MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Negligencia de la 4T y recuperación económica: empleo y salarios al nivel de 2016 

image

No bien había empezado este aciago año 2021 y el presidente López Obrador ya anunciaba con grandilocuencia que la recuperación económica estaba en marcha y que sus resultados se verían desde el primer semestre. Entonces argumentaba que los programas de transferencia monetaria (que, según sus datos, recibía el 70% de los hogares mexicanos), así como la estabilidad macroeconómica (aunque a la devaluación la haya contenido los millones de dólares que remitieron los migrantes mexicanos en Estados Unidos), así como la dinámica creciente de algunos sectores como el agropecuario (aunque este represente apenas alrededor de 5% del PIB anual), serían la base de dicha recuperación. Así pues, su fe en la pronta recuperación económica tiene como base factores que, aunque ciertos, no están en la mano del gobierno magnificar o sostener. Hay, no obstante, medios al alcance del gobierno, políticas para instrumentar que ni se mencionan porque se han obviado a fin de sostener al mínimo el déficit público y apostarle, exclusivamente, a los programas de transferencias monetarias. 

Según las previsiones más optimistas el crecimiento de México será de hasta 6% este año. El crecimiento anual en el primer semestre fue de 7.4%, lo que permite suponer que se alcanzarán las previsiones. Aunque parezca una cifra nada despreciable, es muy insuficiente para las necesidades de producción y empleo que tiene nuestra economía. Con este nivel de crecimiento, dada la vertiginosa caída ocurrida en 2019 y 2020, apenas se alcanzaría el nivel de producción de 2017. Se habrá retrocedido cuatro años; mismos en los que la población creció 5%. Según datos del Inegi, en el primer semestre de este 2021 en el que el PIB creció hasta 7.4% como mencionamos arriba, el empleo aumentó apenas 2.6% y las remuneraciones medias reales lo hicieron en 2.5%. Ambos indicadores arrojan que tanto el nivel del empleo, como el de las remuneraciones, es similar al que existía a finales de 2016. A pesar de que esto significa mayor pobreza y sufrimiento para la gran mayoría de mexicanos, el Gobierno de la 4T se mantiene impávido y hasta optimista por los resultados del crecimiento económico. 

En este escenario, no obstante, la caída absoluta de la producción, no todos somos perdedores. Hay unos cuantos ganadores de esta situación. Se tiene bien documentado y hasta contabilizado el incremento de la riqueza de los grupos económicos más poderosos y posicionados con el gobierno de la 4T. La riqueza de Carlos Slim Helú, de Germán Larrea, de Ricardo Salinas Pliego, entre otros, que en un año en el que la mayoría se empobreció, ellos vieron crecer su riqueza hasta 12%. 

Este gobierno podría estar haciendo algo para mejorar la situación de los demás como lo están haciendo otros gobiernos. En esta idea, diversas voces de organismos internacionales y de académicos han llamado a instrumentar políticas probadas que detonarían la velocidad de la recuperación económica, del empleo y del ingreso de los trabajadores; los más afectados por la pandemia. Las medidas consisten en la vacunación de la población activa en el menor tiempo posible, así como el apoyo a las empresas que generan más empleo y con problemas de financiamiento para retomar su actividad. Entre estas se cuentan las pequeñas y medianas que han tenido que afrontar los costos inevitables durante el tiempo en el que la actividad económica se ha mantenido parada, es decir, en el que no tuvieron, ni tienen, ventas e ingresos. La ausencia de apoyos del gobierno a este sector de las empresas, sin duda, ha contribuido a la destrucción de una parte de la capacidad productiva del país y al engrosamiento de las filas del desempleo y la pobreza.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más