Estamos a pocos días de cumplir un mes del anuncio que hiciera el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador para contener el aumento en los precios de la canasta básica y la inflación en nuestro país sigue al alza.
Según informes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del pasado 09 de mayo, el Índice Nacional de Precios al Consumidos se situó en 7,68 por ciento a tasa anual, el nivel más alto desde enero de 2021. El incremento mensual en los precios del jitomate, la gasolina de bajo octanaje, el pollo y el aguacate presionaron al alza el indicador, lo que origino que la inflación se fuera al alza a niveles no vistos. Según datos del INEGI, la última vez que rebaso este nivel fue en enero de 2021, cuando se ubicó en 8,11 por ciento.
Para atajar la inflación, el Gobierno del presidente López Obrador presentó el pasado 4 de mayo un Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), un plan pactado con los empresarios. Las medidas contemplan una homologación de precios en los 24 productos que componen la canasta básica de la Procuraduría Federal del Consumidor, Profeco, durante los próximos seis meses, una mayor producción de granos y exención de cobro de aranceles en la importación de alimentos y fertilizantes para abaratar los costos de la cadena alimentaria. En la presentación de dicho plan el presidente dijo que este no tendrá medidas coercitivas ni control de precios, si no acuerdos para garantizar que la canasta básica de alimentos tenga un precio justo.
Acompañado por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, productores, empresarios y comerciantes, desde Palacio Nacional, el presidente dijo que “no se trata de control de precios, es un acuerdo para garantizar que la canasta básica de alimentos tenga un precio justo y quiero agradecer la colaboración de los productores, empresarios y comerciantes porque han aceptado participar de manera voluntaria”.
En la presentación del PACIC, el secretario de Hacienda y Crédito Público explicó que la inflación que está padeciendo todo el mundo es a partir de una oferta limitada de productos derivada de la pandemia de la covid-19, después por una recuperación de las economías que fue demasiado repentina y posteriormente por el conflicto entre Rusia y Ucrania. Además, dijo que el gobierno no hubiera tomado la decisión de subsidiar el incremento en el precio de los combustibles, la inflación estaría en 10 por ciento. También expuso que, del monto general de la inflación, el 3.8 por ciento es debido al aumento en el precio de los productos de la canasta básica.
¿Pero, en qué consiste el plan antiinflacionario?
Ramírez de la O detallo que “el plan integral inicia por tener un precio de garantía en 24 productos de la canasta básica en alimentos como huevo, frijol, leche, limón, aceite, arroz, atún, azúcar, bistec, cebolla, chile jalapeño, entre otros…”. El secretario detallo que dicho plan también implica un aumento en la producción de los principales granos como maíz, frijol y arroz, que recaerá en la constitución de una reserva estratégica de esos productos, además de un estímulo al programa Sembrando Vida; también preciso que la entrega de fertilizantes se ampliara de cuatro a nueve estados, con lo que el gobierno pretende que aumente en 2 millones de toneladas la producción de granos básicos, además de 800,000 toneladas más con el programa Sembrando Vida.
El secretario de Hacienda señaló que se contempla eliminar aranceles para la importación de sulfato de amonio y otros insumos básicos necesarios para la producción; además, indico que se prevé un aumento de la vigilancia en carreteras para evitar el robo de productos, el no aumento en el cobro en las casetas de peaje, en la tarifa ferroviaria, así como garantizar una reducción de costos y tiempos de despacho aduanal en los puertos marítimos.
Asimismo, resaltó que hay una relación comprometida de coordinación entre empresas y gobierno por seis meses, a fin de dar seguimiento al comportamiento de la inflación, así mismo asevero que para lograr este plan hubo reuniones con industriales, y con la cadena de producción y distribución.
Tras conocer el plan presentado por López Obrador, la analista de Banco Base, Gabriela Siller, escribió en su cuenta de Twitter que los subsidios planteados implican presión para las finanzas públicas.
“Con esto se corre el riesgo de que temporalmente se genere un mayor subejercicio en el gasto en inversión física, para poder mantener balanceadas las finanzas públicas. Con esto el Gobierno frenaría más la economía, pues el gasto en inversión física tiene el potencial de generar un efecto multiplicador sobre la economía”, dijo.
La inflación en México se ha mantenido sin tregua desde el inicio del año. El alza de los alimentos, de los energéticos y de los servicios turísticos, han mantenido el indicador en niveles no vistos desde los últimos 21 años. La escalada de precios incide en un menor poder adquisitivo de las personas para comprar los alimentos en su día a día. De acuerdo con el análisis de Grupo Consultores de Mercados Agrícolas (GCMA), los precios de la canasta básica en el país bajaron de 13,4 por ciento al cierre de marzo 2022 contra 13,1 por ciento de abril.
Como señalábamos líneas arriba, estamos a pocos días de cumplir un mes del anuncio que hiciera el presidente de México para contener el aumento en los precios de la canasta básica y la inflación en nuestro país sigue al alza. Pero la causa del incremento en la canasta básica no es la guerra en Ucrania como bien lo señalo el doctor en economía Abel Pérez Zamorano en su artículo “Inflación en alimentos: la guerra de Ucrania no es el origen”.
En su análisis sobre la inflación en nuestro país el doctor Pérez Zamorano señala que la inflación mundial viene de antes y se agudizo el año pasado. En su artículo, el doctor, resalto que “el costo mundial de las importaciones alimentarias aumentó en 50 por ciento entre 2015 y 2020, y el precio de compra del Programa Mundial de Alimentos de la FAO aumentó en 21 por ciento entre 2020 y 2021. El precio del trigo en el mercado mundial subió 55 por ciento, antes de la guerra. “El alza en el precio proyectada por la FAO sumaría al encarecimiento que se vio durante 2021.
En México, el precio de los fertilizantes agroquímicos aumentó, en promedio, 89 por ciento durante el año, según un análisis realizado por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA)” (El Financiero, 25 de marzo). Y el problema alimentario ya venía complicándose: en 2016 había en el mundo 108 millones de personas en inseguridad alimentaria; en 2019 fueron 135 millones, y en 2020, 155 (FAO). La tendencia alcista, pues, ya venía, y como, según la lógica, la causa precede siempre al efecto, si la inflación venía aumentando fuertemente antes de la pandemia y la guerra, entonces esta no es su causa, sino, en todo caso, catalizador de un proceso ya en marcha.
A nosotros, la inflación mundial nos impacta de forma más directa, y potenciada, por nuestra creciente dependencia alimentaria. México se posicionó como el segundo mayor comprador del agro estadounidense…” (El Financiero, 8 de febrero). Las ventas agropecuarias de Estados Unidos a México acumularon […] un aumento de 39.2 por ciento en comparación con 2020 […] un récord para las compras de productos agropecuarios provenientes de Estados Unidos (EE. UU.), que rebasaron los 20 mil mdd por primera vez en la historia […] Somos el primer importador de maíz en el mundo (CNA); el 40 por ciento del consumo se cubre con importaciones, mientras, en todos los cultivos, la superficie cultivada seg ha reducido en 4 millones de hectáreas entre 2014 y 2020. Y aquí radica la responsabilidad directa de este y los anteriores gobiernos, cuya política económica nos sigue hundiendo en una terrible dependencia alimentaria. Y eso no lo causó la guerra de Ucrania, como pretenden hacernos creer.
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