MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Ocurrencias y mal gobierno

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"Primo hermano". Medio confundido por carecer de tu "luz" pues no cuento con la "del mundo" que te alumbraba, últimamente medio eclipsada por "complós" sobre pedofilia y excesos evangelizadores, quiero entender cómo es que estamos "requetebién", contagiarme de la euforia de tus 30 millones de electores y, según tus cuentas, más de 80 millones que ahora apoyan, aplauden y alaban tus actos de gobierno e insisten en que tenemos al mejor Presidente del mundo y de la historia, de esa que, según tus "épicas" cátedras en sendas "mañaneras", concibe la fundación de México desde hace "10 mil años", en una "humanidad" americana surgida "entre cinco y 10 mil millones de años".

Te pido entonces, "primo hermano" que aclares mis dudas, pero, como agregaré alguna opinión personal, te pido alecciones y sofrenes a los chacales e hienas cibernéticas con esa beatífica prédica de "no hagan sufrir a sus mamacitas", que respeten los preceptos de tu "Cartilla moral" y no muerdan con rencor visceral al portador del escepticismo que aquí vierto, porque "yo no merezco eso". Con miedo, aunque "cobarde no soy", pero ahí va.

Quisiera entender el cambio positivo y profundo que representa esa nubilosa 4T, pues en ocasiones parece "piquete de ojo", los pasos de la burrita o de plano, cambio en reversa, por tus repetitivos reculones pero que, de ser tan significativo y trascendente como afirmas desde tus pausados, abstractos y amorfos discursos, ¿cómo se logrará con un instrumento que se transformó de "tigre" en "elefante reumático", auto calificativo a tu propio gobierno?, ¿con esa heterogeneidad partidista, ideológica, conceptual y académica que lo componen, justificada y beatificada sin ambages al conformarse, pero vilipendiando sin decoro y con inquina a los funcionarios que se desgranan y renuncian ahora?, ¿con tantas decisiones erráticas y prédicas tan contrarias entre sí y con los hechos, que parecen dictadas no por la, según tú, insulsa ciencia económica, sino por ocurrencias adelantadas de tu anunciada "economía moral", sustituta excelsa del derogado neoliberalismo?, ¿cómo entender tu aparente autismo respecto a los "datos" económicos, sociales, técnicos, etcétera, de instituciones autorizadas, de tus secretarios y de tus propias medidas. Trataré de agrupar y sintetizar, si no por orden, sí por tema.

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Como es costumbre, acusaste de corrupción en el NAIM, juzgaste, sentenciaste y prometiste cancelación y ejecutaste, previa "consulta popular" y posterior celebración por el "triunfo democrático" obtenido, aunque sin mencionar los enormes costos inmediatos y de largo plazo; en abril de este año, Javier Jiménez Espriú, tu Secretario de Comunicaciones y Transportes, en comparecencia en el Senado, afirmó que "no se encontró ¡ningún hecho probable de corrupción en NAIM; luego, un juez federal otorgó suspensión definitiva a la cancelación, cuando Conagua programaba inundar; esto re encendió tu campaña contra el Poder Judicial; de cualquier forma, Conagua inundó parcialmente la obra.

Apoyaste la obra del metrobús de la Comarca Lagunera, en los estados de Coahuila y Durango (28 de diciembre de 2018), para luego cancelarla con una simpática y circense votación a mano alzada (junio 2019), "nomás p’a medirles el agua a los camotes".

Prometiste la cancelación de la termoeléctrica en el estado de Morelos; en febrero de este año, anunciaste su continuación y, por exigirte el cumplimiento de tu promesa, zaheriste soezmente y con semblante descompuesto y amenazante a campesinos opositores transformándolos de "pueblo bueno y sabio" en "conservadores radicales de izquierda". Posterior a esto, asesinan a Samir Flores, líder visible de ese movimiento. Por cierto, lo último que se conoce sobre la investigación de este homicidio es que "se siguen seis líneas de investigación" (28 de febrero de 2019). ¿No está algo opaca la transparencia?

Prometiste vender el avión presidencial para evitar "fantocherías" y por ser "fifí"; y que las ganancias se destinarían a "becas para los estudiantes"; no, mejor "al plan migratorio acordado con Estados Unidos". Jiménez Espriú afirmó lo que todos ya sabían, menos tú: "con la venta del avión no vamos a recuperar dinero, vamos a dejar de pagar" (renta de hangar y mantenimiento, agrego yo).

Te escuchamos en hablar del abandono del campo mexicano por "los de antes", "los neoliberales" y de cómo ahora el apoyo es de tal magnitud, que México será autosuficiente en un período corto. ¿No te han informado del recorte presupuestal 2019? o ¿faltará "honestidad republicana"?

En otro, hablaste con voz conmovida sobre la salud, la falta de médicos y enfermeras y la transformación de nuestro sistema de salud en uno de primer mundo. Caray, "primo", no te mediste o desconoces que miles de especialistas, médicos y enfermeras han sido despedidos en estos meses de tu gobierno; que se eliminaron recursos para cáncer de mama, niños con cáncer, que con la cancelación del programa Prospera cerraron las clínicas IMSS-Prospera..., ¿de verdad no sabes el tamaño de los recortes y subejercicio que estás aplicando y sus efectos en la vida del "pueblo bueno y sabio"? Cuando hablas de "becas para todos" y rematas con "el apoyo es universal", ¿desconoces que con el presupuesto que destinaste no alcanza, por más fuerte que lo grites?

Pero el reculón de reculones lo diste en el tema migratorio. Caray. Se aplaudió como siempre y para todo, las facilidades que brindaste a los migrantes centroamericanos, las redes te elogiaron, se te llamó humanista y otras lindezas. Pero llegó el aciago día del twit de Donald Trump, amenazándonos con aranceles progresivos del 5 al 25 % si no frenábamos la migración, le mandaste aquella cartita que ignoró, porque siguió amenazando ¿recuerdas?; armamos una delegación con la encomienda de detener la amenaza, al grito de guerra de "me canso ganso", que tantos dividendos y aplausos te genera en mítines placeros. Error garrafal. El águila calva no se amilanó y desplumó a nuestro ganso. Debimos calcular la disparidad económica, la correlación de fuerzas con los gringos, el momento político y el talante de Trump, sino, de menos inventar una expresión más intimidante y nacional; por ejemplo: ¡aquí está el águila real!, ¡ya llegó su charro negro! Pero el ganso. Total, que nos obligaron a militarizar ambas fronteras con 10 mil elementos en la Sur y 15 mil en la Norte (dato curioso: más protección para le entrada a los EU). Y a cazar hermanos, hombres, niños y mujeres migrantes; a financiar el desarrollo centroamericano con 100 mil millones de pesos; a convertirnos, en los hechos, en Tercer País. Pero dijo Ebrard que salimos con la dignidad intacta y hasta nos fuimos a celebrar el triunfo diplomático, otro, en Baja California.

Trato similar merecen los temas económicos y de los organismos autónomos, pero tal vez llegó el momento de poner al ganso, al elefante reumático y al "primo hermano" en la petaca, abandonar el aplauso fácil y simplón que celebra las posiciones más disímbolas sobre un mismo tema, como queda comprobado líneas arriba; la sonrisa sarcástica con que se descalifica y se acusa sin pruebas. Llegó el momento de que nuestro Presidente sea un estadista, que explique seriamente a sus ciudadanos el rumbo que quiere dar a esta gran nave que es nuestra patria y, con respeto acepte la pluralidad de ideas e invite a la conjunción de esfuerzos, capacidades y voluntades para llevarla a buen puerto antes de que naufrague. Llegó el momento de abandonar dicharachos y chocarrerías y de llamar al pan, pan y al vino, vino.

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