Sin modificaciones, el pasado 28 de diciembre el Congreso del Estado aprobó el Paquete Presupuestal para el Ejercicio Fiscal 2025, por un monto de 62 mil 783 millones de pesos, mismo que representa un incremento de mil 968 millones de pesos respecto al de 2024.
Cada año el gobernante en turno declara que el Paquete Fiscal está pensado en disminuir desigualdad y pobreza pero al término de este, el resultado sigue siendo el mismo: más pobreza y más desigualdad.
Dicho presupuesto considera que el 80 % de las dependencias tendrán un incremento en su presupuesto y a decir del diputado Germán Quintal Medina, presidente de la Comisión Permanente de Presupuesto, Patrimonio Estatal y Municipal, tiene como objetivo, “combatir la pobreza, fortalecer el estado de derecho, mejorar las condiciones de salud, educación, empleo, la reactivación del campo, así como la modernización y ampliación de la infraestructura para lograr el Renacimiento Maya de Yucatán”.
Por su parte, mediante un comunicado, el gobernador Joaquín Díaz Mena agradeció a los diputados locales la aprobación del recurso al que considera el primer presupuesto de su programa estatal denominado “Renacimiento Maya”, proyecto insignia de su gobierno que “busca transformar a Yucatán impulsando el desarrollo social y económico de las comunidades más vulnerables”, pues se dice que el presupuesto aprobado tiene como eje central el bienestar social y la implementación de políticas públicas inclusivas, el fortalecimiento de sectores como la agricultura, ganadería y la pesca.
Pareciera pues, que la transformación en Yucatán está asegurada y que 2025 se avizora mejor para quienes han vivido olvidados del presupuesto gubernamental.
Sin embargo, estos buenos augurios y discursos ya los conocemos de sobra; cada año el gobernante en turno declara que el Paquete Fiscal está pensado en disminuir la desigualdad y pobreza en la que viven miles de familias yucatecas, pero al término de éste, el resultado sigue siendo el mismo: más pobreza y más desigualdad. ¿Por qué habríamos de creer que este año será la excepción y que las cosas cambiarán positivamente para los sectores empobrecidos de la entidad?
El paquete económico anuncia incrementos importantes al Instituto para la Construcción y Conservación de Obra (Inccopy) de 766 %, a la Secretaría de Fomento Económico y Trabajo (Sefoet) de 417.3 %, al Instituto de Infraestructura Carretera de Yucatán (Incay) con 105 %, Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentables (Sepasy), 72 %, Secretaría de Bienestar, 49.5 %, y, aunque con porcentajes menores, aumenta la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder), 34.6 %, el Instituto de Vivienda de Yucatán (IVEY), 16.8 %, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), 7.2 %, la Junta de Alcantarillado y Agua Potable de Yucatán (Japay), en casi 7 % y el Instituto de Emprendedores de Yucatán (IYEM) con 5.3 %, entre otros.
Llama la atención que las dependencias que incrementan sustancialmente su presupuesto son precisamente aquellas que tienen que ver con el impulso y la modernización de la infraestructura de Puerto Progreso como punto neurálgico para el comercio y uno de los ejes principales del plan de conexión multimodal que integrará al Estado en un circuito logístico a través de la conexión del Tren Maya y el Tren Transístmico.
A pesar de eso, si el incremento presupuestal a dependencias como la Secretaría del Bienestar, Seder, IVEY, SSP, Japay y el IYEM, atiende con preferencia las necesidades de los sectores vulnerables, puede repercutir en el mejoramiento del bienestar de los yucatecos que más lo necesitan.
Ojalá que la vivienda, la salud, la educación, las pavimentaciones de calles, la introducción y ampliaciones de redes de energía eléctrica, de agua potable; el drenaje, los parques, la seguridad en colonias y comunidades pobres; los caminos sacacosechas, los insumos agrícolas, apícolas y pesqueros no queden en buenos deseos, durmiendo el sueño de los justos, porque quienes demandan atención en estos rubros son los sectores más empobrecidos de la entidad.
Por eso, los yucatecos adheridos al Movimiento Antorchista en la entidad, nos dirigimos al gobernador Joaquín Díaz Mena, solicitando que las demandas de infraestructura, obras y servicios de carácter social, contenidas en el pliego petitorio entregado el pasado 15 de noviembre, se resuelvan con la urgencia que ameritan: oficialización y contratación de la plantilla docente de la Escuela Preparatoria de Nueva Creación “Felipe Carrillo Puerto” ubicada en Kanasín, incorporación de familias de comunidades y colonias pobres de Yucatán a los distintos programas de vivienda, regularización de asentamientos urbanos en los municipios de Mérida, Kanasín, Tizimín y Valladolid, pavimentaciones de calles, ampliaciones de redes de agua potable y de energía eléctrica, apoyo a productores agrícolas, apícolas y para artesanos, apoyo a la cultura y al deporte, entre otras.
Solicitamos que, como lo ha reiterado el titular del poder Ejecutivo, su gobierno sea incluyente y respetuoso a las distintas expresiones políticas en el estado, mostrando siempre voluntad política para atender las necesidades de los yucatecos pobres como lo son las demandas arriba enlistadas, cuya solución tiene también como objetivo el Renacimiento Maya.
Finalmente, llamo a mis compañeros antorchistas para que el jueves 30 de enero acudamos en comisión a Palacio de Gobierno a solicitar respuestas positivas a nuestras demandas, asegurándonos que estén contempladas para su ejecución en este año. Que ninguno de los convocados falte.
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