MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Por la liberación del pueblo, no sólo en el teatro

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La expresión del hombre para expresar y transmitir sus sentimientos ante las diversas situaciones de su alrededor dio nacimiento al arte. El arte es la forma más creativa para hacer llegar su mensaje.

La capacidad del artista para transformar lo que le impacta de ciertas situaciones que vive, lo transforma y crea un mensaje bello y exquisito a la sociedad a través de la música, la pintura, el teatro, un mensaje con el que cuestiona su existencia de manera crítica y objetiva.

El teatro permite a los espectadores confrontar sus propios miedos, deseos y traumas, experimentando una liberación emocional que puede inspirar cambios profundos en la sociedad.

Así es como lo maneja el teatro, que tiene la capacidad de captar la esencia humana y reflejar la realidad social, convirtiendo en un arte poderoso para transformar la perspectiva.

Grandes escritores y dramaturgos se han inspirado en la sociedad, mediante la observación y análisis de las relaciones humanas. Tienen bien definidos los eventos históricos, movimientos culturales y sobre todo los cambios sociales y cuestionan por medio de sus obras los temas de injusticias y luchas que reflejan preocupaciones de la sociedad y guían a la reflexión de la posibilidad de cambios sociales.

En el siglo IV a. C., en Grecia, Aristóteles en su obra Poética definía la catarsis como uno de los efectos principales de la tragedia en el público. Decía que la tragedia, a través de eventos dolorosos y desastrosos, provoca una liberación emocional en el público, especialmente las de miedo y de compasión que experimentan los espectadores al observar las vivencias de los personajes.

La catarsis, por medio de las tragedias en la Antigua Grecia  exploraba temas fundamentales de la existencia humana, como el destino, la moralidad y el sufrimiento. Las obras de Sófocles, Eurípides y Esquilo lograron, y logran en la actualidad, un gran impacto emocional.

En la obra de Edipo Rey, por ejemplo, el proceso de reconocimiento y reversión que Edipo presenta, cuando descubre la verdad de su identidad y sus acciones, la revelación de que ha matado a su padre y se ha casado con su madre. El cambio drástico de fortuna que sufre el personaje, de ser un venerado y respetado rey a convertirse en un devastado y ciego hombre.

El teatro permite a los actores y espectadores explorar sentimientos profundos y conflictos internos de una manera segura y controlada. A través de la identificación con los personajes y sus historias, los espectadores pueden confrontar sus propios miedos, deseos, traumas, y experimentar un sentido de liberación emocional. La conexión entre los actores y el público en cada presentación crea una energía y una atmósfera únicas.

El arte del teatro no lucrativo, realista y sin dar falsas esperanzas de mejoras a la sociedad, sino buscando su purificación e impulsándolo a la liberación masiva de catarsis en eventos culturales como el XXIII Concurso Nacional de Teatro, realizado en San Luis Potosí, es una tarea del trabajo cultural del Movimiento Antorchista Nacional.

Se trata de cuestionar de manera crítica y objetiva la existencia humana, mediante la belleza y crudeza del arte, crear en niños, jóvenes, colonos, obreros, una conciencia del papel que juegan en la sociedad; de tocar los corazones y los pensamientos de la gente.

El artista antorchista es capaz de hacer reír o llorar, pensar o disfrutar a alguien sin tan siquiera tocarlo, conmover hasta las lágrimas y transportar en el tiempo, hacer pensar al mismo tiempo que ríes o lloras.

Las obras que se presentan ayudan a que las personas vean desde otra perspectiva lo que viven y se den cuenta de que hay formas de cambiar su situación, manteniendo la unión y organización de ellas, que sólo así se puede cambiar verdaderamente al pueblo, sin engaños ni falsas esperanzas.

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