Los partidos políticos formalmente tienen la encomienda de representar a todos los ciudadanos de México para ejercer y hacer valer sus derechos políticos en las contiendas electorales, con los mínimos requisitos, ser mayor de edad, ser mexicano de nacimiento y no tener antecedentes penales, entre otros, que varían de acuerdo a cada entidad y en ellos se agrupan los diferentes sectores de la población por su orientación ideológica, intereses, y plan de trabajo, ofertan a los posibles votantes.
Estos organismos que permiten participar en diferentes elecciones para los diferentes cargos de representación popular como presidente de la república, gobernadores, senadores, diputados federales y locales, presidentes municipales o regidores, sean por mayoría o por representación proporcional, tienen todo el esquema para mostrar que en el país la “democracia“ es plena y transparente, poniendo en manos de los más de 92 millones de ciudadanos que cuentan con credencial para votar, su derecho a elegir a sus gobernantes.
En ese sentido, en la pasada contienda electoral intermedia del 6 de junio, tres partidos políticos perdieron su registro nacional por no alcanzar el mínimo de 3% de la votación válida emitida, por lo que dejaron de recibir dinero público por ley establecido: Partido Encuentro Solidario (PES), Redes Sociales Progresistas (RSP) y el Partido Fuerza por México (PFM), y en el estado de Querétaro por la misma razón perdieron su registro, además de las tres fuerzas políticas mencionadas, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento Ciudadano, Partido del Trabajo y Querétaro Independiente, quedando reducido su número a sólo 4 fuerzas políticas: PAN, PRI, MORENA y PVEM.
Por esta razón, rápidamente han aparecido los políticos de siempre, varios de ellos ampliamente conocidos en el medio político por su cualidad acomodaticia y oportunista, a la caza de ingenuos para hacer acuerdos y “amarres” entre las distintas agrupaciones políticas y líderes sociales para iniciar sus trámites de registro ante el Instituto Estatal Electoral a partir del próximo mes de enero, período establecido legalmente por la Ley General de Partídos Polítcos (LGPP) para la conformación de nuevos partidos políticos para ofertarse en el mercado a los mejores postores e intentar repartirse el poder local.
Desde luego que la creación de nuevos partidos no estaría mal, si se tratara de institutos políticos serios, con ideología, principios y objetivos de largo aliento, con un proyecto de país claro, en beneficio de todos los mexicanos, tomando en cuenta desde luego la suerte de las clases manipuladas y siempre olvidadas por estos políticos abusivos y vividores de siempre. ¿Qué ganan los electores queretanos con más partidos políticos formados al vapor por intereses políticos personales en coyunturas electorales? Nada, como no han ganado nada con quienes tienen el poder de la república, apoyados por los prostituidos partidos del PT y PVEM.
¿Qué sentido tiene para los ciudadanos votar por los mismos empresarios electorales que sólo buscan el poder por el poder, sin que los queretanos mejoren realmente sus condiciones de vida? Ninguno, salvo su mejor opinión.
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