Este regreso a clases ha sido atípico a muchos otros, pues desde el rechazo de la ciudadanía de manera generalizada a los nuevos libros de texto gratuito que se empezaron a repartir, hasta la noticia nacional de que el regreso a clases es un 30 por ciento más costoso que otros años; así, quien tenga niños en escuelas de nivel básico, sufrió este incremento a los costos de útiles escolares, como también el aumento a las cuotas “de mantenimiento” de las escuelas.
Y es que, aunque “la educación es gratuita y laica”, estos dos conceptos dejaron de tener presencia con la administración de Andrés Manuel López Obrador, pues el golpe a la educación, principalmente a nivel básico, se ha presentado de manera tajante: por un lado las escuelas ya no reciben programas de mantenimiento, pues los padres de familia son los que manejan este recurso y “lo aplican” cuándo y cómo quieran, sin embargo, el gran rezago que dejó la pandemia en materia de infraestructura, no pudo ser solventado con estos pocos recursos.
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) informó que el gasto que realicen las familias en el regreso a clases para el ciclo escolar 2023-2024 será 30% más caro respecto al año anterior, ya que los útiles escolares y otros productos siguen reflejando el escenario de alta inflación que ha prevalecido en el país en meses recientes.
Según el organismo, en promedio la lista de útiles escolares costará al menos mil 600 pesos; zapatos y tenis, mil 200 pesos; uniformes, mil 900 pesos, y mochila, 500 pesos, un gasto total mínimo de 5 mil 200 pesos.
Aunque “la educación es gratuita y laica”, estos dos conceptos dejaron de tener presencia con la administración de Andrés Manuel López Obrador, pues el golpe a la educación, principalmente a nivel básico, se ha presentado de manera tajante
“Esto es sin contar las cuotas escolares, ahora llamadas aportaciones voluntarias, y los gastos agregados por cada escuela, que llegan a implicar mínimo 2 mil pesos más. Por ello, los gastos para este regreso a clases por cada alumno ascenderán a 7 mil 200 pesos, 30% más que el año anterior”, detalló la organización a través de un comunicado.
Un golpe, de los más bajos, que sea de mil 600 pesos para una familia promedio, representa muchas veces el salario de una semana, esto quiere decir que dejaría de comprar alimentos para su familia durante una semana, pero si a esto le aumentamos que no se toman en cuenta las cuotas que piden en cada una de las escuelas y que también, en varios de los casos se tiene a más de un niño estudiando, esto dispara el gasto y la adquisición que pudiera haber en una familia mexicana.
La educación no es gratuita como lo marca la constitución, ni hay libre manifestación, ni vivienda digna, ni servicios básicos para las familias mexicanas; en materia de salud, que es otro de los derechos que se supone deberíamos de tener, tampoco existe; los mexicanos estamos perdiendo estos derechos, por los que lucharon nuestros antepasados y no nos lo arrebatan externos o extranjeros, sino ése que dijo que “primero los pobres”.
El golpe a la educación se verá reflejado en varios sentidos y es necesario que todos tomemos nota, en el rezago de conocimientos, en que muchos niños dejarán de estudiar, en que las instituciones no tienen infraestructura educativa y en que a futuro habrá pocos profesionistas y mucha mano de obra barata; se lee cruel, pero es la realidad, este sistema en el que nos encontramos nos está preparando para ser mano de obra barata y si no hacemos algo rápidamente, la situación no cambiará y las futuras generaciones pagarán los platos rotos de nuestra inacción. Es el momento de levantar la voz y exigir, no solo educación, sino también exigir el respeto a nuestra Constitución y a nuestra vida.
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