El pasado ejercicio de revocación de mandato puso al descubierto el verdadero rostro del Gobierno federal, la pobreza infame que no resuelve y que usa para llevar agua a su molino, y para colmo de los males se ayuda de la relación que tienen sus compinches, en distintas zonas del país como es el caso de Sinaloa, con uno de los carteles más poderos de México.
Pobreza y crimen son el rostro cruel de ingobernabilidad e inseguridad que priva en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), problemas que no quiere ni puede resolver, y como consecuencia de ello el deficiente desarrollo económico y social lo sufre la clase trabajadora de México, y desde luego Nuevo León, donde existen colonias en el área metropolitana y de comunidades rurales, en condiciones de abandono social y económico.
El fenómeno tiene bastante tiempo de no atenderse, lo triste es que el gobierno en general no se ocupa en resolverlo, y en mi opinión es urgente atender el rezago social y económico que sufre la entidad federativa, que perjudica sobre todo a la clase trabajadora.
Con López Obrador continúan y empeoran las crisis de seguridad, de educación, infraestructura en mal estado, en el transporte público, insuficiente y en mal estado; además, la falta de vialidades para su libre tránsito, la falta de empleo, aun no se logra salir de la pandemia de covid-19, un entorno caótico, la condición ambiental, aire contaminado dañino para la salud de los regios, la necesidad del agua impostergable, indispensable para el uso doméstico. De todo lo anterior adolece y sufre el estado floreciente de Nuevo León, que nos jactamos y decimos que estamos orgullos de ello, pero que nuestra realidad nos dice que falta empleo bien remunerado, faltan proyectos productivos para la generación de fuentes de empleo, además la suma en negativo de mano de obra por el fenómeno migratorio mal administrado por nuestro Gobierno federal, mano de obra que debe ser contemplada sino genera más problemas al no tener como subsistir, lo abrupto del fenómeno genera un descontrol que no se puede resolver de la noche a la mañana, todo ante la mala organización del gobierno emanado de las filas de Morena y de la mal llamado Cuarta Transformación, una transformación que no se ve por ningún lado, o que de nada sirve o sirve muy poco por los desamparados de siempre que son los trabajadores de Nuevo León y todo México.
Desafortunadamente para los mexicanos, estamos en manos de un individuo insensible, inhumano, incapaz de entrar en razón y empatar con toda la población mexicana, sí, estamos hablando de Andrés Manuel López Obrador, quien no es empático con todos los individuos que viven en este país rico, muy rico en recurso naturales, con un enorme potencial que está siendo desaprovechado, lo cual potencializa la desigualdad económica y social. No podemos guardar silencio y hacernos cómplices por omisión, no es sano para nadie la antipatía ante los grandes males que está padeciendo el estado de Nuevo León y el país entero.
El fenómeno de la corrupción es congénito al sistema de producción vigente, acabar con la corrupción es sano y loable, claro y por supuesto que lo celebramos, pero hasta ahí, no basta con eliminar la corrupción porque eso solo es un mejoralito ante el cáncer que padece nuestra sociedad donde unos pocos, muy pocos cuentan con excesos de todo tipo y otros, la gran mayoría, no tienen como educarse, como vestirse, como comer, sin un lugar físico un hogar donde vivir dignamente, como recrearse sanamente, y nuestro presidente buscó y encontró lo que buscaba en la revocación de su mandato, ni con la sarta de mentiras y atacando a organizaciones sin mostrar prueba alguna, en sus díceres mañaneros, ni con todo esa maquinaria salieron a votar los mexicanos, el pueblo es sabio claro que si y por eso no salió a votar.
El discurso de que todo se solucionaría al acabar con la corrupción se agotó, la realidad nos conduce por el camino correcto para entender el proceso del desarrollo económico y social, el entender donde nace la riqueza, quien la produce, y buscar e implementar medidas de su distribución justa y equitativa. Es necesario quitarse de la cabeza el tabú que la corrupción es la causa de todos los males de México y, por supuesto, de Nuevo León.
La equidad y equilibrio se logrará una vez que se tenga claro el meollo del asunto y solo así dejara de haber resistencia a un verdadero cambio junto con las inercias socioculturales y estructuras macroeconómicas que impiden un avance pleno; este atraso se debe, en buena medida, a la falta de oportunidades impuestas por el modelo socioeconómico neoliberal rapaz, concentrador de la riqueza en unas pocas manos, modelo vivo a pesar de todo lo que se discuta.
La verdadera liberación de la raza humana, de la justicia social, de la equidad económica y social, solo lo puede lograr el pueblo unido, organizado y educado, tarea insoslayable del proletariado, sigue pendiente la lucha, sigue inconclusa y debe continuarse en unidad fraterna con firmeza y sin detenerse.
¡¡VIVA ANTORCHA REVOLUCIONARIA!!
0 Comentarios:
Dejar un Comentario