Como resultado de un profundo estudio sobre los resultados de la pobreza multidimensional 2020 del estado de Jalisco, realizado por el Instituto de Información Estadística y Geográfica (IIEG), quedó revelado que se duplicó la pobreza extrema en Jalisco. Los jaliscienses que comparten esta situación suman 251 mil, una cifra que es equivalente al número total de habitantes de los municipios de Ameca, 60 mil 386; Atotonilco el Alto, 64 mil 9; Autlán de Navarro, 64 mil 931 y la Barca, 67 mil 937. Así de grave es la penuria en la entidad.
El IIEG, dependiente del Inegi, advierte que es una cifra en aumento, pues hace siete años arrojaba una cifra de 117 mil personas con un ingreso bajo e insuficiente, que ni siquiera les alcanza para adquirir algunos productos de la canasta básica para poder sobrevivir. Tres de cada 10 jaliscienses son pobres, recientemente Jalisco sumó 347 mil 660 personas a la lista y ya son 2.6 millones, pero esencialmente este grupo de 251 mil no les alcanza en el hogar para comer.
Según el Inegi, en 2020, a nivel nacional había 10.8 millones de mexicanos en el estado más bajo de pobreza, aproximadamente el 8.5 por ciento de la población. En 2018, había 8.7 millones de mexicanos en esa situación, equivalente a 7 por ciento de la población mexicana. Es decir, 2.1 millones de personas se sumaron a esta situación en los dos primeros años del gobierno lopezobradorista. Estos datos reflejan claramente que la pobreza extrema gana terreno con la 4T.
Todavía no se publican los datos de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares 2022 (ENIGH), que el Inegi levanta de forma bianual, por lo que no se sabe cuántas personas más se sumaron en situación de extrema pobreza durante los cuatro años del actual sexenio, pero sin duda la cifra será mucho mayor.
Hay un indicador más oportuno, aunque menos preciso, de la pobreza laboral. El IIEG destaca que en Jalisco el 24.1 por ciento de la población tiene un ingreso laboral inferior al valor monetario de la canasta alimentaria en el primer trimestre de 2023. A nivel nacional, el 37.7 por ciento de la población en México se encuentra en pobreza laboral, lo que se traduce en que 48.6 millones de personas no pueden comprar una canasta alimentaria con el ingreso laboral.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) para que una persona sea considerada en situación de pobreza es porque enfrenta alguna de las siguientes seis carencias: rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda. servicios básicos de la vivienda y acceso a la alimentación. El número total de personas en pobreza en Jalisco es de 2 millones 633 mil, equivale al 31 por ciento del total de habitantes en el estado, es decir, tres de cada 10.
Ahora bien, según la “Fundación Acción Contra el Hambre”, la pobreza extrema, es la situación en la que no se dispone de los recursos mínimos que permitan a una persona satisfacer al menos una de las necesidades más importantes, como es la alimentación. Una persona está en pobreza extrema cuando no tiene recursos para comprar los alimentos más básicos, incluso destinando todos sus ingresos para comprar productos para su alimentación. Es una situación que va más allá de la carencia de alimentos, agua potable, servicios médicos. Es un problema grave de Derechos Humanos. O sea, si la pobreza es terrible, la pobreza extrema es un verdadero horror.
El pueblo de México debe informarse para darse cuenta de esta realidad y buscar soluciones. En efecto los gobiernos anteriores si no pudieron contener el crecimiento de la pobreza, pero la pobreza extrema si lograron disminuirla y por eso fueron señalados que solo administraban la pobreza. Pero ahora, hay un gobierno que no solo administra la pobreza, sino que la reproduce como una forma de control político. Se está fabricando un país sin futuro y con ello las carencias sociales y la desigualdad seguirán lastrando el desarrollo de nuestro país.
La pobreza extrema seguirá ganando terreno. Las corcholatas de Andrés Manuel López Obrador seguirán gobernando igual o peor, dándole pan y circo al pueblo, basta escuchar sus discursos por ejemplo Marcelo Ebrard quien plantea crear la secretaría de la 4T y poner al frente de ésta al hijo de López Obrador, José Ramón López Beltrán. Es decir, al igual que su jefe e ideólogo, a ellos tampoco les interesa contener el alarmante incremento de la pobreza en el país y solo les interesa el poder a cualquier costo.
Los mexicanos que enfrentamos alguna o varias carencias, nos debe quedar claro que solo el pueblo organizado y consciente puede parar en seco el horror de la pobreza extrema. Los trabajadores no pueden seguir pidiendo dádivas del gobierno de la 4T y de Morena, tienen que organizarse, educarse hasta llegar a ser capaces de tomar en sus manos el poder de la nación y construir entre todos una patria más justa y próspera en beneficio de todos.
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