MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Nefastos gobiernos de Morena quiebran a municipios de Coahuila

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Ha quedado confirmado, ante los ojos de la ciudadanía en general, que los gobiernos emanados del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), han sido nefastos, al engañar y mentir a la población, con un ficticio populismo de ser la cuarta transformación, pero que en su verdadera dimensión han fracasado rotundamente.

Los gobiernos emanados de Morena han dejado a su paso municipios en quiebra, severamente lastimados en su economía, saqueados en su totalidad, bajo una impunidad contundente y con exalcaldes que se amparan en el manto protector del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para no recibir las sanciones a las que se han hecho acreedores.

Una prueba evidente de la pésima forma en que han gobernado los alcaldes morenistas está tiene en Coahuila, donde quienes llegaron con la promesa de atender a la población, al final dejaron pueblos desolados, mientras los ciudadanos exigen aún que se les llame a cuentas desde la autoridad correspondiente.

En Parras de la Fuente, Ramiro Pérez Arciniega, dio muestras de su sobrada incapacidad para gobernar, prepotente y soberbio; nunca atendió las justas demandas del pueblo, ese al que juró en principio serviría con amor y pasión, pero a pocos meses de su mandato dio sobradas muestras de un falso populismo con el que, incluso llegó a treparse a la azotea del templo del Santo Madero a reparar la luz del monumento que previamente había sido dañado por ladrones de cobre.

En contraparte, las calles de Parras quedaron destrozadas, mientras la inseguridad comenzó a reinar durante el mandato de Ramiro, a la vez que se dedicaba a desaparecer los recursos públicos como por arte de magia y realizando obras únicamente para beneficiar a sus familiares y amigos muy cercanos.

En octubre de 2019 el Congreso del Estado informó que solicitaría la intervención de la Fiscalía Anticorrupción y la Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas para una investigación por actos de nepotismo.

Aparecieron al menos tres acusaciones en contra de Pérez Arciniega, entre los que se cuentan desvío de recursos, abuso de confianza y el indebido otorgamiento de cargos públicos; a pesar de ello, el empresario, metido a las filas de Morena, presumió que gozaba de la Protección del presidente de la República, y alegaba que todo se debía a ataques de sus enemigos políticos, cuando la realidad era que los parrenses ya estaban cansados de su inoperatividad y alejamiento de los problemas que vivían.

Más adelante, se tiene al municipio de Matamoros, con Horacio Piña Avila, quien impulsado por la coalición “Juntos Haremos Historia” del Movimiento de Regeneración Nacional, también fracasó en su administración y es calificado como el peor presidente municipal en la historia de esa tierra.

Sencillamente lo dejó en ruinas, con promesas incumplidas y tras el saqueo de recursos para otros fines que nunca fueron en beneficio de los habitantes de Matamoros; su administración se caracterizó por la falta de obra pública desde pavimentación hasta el nulo alumbrado público, inseguridad reinante, sin aspectos de salud o educación, menos generación de empleos.

Las graves consecuencias de los malos gobiernos emanados de Morena las han sufrido, en carne propia, los habitantes de Coahuila, ya que, como sucedió en Matamoros, con Horacio Piña, el desabasto de agua fue tremendo y aun así dejó deudas enormes con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por alrededor de 20 millones de pesos, y esto se tradujo en un Sistema de Agua Potable prácticamente en quiebra.

Los alcaldes morenistas en Coahuila parecía que estaban en complicidad para mal gobernar en los municipios donde la gente creyó que con ellos las cosas cambiarían, tal como ocurrió en Piedras Negras, con Claudio Bress Garza, donde se engendró la inseguridad ampliamente, mientras ponía oídos sordos a los llamados de los pobladores.

Y qué decir de Francisco I. Madero, con el morenista Jonathan Avalos Rodríguez, a quien su propio cuerpo edilicio le formalizó una demanda de juicio político ante el Congreso del estado, acusado, entre otras cuestiones, por violación a los derechos humanos, usurpación de funciones, prevaricación y uso indebido de recursos públicos, así como por violencia política de género y delitos electorales.

Ahí también, como en los lugares donde fungían como alcaldes sus correligionarios de partido, la auditoría Superior del Estado detectó malos manejos en la cuenta pública del Gobierno municipal y sobrevinieron demandas tanto de orden penal como de violación a derechos humanos.

Así han sido los alcaldes emanados de Morena que han gobernado en algunos municipios de Coahuila, mismos que aún gozan de impunidad y que, engañando a la población, creen que saldrán bien librados de los delitos cometidos.

Por el momento, es evidente que los coahuilenses ya se han percatado del mal gobierno que ejercen los emanados del Movimiento de Regeneración Nacional, que lejos de combatir la corrupción la han promovido y que se han encargado de mentir y engañar, con promesas que nunca se cumplen pero que en su momento han recibido como respuesta el desprecio unánime de la gente.

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