora adjudica el desabasto de medicinas para niños con cáncer a sabotajes de distribuidoras. “Pasamos situaciones muy difíciles porque los que controlaban la venta de medicamentos, estos monopolios vinculados a políticos, llevaron a cabo acciones de sabotaje y una campaña en medios en contra de estas decisiones que tomamos”. Pero “se ha avanzado mucho en la compra de fármacos, ya se firmaron contratos y se están comprando los medicamentos en mejores condiciones”, repitió hace unos días.
Sin embargo, ese argumento es de cuando asumió el poder hace tres años, razón por la que los padres de niños con cáncer se han quejado y denunciado los recortes presupuestarios, calculando que 1,600 niñas y niños han perdido la vida por falta de tratamiento oncológico. “Miente en sus declaraciones al afirmar que todo está bien respecto al abasto de medicamentos”, está actuando de manera criminal, dicen. Nada ha prosperado en favor de los niños con cáncer por parte de las autoridades, ni protestas, amparos, ni órdenes judiciales para garantizar medicamentos a pesar de las reiteradas promesas de López Obrador.
Y mientras el presidente y el Gobierno morenista se niegan a gastar en la compra de medicamentos “para evitar corrupción”, afectando también a pacientes con diabetes, VIH, enfermedades inmunológicas, cáncer, hipertensión, entre otras, que ha costado la vida de miles de personas, niños y adultos, como nos consta a todos los mexicanos, podrán faltar programas de apoyo a los más necesitados durante el período de confinamiento obligatorio, e incluso recursos para la compra de vacunas, pero nunca para las campañas políticas y el dispendio descarado para la compra de votos.
El INE dio a conocer que seis de los candidatos a gobernador por Morena, el partido del presidente López Obrador, se encuentran entre los 10 aspirantes que habían reportado más gastos durante las campañas electorales, y de acuerdo con el Informe Semestral de Egresos de los ocho grupos parlamentarios que componen San Lázaro, Morena fue el partido que más sobrepasó sus ingresos: recibió 154 millones 393 mil pesos, pero erogó 165 millones 601 mil pesos. Es decir, que gastó 11 millones 208 mil pesos de más. ¿Ésa es la austeridad que tanto presume López Obrador y por la que está matando a los sectores más vulnerables de nuestra patria?
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