Falta menos de una semana para que concluya el período de registro de candidatos a presidentes municipales ante el Instituto Estatal de Participación Ciudadana del Estado de Durango (IEPC), y los ánimos se calientan cada vez más.
La ciudad capital y los medios de comunicación fueron testigos del arribo de un grupo de indígenas del municipio del Mezquital, miembros de Morena, quienes, envalentonados por su reciente triunfo en la elección de la mesa directiva de la comunidad de Santa María de Ocotán y Xoconoxtle, que representa poco más de la mitad del municipio, exigieron que la coalición registre a uno de los suyos como candidato a la alcaldía.
Y es que, según el convenio de coalición presentado el pasado 2 de enero por los partidos Morena, PT, Verde Ecologista de México y Redes Sociales Progresistas, en este municipio le toca proponer candidato al Verde. Por lo que se ve, la divergencia en el interior de la coalición seguirá subiendo de tono, al menos de aquí al 29 de marzo.
Por otro lado, los partidos PRI, PAN y PRD no lograron ponerse de acuerdo y optaron por ir solos en este municipio, lo que pone en duda su triunfo, sobre todo si al final del día, los de en frente llegan a acuerdos.
El ambiente ha contagiado a los de a pie, a los que no tenemos velo en el entierro, a los que solo serviremos para ir a las urnas una vez que todo se cocine sin nuestro consentimiento. Mi llamado es que esperemos con calma a que los partidos decidan, que se registren los candidatos y después hagamos un análisis riguroso sobre el plan de trabajo que habrá de presentar cada uno de ellos, quien los patrocina, cuál es la política de los patrocinadores, qué han hecho.
Por lo pronto, lo que tenemos para analizar es lo que ha hecho cada uno de los partidos durante el tiempo que cada uno ha estado en el poder. Hoy por hoy, a nivel nacional estamos siendo gobernados por Morena, y su política gubernamental no solo no ha ayudado, sino que ha perjudicado la vida de los mexicanos porque hay más pobreza, más inseguridad, falta de apoyos a las familias del campo, a las madres solteras, a los trabajadores.
Por otro lado, ahí está lo que hicieron los gobiernos priistas y panistas, que, si bien es cierto, se enriquecieron con el dinero público, también es cierto que dejaron algo para la plebe, contrario a lo que sucede hoy, que todo el dinero de los mexicanos se está quedando en manos de los hijos, hermanos, primos y gente muy cercana al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.
Esa no es la solución, porque al final, tendremos que elegir al menos peor, pues cualquiera de los candidatos que ofrecen los partidos políticos estará al servicio de los de arriba, de los dueños del capital. El presidente no hará lo que el pueblo pida, hará lo que digan quienes lo eligieron candidato y después presidente o gobernador.
Por eso es indispensable que la plebe se decida a organizarse y a impulsar desde sus filas a un candidato propio dispuesto a luchar por su gente hasta las últimas consecuencias para que cambie radicalmente los problemas de su pueblo junto con su gente, mientras no haya eso, las cosas seguirán igual. Así que la tarea no es fácil pero tampoco imposible.
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