La fama, los altos porcentajes de aceptación y hasta la improbabilidad de que exista alternancia en la próxima elección no se debe a la capacidad de López Obrador ni a su forma en que ha gobernado ni a su “mañanera”. Todo se debe a que ha sido capaz de beneficiar económicamente y tener contentos a los grandes empresarios del país y extranjeros, quienes le dan su apoyo incondicional y hacen que sus trabajadores voten por Morena.
Es la cúpula económica del país la que mantiene a López Obrador como el héroe que no es, como el gran presidente, pero sólo porque así les ha convenido a los grandes capitalistas de México.
Obrador no es creación de uno, sino de varias empresas que lo mantienen en el poder y que lo van a reiterar si es que se mantienen los mismos acuerdos. Si su candidata acepta el mismo trato con los empresarios (que al parecer así es), es seguro que será la próxima presidenta, la primera en la historia, pero, como López, será una candidata de la clase alta.
Aquello de que el pueblo pone y quita es una quimera, parte de la demagogia de López y Morena, ellos no van a necesitar al pueblo en la próxima elección, como en realidad no lo necesitaron para ganar en el 2018.
Los capitalistas gobiernan el país a través de sus peones, a quienes llenan de elogios en los medios cuando les conviene, y cuando no, les dejan caer todo su poder mediático para despedazarlos y sustituirlos por otro, sin observar el color con que vistan.
Esos grandes beneficiados capitalistas han puesto todo su poder económico y, por lo tanto, mediático para crear en el imaginario del pueblo un país que no existe, donde López Obrador ha logrado mantener su aceptación, contrario a lo que la mayoría de intelectuales pensaba al principio: que su fama y su aprobación bajaría como la espuma.
Y eso no ocurrió porque el pueblo esté igual o más contento que al principio, sino porque desde antes del 2018 Obrador era el candidato de la altísima burguesía mexicana. Es esa cúpula, esa aristocracia económica la que mantiene al presidente en la cima y que hace parecer a él y a su partido como invencibles.
Sólo por citar una prueba, una de quien durante el gobierno anterior frenó su crecimiento económico y hoy, bajo la 4T, es el empresario más beneficiado de México: Carlos Slim.
Slim es el empresario que más encuentros ha sostenido con el presidente: 19 ocasiones, las cuales incluyen un viaje a Estados Unidos juntos, comidas, cenas y desayunos en Palacio Nacional y hasta dos apariciones hablando en la “mañanera”, que pese a que parece un programa de chistes y de linchamiento presidencial, en realidad no deja de ser un espacio de propaganda política mantenida con recursos públicos. Y a ese espacio oficial, público y político se ha parado Slim a tomar la palabra.
Según una investigación de José Raúl Linares y Mario Gámez publicada en “El Ceo” el 1 de febrero, medio que dirige el periodista Mario Maldonado, Slim ha recibido 2,530 contratos, cuyos montos ascienden a 60 mil 915 millones de pesos, de los cuales, unos 44 mil millones le fueron conferidos durante la emergencia sanitaria de Covid-19.
De esos contratos, según explica la investigación, sólo cinco de ellos concentran el 72% de los ingresos del Magnate, los cuales son referentes a la perforación de pozos de Pemex, el de la construcción del tramo 2 del tren maya y servicios de comunicación de los bancos del Bienestar, por mencionar algunos. Todos estos adjudicados de manera directa a las empresas adheridas al grupo Carso, es decir, se entregaron por decisión única del presidente de México.
Esto ha propiciado que el supermillonario Slim, de tener una fortuna en 2018 de 52 mil millones de dólares, en 2023 haya superado los 100 mil millones de dólares, según datos de Bloomberg.
Con esta cantidad de contratos y de recursos entregados ¿algún empresario, y sobre todo Slim, estaría descontento? Y es que éste no es el único multimillonario feliz con el gobierno de la 4T.
“Se ayuda también a los de arriba. Yo les puedo decir que no hay un rico de México que en el tiempo que llevamos gobernando haya perdido dinero; al contrario, les ha ido bien”, comentó Obrador el 22 de mayo de 2022.
En efecto, a los empresarios en general les ha ido bien. La riqueza del país se ha concentrado en menos manos. Los capitalistas tienen no sólo el poder económico, sino que gozan del poder político y así pretenden continuar. Los empresarios nacionales y extranjeros que han sido afectados por la 4T, son los que hoy le hacen la guerra informativa al presidente, son otro grupo de los capitalistas, donde no figura ningún personaje ni ningún grupo del pueblo pobre.
Somos nosotros, los trabajadores, los que estamos siendo golpeados por el gobierno, los que sufrimos la inseguridad, la inflación, la falta de salud y educación, etcétera. Pero esto no se puede remediar porque la gente en general no se da cuenta que el gobierno actual es un gobierno de clase, de los privilegiados, porque se le han ocultado cosas y se le ha manipulado con toda la fuerza del aparato de Estado.
Si despertamos a esta realidad, nos podremos dar cuenta de que la única salida a esta grave situación, es la sustitución de esos políticos por unos nuevos, emergidos del pueblo y que defiendan auténticamente los intereses de los trabajadores. Esos hombres y mujeres se están forjando dentro del Movimiento Antorchista. Así que la tarea sigue dada.
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