A un año de que culmine el gobierno de la Cuarta Transformación, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y es fecha de que aún no cumple una consigna de campaña que lo llevó a la victoria en 2018, cuando dijo que “por el bien de México, primero los pobres”.
Pero la realidad no se puede ocultar, y nos muestra todo lo contario; es decir, en su gobierno los principales afectados son los más pobres.
Tomando medidas y eliminando programas que afectan aún más a la gente más necesitada tales como Prospera, estancias infantiles, comedores comunitarios, apoyo a los niños con cáncer, a las clínicas con medicamentos, escuelas de tiempo completo, el ramo 23 que ayudaba a impulsar obras para mejoramiento de escuelas, pavimentación, domo, canchas de usos múltiples, y no se queda atrás el apoyo al campo que también se le hizo recortes presupuestales.
Tal vez no los sacaba de la pobreza, pero en algo les ayudaba. Para el presidente todo gira en torno a la corrupción, siendo esta una de tantos problemas de México, pero no la principal, como plantea el presidente, porque si fuera así, con algunos exfuncionarios que ya están en el penal se habría acabado la miseria que vivimos diariamente. Pero el gobierno de la 4T se justifica que, dándoles dinero en una tarjeta para que salga de su miseria con ella, sin embargo, eso no pasa ni toda la gente que cumple los requisitos para obtener una tarjeta la tiene y tampoco el pueblo ha salido de su pobreza al contrario la situación de vida de millones de mexicanos sigue igual o cada vez peor, es decir, sigue viviendo en la pobreza con falta de servicios básicos.
Y claro, a esto hay que agregarle que el pueblo sufre la peor ola de violencia. Es muy sabido que el inicio de sexenio de AMLO es el mas violento, esto nos muestra la incapacidad de frenar la violencia y también los llamados de atención a portarse bien, a los abrazos y no balazos no remediaran la delincuencia que afecta principalmente los pobres una vez más la sufren directamente en todo momento, algunos de ellos por su misma miseria se ven obligados a delinquir.
Otro de los males, también es el nulo crecimiento económico que ha provocado un alto nivel de desempleo, como también la inflación que sufre el país, es decir, la reducción de la capacidad adquisitiva de millones de familias, es decir, cuando el país se encuentra en un estado de vulnerabilidad grave, los que pagan los platos rotos es una vez más el pueblo pobre de México.
Claro está que los intereses de los pobres no es prioridad para el gobierno de la 4T por el simple hecho que en su gobierno los pobres son los primeros en sufrir las decisiones de un mal gobierno.
Por ello el Movimiento Antorchista, desde hace 49 años, está poniendo su granito de arena para que el pueblo se eduque, organice y pueda tomar el poder político en sus manos; para que gobiernos como la 4T que sólo piensa enriquecerse a consta de los más débiles ya no los manipule.
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