MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Nos transformamos en aquello que consumimos

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El hecho de que usted, amable lector, este leyendo este escrito, quiere decir que vosotros sois el tipo de persona que podéis arreglar el mundo, que esta situación en la que estamos realmente tiene esperanza, estoy en realidad parafraseando a la española Mar Romera, pedagoga alemana y presidenta de la Asociación Pedagógica Francesco Tonucci, asociación que se define como “un grupo de personas a las que les importa la infancia, su educación en la actualidad y sus posibilidades en el futuro”

Quien ha dicho, “vamos a arreglar el mundo”, y si vosotros estáis aquí en una tarde de invierno, donde podéis haber elegido otras actividades en las cuales invertir vuestro valioso tiempo; en esta tarde, es precisamente porque os interesa la educación, y necesitamos mucha gente que piense lo mismo que vosotros, que realmente este convencida de que hay que hacer lo que sea para mejorar la educación en México y en el mundo, y asimismo me adelanto a plantear la siguiente interrogante: ¿Qué tipos de modelos de comportamiento estamos fomentando para nuestros niños? Y la respuesta, desgraciadamente, es que estamos eligiendo como “modelos” de comportamiento, a los héroes de cartón y paja que promueven los poderosos medios de comunicación privados; eso es terrible, estamos haciendo que los niños se fijen como "modelos” a imitar a personas totalmente frívolas, vacías, que no aportan nada a la formación de valores y conductas humanistas y que promuevan el conocimiento científico de la realidad. Y eso lo hacen en hora pico donde hay mayor audiencia, con muchos niños viendo la televisión junto a sus padres. Se ponen como modelos de comportamiento a futbolistas que en acciones violentas dentro de lo deportivo les llegan a clavar los tacos de los zapatos en las piernas del rival, que se insultan con groserías y fingen lesiones para engañar al árbitro, eso es lo que nuestros niños están viendo constantemente y esos son sus ídolos.

¿No deberíamos todos poner cada uno nuestro granito de arena para lograr que los ídolos del comportamiento, los modelos a seguir, de nuestros niños sean los grandes científicos como Einstein, Isaac Newton o Darwin; escritores como Balzac, Víctor Hugo, Cervantes o Shakespeare; o, porque no, ¿al sencillo y disciplinado obrero creador de la riqueza?

Cervantes dijo en voz del gran Don Quijote de la Mancha: “Cambiar al mundo, amigo Sancho, que no es cuestión de locura ni utopía, sino de justica” o a él místico Ray Bradbury quien diría poco antes de morir: “Hay que mantenernos borrachos de literatura para que la realidad no pueda destruirnos”, o, finalmente, al clásico infantil, El principito, que en cada una de sus aventuras nos mostraría el verdadero valor de la amistad y del amor y a quien su amigo zorro le diría: “Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”.

Estas son las grandes figuras a las que nuestros niños -la esperanza y el futuro de nuestro país y del mundo-, deberían a aspirar a ser como ellos; de crecer viendo, admirando y aspirando a ser como ellos. Debemos procurar que nuestros pequeños consuman contenidos que les haga volar la imaginación y los llene de valores y de conocimientos científicos, que los haga ir entendiendo la complejidad de nuestra sociedad. Pero, insistimos desafortunadamente, los medios masivos de comunicación en manos privadas solo promueven contenidos basura para ir formando individuos sumisos, carentes de una mentalidad crítica. Esto es prohijado por nuestro gobierno y sus representantes para mantener a las masas atontadas, con los cerebros atrofiados para que se conformen con migajas y no participen de manera activa por un cambio del modelo actual por uno justo que distribuya la riqueza social en el país y los haga creer que en efecto, la llegada de una pandemia mortal del Covid, fue como dijo AMLO “nos cayó como anillo al dedo”, un evento fortuito, con el que justificó su mal manejo en la economía del país y sino ahí está la inflación histórica del 7.34%, la más alta en 20 años.

Y para no confundirnos diremos que en el deporte también hay modelos de sencillez. Me llega a la memoria Rafael Nadal que en una entrevista le preguntaron si se sentía muy importante por ser famoso, a lo que respondió: “¿Yo? Como voy a sentirme importante si lo único que yo sé hacer muy bien es pasar una pelota de un lado de la red al otro, yo no puedo sentirme muy importante por eso”. Ese es el tipo de comportamiento a seguir que necesitamos, el tipo de comportamiento en el que la humildad nos hace grandes.

De esta manera, en mi colaboración, dejo al aire estas ideas e interrogantes, las cuales, espero sirvan de advertencia para que seamos más conscientes a la hora de elegir el contenido en televisión o en redes sociales que vamos a consumir, nosotros y vuestros hijos, y sepamos diferenciar entre qué contenido es verdaderamente relevante y valioso, que vale la pena para invertir nuestro tiempo en él, y que se haga por elección propia y que no sea impuesto por los poderosos medios de comunicación y el gobierno, quienes buscan penetrar y manipular nuestras conciencias con propagandas reaccionarias, consumistas, y que busquen, en última instancia, que terminemos por convertidos en autómatas al servicio de los poderosos dueños del dinero.

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