MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Pandemia, inflación y 4T;  ¡organízate y lucha!

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Mucho se ha hablado ya de la gran esperanza que millones de mexicanos habían depositado en el nuevo gobierno del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, en 2018 el pueblo votó en su mayoría por el proyecto político de “La esperanza de México”, el cual prometía entre muchas otras cosas, ayudar principalmente a las clases más desfavorecidas de nuestro país. Han transcurrido ya tres años del gobierno autonombrado “la cuarta transformación”, y los mexicanos lo único que hemos visto es el abandono de los que menos tienen, una política de oídos sordos a los ruegos de organizaciones, sindicatos, vendedores ambulantes, amas de casa, madres y padres de familia que solicitan apoyo para curar a sus hijos; doctores, enfermeras que exigen más apoyo a la salud; agricultores, jornaleros; hasta los mismos presidentes municipales, gobernadores, diputados y senadores de la república han sido rechazados, hasta vilipendiados por atreverse a solicitar al supremo gobernante de nuestro país, recursos para sus municipios, estados, distritos, etc.

La llegada de la pandemia mundial a nuestro país, fue otra desgracia más para las clases trabajadoras, pues el gobierno federal, en lugar de apoyar a la población, se dedicó y sigue dedicándose a decirle al pueblo, que se aísle, que se quede en su casa, que se lave las manos, y que les rueguen a todos los santos para que los cuiden de tan grave enfermedad. Según algunos medios de comunicación, el gobierno federal ha logrado aplicar 132 millones de vacunas, lo cual, es un número realmente alto, si tomamos en cuenta que los mexicanos somos alrededor de 120 a 130 millones, pero si esas vacunas aplicadas hasta diciembre del año 2021 las dividimos en dos, pues son dos dosis las que la gente necesita, y en algunos casos como los maestros y adultos mayores son tres aplicaciones. O sea que, haciendo cuentas, aún falta poco más de la mitad de la población mexicana con lo cual no se logra la tan anhelada inmunidad de rebaño que buscan nuestras autoridades, y para muestra escalofriante están los más de 4 millones de contagiados y los más de 300 mil fallecidos a causa de esta pandemia.

Por si esto fuera poco, cuando se pensaba que ya estábamos “dominando” la pandemia, en el último bimestre, noviembre- diciembre de 2021, se presentó la llamada variante Ómicron, a la que, como en los casos anteriores, nuestro flamante presidente y su perico-loro, López Gatell, salieron a declarar que no exageráramos tanto la capacidad de contagio de la nueva variante, que tan solo con “quedarse en casa, aislarse, en caso de sentir algún síntoma, lavarse las manos con mucha agua y jabón, etc.”, con solo eso era más que suficiente para contener los contagios. El nuevo año 2022 nos recibió con la noticia de que, a finales del primer mes, la mitad de la población mexicana estaría infectada con la variante ómicron, que la capacidad de contagio de dicho virus es mucho más elevada que las anteriores, y que sin vacuna y sin cuidados médicos puede ser fatal. La respuesta del gobierno federal sigue siendo la misma, “quedarse en casa”, tal parece que el presidente López Obrador y su perico-loro, tampoco están enterados de que en nuestro país no solo nos ha golpeado la pandemia, sino también la pobreza con la falta de empleo, la inflación en su nivel más alto en 20 años, y las pocas esperanzas de salir de esta situación mientras el gobierno de la 4T, siga con sus erradas y perjudiciales decisiones económicas en inversión pública privada.

Y como cereza en el pastel, enero de 2022 nos recibe con la noticia de que la cuesta de enero del presente año será particularmente dolorosa para millones de familias mexicanas, pues a todos los males arriba mencionados, la 4T y las políticas erróneas para combatir la pandemia de covid-19 y sus variantes, se une, como eslabón al rojo vivo en el cuello del pueblo trabajador, la inflación, que en diciembre de 2021 alcanzó el 7.36%, provocando una aumento en el costo de los productos de la canasta básica, como son el jitomate, la tortilla, el aguacate, el aceite, frijol, huevo, carne, etc., y el aumento en los combustibles, que viene a aumentar la totalidad del costo de todos los productos en el mercado. Es cierto que como dice el Ing. Aquiles Córdova Morán, secretario general del Movimiento Antorchista Nacional, y el principal luchador social en México en favor del pueblo, que la gente de nuestro país no sabe qué es la inflación y cómo impacta en su ya de por sí bajísimo nivel de vida, y lo explica de la siguiente manera:

“Este año será particularmente dolorosa la cuesta de enero, por la inflación de 7.36% a fines de diciembre pasado. La gente trabajadora no sabe qué es la inflación, y cómo impacta en su ya de por sí bajo nivel de vida. Ésta se produce por un desequilibrio entre la cantidad de dinero que circula en manos de los compradores (demanda), y la cantidad de mercancías que se ofrecen en el mercado (oferta), un desajuste entre la oferta y la demanda, que puede ser por un producto, o por varios productos. El dinero de la gente ya no alcanza para comprar lo que compraba antes, y se ve forzada a comprar menos o comprar productos más baratos y de menor calidad, lo que daña a las familias en su salud, nutrición, etc., y genera más pobreza” …

La inflación, explica el dirigente de los antorchistas, se puede interpretar de la siguiente manera: en la pérdida del valor adquisitivo del salario de los mexicanos, si a cada 100 pesos que gana un trabajador le quitamos el porcentaje de la inflación que hasta diciembre de 2021 era de 7.36%, le estaremos descontando 7.36 pesos por cada 100 que se le pagan al trabajador, o sea que en números reales el trabajador ya no está ganando esos 100 pesos, sino ahora gana 92.64 pesos, con los cuales tiene que seguir rascándose como pueda, pues los productos no van a bajar de precio, el empresario no va a perder, le va a cargar la cantidad de inflación al consumidor, provocando que los que ganan un salario mínimo en nuestro país, tengan menos comida en sus hogares, menos dinero para pagar servicios elementales como agua, luz, salud, escuela, etc., empujando a millones de familias a buscar otra manera de conseguir esos recursos, en las calles como vendedores ambulantes, en el mejor de los casos, o aumentando el número de los delitos por robo, secuestro, prostitución, etc.

Tal parece que Andrés Manuel López Obrador, y su flamante 4T, lo único que le han dado a los que menos tienen es más pobreza, muerte y ninguna esperanza de que esa situación vaya a cambiar algún día. Y termino mi opinión con el llamado que el Movimiento Antorchista hace a todos los mexicanos, ante un panorama tan desolador como en el que nos encontramos no queda de otra más que unirse, como un solo hombre y un solo ideal.

“En México el gasto público es muy deficiente, y la inversión privada está casi nula, se está yendo. Si el gobierno no consume en obra público, si no hay inversión pública ni privada, no hay crecimiento y no hay empleo, no hay aumento en los salarios, no hay modo de que mejore la suerte de los menos favorecidos económicamente. La cuesta de enero amenaza con prolongarse todo lo que resta del sexenio. ¿Qué hacer? Aplicar la receta de Lenin, organízate y lucha” (ACM). 

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