MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Nuestra cruda realidad: el sexto informe, plagado de mentiras

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A menos de un mes de que este sexenio llegue a su fin, para dar paso a más de lo mismo, como lo ha venido anunciando Claudia Sheinbaum, López Obrador rindió su sexto y último informe de Gobierno en medio de una amplia campaña publicitaria en los principales medios de comunicación.

Estamos ante un sexenio plagado de mentiras. 90 mentiras por día fueron contabilizadas en sus mañaneras, para un total de 150 mil mentiras.

Era de esperarse que la autocrítica no sería uno de los ingredientes de esta actividad, pues no lo fue en todo este sexenio, ni siquiera en una mínima parte. Este Gobierno que comenzó en 2018 ha estado cargado de una ola de mentiras porque el presidente siempre tuvo otros datos, a pesar de que los expuestos hubieran salido de los propios organismos gubernamentales. Pero las mentiras no pueden ocultar la cruda realidad; por más que se digan, este fue un sexenio de nulos resultados.

En los spots publicitarios que circulaban en los distintos medios, AMLO se jactaba de que en su Gobierno la inseguridad y la violencia bajaron sus índices:

“… ahora hay menos homicidios, menos feminicidios, menos robos, menos secuestros (…) Tenemos soberanía energética, construimos nuevos hospitales, contratamos médicos generales, especialistas, los medicamentos son suficientes y gratuitos, salieron de la pobreza 8 millones de mexicanos y se redujo la desigualdad en 20 veces”.

Y así, con mucho cinismo, sin una pizca de vergüenza, el mandatario se promocionaba para engañar a quienes no están lo suficientemente atentos e informados a todos los problemas tan graves y serios por los que atraviesa nuestro país, muchos de los cuales ni siquiera vienen de sexenios anteriores, sino que fueron propiciados por este Gobierno.

Toda esta mitomanía fue transmitida en vivo el pasado domingo 1 de septiembre, donde AMLO se atrevió a machacar sus mentiras y a exhibirlas en su sexto informe de Gobierno que leyó. El colmo de la mentira fue cuando mencionó que en México se cuenta con un sistema de salud mejor que en Dinamarca.

Un solo dato basta para darnos cuenta de la magnitud de esta patraña: en Dinamarca el 84% del financiamiento en salud tiene su origen en esquemas gubernamentales, mientras que en México sólo el 24%. No es necesario decir más para darnos cuenta de la gran distancia entre un país y otro en esa materia.

¿Qué habrán sentido todos aquellos que perdieron a algún familiar buscando atención médica y, al no contar con recursos para pagarla, falleció, o que las recetas para poder curar sus enfermedades no pudieron ser surtidas por la grave escasez de medicamentos que existe en las farmacias de los hospitales públicos?

Más bien, tenemos un sistema colapsado, con una escasez crítica de medicamentos, con médicos protestando en las calles por la falta de insumos para atender a los enfermos, desapareció el Seguro Popular.

Ahí les van algunos datos estadísticos más que desmienten que tenemos el mejor sistema de salud del mundo. De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2023 (Enadid), fueron 22.7 millones de personas las que perdieron su afiliación a alguna institución de salud y 15.7 millones dejaron de asistir a las instituciones del sistema público, según El Economista del 7 de julio de 2024.

Y según Infobae, del 1 de septiembre de 2024, “este Gobierno recortó 157 mil millones de pesos al Fondo para atender el cáncer infantil, mama y cervicouterino, lo que impidió pagar 7 mil 900 tratamientos para pacientes con estas enfermedades que no tienen seguridad social. Mientras que en 2022 no se pagó ni un solo tratamiento para las 66 enfermedades consideradas como catastróficas”.

Tampoco encontró a los desaparecidos. Lo que sí hizo este Gobierno fue borrar, “desaparecer” de la lista a 15 mil 158 personas. Este Gobierno, en lugar de resolver los problemas, los oculta. Así lo ha hecho también en otros rubros.

Animal Político documentó el pasado 26 de agosto que López Obrador “presentó datos falsos” sobre seguridad y energía en los spots de su sexto informe de Gobierno, afirmando que durante su Gobierno se redujo el número de delitos de alto impacto y bajaron los precios de los energéticos. 

Ahora, según él, hay menos feminicidios, menos robos, menos secuestros. Sin embargo, los datos oficiales de estos delitos y de crímenes violentos hablan mejor de nuestra realidad y son más altos que los registrados en los Gobiernos de Peña Nieto y Fox.

“El reporte ‘MX: La Guerra en Números’ de T-ResearchMX informa que, según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, del 1 de diciembre de 2018 al 23 de agosto de 2024, las fiscalías estatales y federales han registrado 195 mil 471 homicidios dolosos en México”, según lopezdoriga.com.

Y así podríamos seguir hablando de compromisos de campaña que no se cumplieron: de no endeudar al país; de una mejor educación, de acabar con la corrupción, el crimen organizado, de respetar la división de poderes, de no violar la Constitución, etcétera.

Hoy estamos más endeudados, con el peor nivel educativo, con una corrupción en aumento (recordemos el caso de Segalmex y otros escándalos más) y ni que hablar de la división de poderes y de no violar la Constitución. Y se miente presentando “otros datos”.

Estamos ante un sexenio plagado de mentiras. 90 mentiras por día fueron contabilizadas en sus mañaneras, para un total de 150 mil mentiras. 

Seguramente López Obrador sabe el daño que le ha causado la 4T a nuestro país. Los problemas se incrementaron. Es cierto que en este sexenio aumentaron las ayudas monetarias; sin embargo, según el Coneval, la pobreza extrema en nuestro país creció de 8.7 millones de mexicanos a 9.1, con lo que se demuestra que repartir dinero no disminuye la pobreza.

Si a esto le agregamos que estas ayudas más bien han sido utilizadas por Morena para la compra de votos, tampoco las podemos considerar como un tema plausible.

¿Este es el Gobierno que queremos los mexicanos? ¿Un Gobierno de mentiras? Cada vez es más urgente y necesario que el pueblo se eduque y se organice para tomar el poder político y, desde ahí, gobernar sin mentiras, con resultados y soluciones, para construir una nueva sociedad, un nuevo país. Es lo que nos merecemos los mexicanos.

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