El inicio del 2022, lejos de esperar que la pandemia se termine, se complica cada vez más con las diferentes variantes; las autoridades de salud y mandatarios de los diferentes países del mundo han tomado medidas efectivas para frenar los contagios, decisiones que en realidad han logrado que disminuya el número de decesos, pero en México la pandemia se ha tomado a la ligera por nuestro gobierno, recientemente López Obrador declaró que ya había comprobado que la nueva variante Ómicron era un simple resfrío, que no era letal para los mexicanos”, como queriendo justificar la falta de aplicación de vacunas entre los mexicanos que aún no la tienen.
Quienes han pagado la negligencia de las autoridades de salud y del propio gobierno federal, ha sido el pueblo, pues a la fecha suman más de 300 mil los fallecidos por Covid-19. Entre los más contagiados se encuentran los obreros de todo el país, pues dada su necesidad tienen que seguir asistiendo a trabajar, aún sin que en las fábricas o maquilas en las que trabajan existan las condiciones óptimas.
Del 1 al 14 de enero de 2022, el estado registró 9,455 casos confirmados de contagios. Así mismo, la Secretaría de Salud reporta que a la fecha, desde el inicio de la pandemia ha habido un total de 8,884 decesos. Estos datos duros lo que revelan es que las medidas que se han tomado han sido insuficientes para reducir los contagios, además de que es preciso señalar que en cierta medida ha habido un relajamiento por parte de las personas. Sin embargo, esto solo ha contribuido a que se eleven los contagios, pues en realidad, la producción no se ha detenido, y la necesidad de comer ha orillado a los trabajadores a salir a laborar a sus trabajos.
El escenario para Chihuahua y todo México es desolador, pues hay y seguirá habiendo un contagio masivo, y por otro lado la cuesta de enero que golpeará muy fuerte a los mexicanos. Me parece que urge un plan integral que pueda reaccionar de manera inmediata a estos graves problemas.
Pero también es un llamado a la iniciativa privada, para crear las condiciones necesarias para salvaguardar la integridad y salud de los trabajadores. Los obreros son la clase más vulnerable, pero también la clase que hace funcionar toda la maquinaria de la producción en México y en cualquier país del mundo. Sería justo que haya un poco de mayor preocupación por ellos.
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