Resulta "llamativo", por decirlo de alguna forma, la petición de los gobernadores emanados del Partido Acción Nacional (PAN) al Gobierno federal que encabeza el morenista, Andrés Manuel López Obrador, en el que exigen un nuevo Pacto Fiscal para que las entidades, entendamos donde ellos gobiernan, obtengan mayores recursos para calles, carreteras, agua y seguridad.De acuerdo con los integrantes de la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN), los estados deberían recibir recursos federales conforme a sus resultados en materia de crecimiento, competitividad, transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción.Por principio de cuentas, el llamado parece correcto, y lo es.Sólo que, me permito aclarar, y he aquí el punto que quiero dejar claro a la opinión pública, es el mismo llamado que ha hecho el Movimiento Antorchista cuando gobernaba el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el PAN y, ahora, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), planteando, a la par, la forma de cómo implementar dicha exigencia de forma viable y científica.
A decir del gobernador de Chihuahua, Javier Corral, "los gobernadores de Acción Nacional trabajamos para que el dinero que se recauda en todo el país se redistribuya de manera más equitativa y justa".Al unísono afirmaron "Trabajamos para crear empleos bien pagados".Mientras que el gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco, dijo que "sí se puede estar mejor (…) sí se pueden superar nuestras diferencias y crecer unidos, en otras palabras: sí hay de otra y el camino es la democracia", en clara referencia a cambiar el contexto actual donde las políticas y decisiones llevadas a cabo por este gobierno de Andrés Manuel López Obrador a lacerado más de lo que estaba a la inmensa mayoría de mexicanos en pobreza, clase media y demás estratos sociales.
He de decir, por justa honradez, que, en el estado de Puebla, donde está al frente el gobernador peor evaluado del país, Luis Miguel Barbosa Huerta, también morenista, hay hombres buenos y solidarios, claros de visión política y humanistas demostrados que han alzado la voz para denunciar esta misma situación pero por su afiliación antorchista, poca voz les dan los medios informativos, pese a que su denuncia es las más justa de todas por el hecho de que, desde hace muchos años antes de ser presidentes municipales, ya trabajan organizado a sus comunidades y luchando junto con ellas por mejores condiciones de vida, no sólo materiales, sino espirituales e intelectuales.
Más concretamente, los presidentes municipales antorchistas de Tecomatlán, Huitzilan de Serdán, Tepexi de Rodríguez, Ixcaquixtla, Atexcal, Ahuatempan, Ocoyucan y Cañada Morelos, acudieron personalmente, respaldados por una comisión de vecinos de sus respectivos municipios, a la Secretaría de Gobernación en busca de una mesa de trabajo con algún representante del gobierno estatal para tratar los recortes a sus participaciones que se han venido presentando de forma constante e incrementando el porcentaje del recorte, llegando hasta más del 60 por ciento.
Es decir, los presidentes antorchistas han comenzado, de la mano del pueblo, una campaña de denuncia pública para evidenciar las malas políticas implementadas por los gobiernos morenistas.La actual situación de crisis sanitaria y económica por la que atraviesa el pueblo mexicano requiere más que nunca del respaldo y apoyo concreto de sus representantes, de sus autoridades, pero lejos de eso, vemos que para Morena es más importante hacerse del mayor recurso posible sin importarle las consecuencias que esto traiga consigo.
Desde el inicio de la pandemia, estos ayuntamientos antorchistas solicitaron el apoyo del gobierno estatal y federal, ambos en manos de Morena, para poder ayudar mejor y con mayor presteza a sus comunidades y gobernados, sin embargo, este apoyo nunca llegó.Por tanto, estos gobiernos municipales tuvieron que enfrentarse solos a los problemas sanitarios y económicos.Desde la dotación del gel antibacterial hasta los programas de apoyo alimentario para la gente que se quedó sin empleo, sin ningún tipo de ingreso económico y sin la capacidad para hacer frente a sus necesidades más elementales, corrieron a cargo de los gobiernos antorchistas.Pero ¿cuál fue la respuesta, la acción del gobierno de Barbosa Huerta? No fue otra que quitarles el de por si magro recurso que les llega mensualmente para en su mayoría- dedicado al gasto corriente.
Con esto quiero dejar patente de la calidad de la lucha de los antorchistas.A diferencia de los panistas, sin quitarles el mérito que pudieran llegar a tener, los antorchistas luchan día y noche, brazo a brazo, con el pueblo pobre y trabajador, no sólo cuando ocupan un cargo público, sino prácticamente, todo el tiempo.ítem más.Las propuestas que hacen los panistas, citadas anteriormente, forman parte del proyecto de nación que Antorcha ha planteado implementar para México y que se basa en cuatro ejes centrales: crear empleos suficientes para la población en edad de hacerlo, salarios bien remunerados que le permitan a los trabajadores vivir dignamente y con decoro, política fiscal progresiva, es decir, que quien gane más pague más impuestos y, en cuarto lugar, reorientación del gasto social hacia los sectores más marginados.
Esto, estamos claros también los antorchistas, sólo se puede lograr si utilizamos el poder político de la nación como una herramienta al servicio del pueblo mexicano, de todos los sectores sociales, y para hacernos de este poder, el único camino viable es haciendo uso inteligente del voto electoral, es decir, mediante la democracia.No existe otro camino.Para lograr esto, es necesario que todos los sectores sociales de nuestra nación que se sientan agredidos y desplazados por la actual clase gobernante, nos unamos en un solo bloque.
Por eso, decía en un principio la exigencia que ahora hacen los gobernadores panistas resulta llamativa, pues es muy similar al planteamiento que ha hecho el antorchismo nacional en los últimos 46 años, pero no entendiendo a Antorcha como sus dirigentes o activistas, sino ese mismo pueblo organizado y consciente de su clase social y del papel histórico que debe desempeñar.Ha llegado el momento de cumplir con la tarea, si no queremos que Morena nos siga golpeando como el amo al perro, debemos actuar al unísono, porque ni Morena es amo, ni los mexicanos somos perros: somos hombres libres que queremos una patria más justa y equitativa.
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