El Congreso del Estado de Puebla aprobó la nueva Ley de Presupuesto y Gasto Público con la que el gobernador, Miguel Barbosa Huerta controlará el gasto público, la asignación de presupuesto y contratación de personal en los poderes Legislativo y Judicial, órganos autónomos y en los 217 ayuntamientos.
Con la aprobación de esta nueva ley, existe la posibilidad de que la medida atente contra el Artículo 115 de Constitución Política Mexicana que reconoce la autonomía de los municipios y quita sentido a la operación de organismo autónomos.
Lamentable, por unanimidad, la Comisión de Presupuesto y Crédito Público, dominada por Morena, avaló esta iniciativa enviada por el mandatario.Con la ley, el Gobierno del estado tendrá un control de gastos sobre los municipios, el Congreso del estado, la Auditoría Superior del Estado, el Tribunal Superior de Justicia, el Instituto Electoral del Estado, el Tribunal Electoral del Estado, la Fiscalía General del Estado y el Tribunal de Justicia Administrativa.
Como vemos, en nuestro estado no hay ningún poder capaz de cumplir su función y servir como contrapeso al gobernador, para evitar que se implante la voluntad unipersonal, lo que pone en grave riesgo a todos aquellos que se atrevan a alzar la voz o disentir de los mandatos absolutos y dictatoriales del gobernador.¿Dónde quedó el Estado de Derecho y la democracia que tanto pregonan defender? En los hechos, ambos han sido suprimidos por Morena, Miguel Barbosa y los políticos adictos al lopezobradorismo.
La mayoría de los legisladores de la actual Cámara de Diputados estatal ha renunciado, por voluntad, a su obligación de representar los intereses del pueblo que los eligieron para defenderlos y se ha puesto de tapete a la voluntad del poder ejecutivo, como tanto lo criticaron en administraciones pasadas.Es decir, en Puebla no tenemos quién nos represente dignamente desde el Congreso, puesto que la clase en el poder sólo busca beneficiarse a sí misma, a costa del bienestar del pueblo humilde.
Esta cruel pero cierta realidad, nos debe alertar.De cara al proceso electoral que se avecina para el año 2021, debemos corregir el error de la elección pasada, donde la mayoría favoreció con su voto a los representantes de Morena que, a dos años, se han desenmascarado como auténticos enemigos de los pobres y de la organización popular.
Aún estamos a tiempo.Debemos elegir sabiamente a aquellos que se comprometan con la clase trabajadora y que sepan que, si faltan a su palabra y a su obligación como funcionarios, el pueblo organizado se los demandará.
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