MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Naciones soberanas o colonias?

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Estamos de acuerdo con quienes afirman que no puede haber terceras opciones, ni siquiera “no alineados” o “neutros”, solo existen naciones soberanas o colonias. Estas últimas son ahora los países sometidos por el imperio estadounidense representado en los más ricos del mundo, fuertemente implicados en inversiones del complejo militar-industrial norteamericano y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que es el brazo militar que acompaña a veces y otras sustituye a las sanciones económicas de los organismos internacionales del dólar, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, los bancos internacionales ingleses, norteamericanos, suizos, etc. Estos son los tentáculos de la dictadura económica mundial que, junto con sus agencias noticiosas, manipulan a la opinión pública para defender las peores atrocidades cometidas por sus instituciones armadas y de espionaje a lo largo y ancho del planeta, ya sea con pretextos como aquello de las “armas químicas” o cualquiera otro, inventadas por el imperio como preámbulo mediático para desatar ataques militares, invasiones de países, revoluciones de colores, implantación de dictaduras y cambios de régimen siempre a través de terceros, en otros territorios y a través de la OTAN, en contra de las naciones que ensayen nuevos caminos para su desarrollo económico, pues según los amos del mundo, ello va en contra de la democracia, la libertad y los derechos humanos, que son los “valores” que según ellos deben ser impuestos al costo que sea a todos los seres humanos.

Como es sabido, los poderosos del mundo fundan sus políticas económicas y sus intervenciones militares, la lista de ataques a otras naciones suman varias centenas, en la Teoría del Destino Manifiesto; es decir, se auto declaran hijos únicos y verdaderos de Dios, como la raza superior, la única destinada a gobernar y a prevalecer en la Tierra, por lo cual no vacilan en apoyar a los fascistas ucranianos ni en hacer la guerra a países verdaderamente democráticos y libres como Rusia, China y otros. 

No obstante, la realidad es más terca que el inmenso poder militar y de manipulación mediática del imperio y, a pesar de éste, como lo auguran ya la prensa occidental y altos mandos militares, es imposible la victoria de Ucrania que con su derrota ha venido hundiendo más la economía norteamericana, hoy en crisis por el arrogante alarde de apoyo económico y militar promovido irresponsablemente por Biden, cuyo mandato no rebasa según encuestas el 36% de aprobación de sus ciudadanos.
Por otro lado, China constituye un ejemplo mundial en materia de desarrollo económico con el 8% de crecimiento de su PIB anual, aún en pandemia, no hay duda que este país ha devenido en el motor más poderoso de la economía internacional que se ve fortalecido con el primer lugar en materia militar y energía nuclear de la Federación Rusa. Del lado de estas naciones soberanas está el progreso del mundo. pues garantizan a sus gobernados vivienda, empleo, medicinas, alimento y seguridad en su patrimonio. Representan, pues, un modo de vida superior al norteamericano.
Por estos logros, Rusia y China son vistas como una amenaza ante el control mundial de la dictadura imperialista. Si revisamos la Historia Universal, desde la Primera Guerra Mundial y durante la era post-soviética, los estadounidenses nunca han cesado en su afán de cercar con misiles nucleares a ambas revoluciones o en su intención de destruirlas para adueñarse del planeta.

En este contexto, nuestro país, según nota de Ariel Noyola en RT del 9 de mayo, al participar en ejercicios militares en el comando sur norteamericano con el aval de López Obrador damos “la señal inequívoca de un alineamiento con respecto a la política de seguridad de Washington en el hemisferio”; es decir, en Latinoamérica. Agréguese la firma de los acuerdos de Los Ángeles para atrapar y detener migrantes centroamericanos importándoles un bledo los derechos humanos y la libertad que tanto dicen defender.

En consecuencia, queda claro que nuestra democracia es una ficción, que en la práctica no hemos dejado de ser una colonia de EE. UU. a la que le han hecho creer los monopolios de manipulación mediática del imperio que la “magia” del voto, de los “derechos humanos” y las “libertades” es el mejor de los mundos posibles. Es necesario que todos los mexicanos recapacitemos para no dejarnos manipular y para emprender el camino de nuestro propio desarrollo soberano e independiente, basado en la democracia económica y política para la cual es indispensable la educación y la organización de las masas empobrecidas de México.

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