Me enteré de la visita del Ciudadano Andrés Manuel López Obrador a tierras potosinas. Me llamó la atención que venga por séptima ocasión a San Luis Potosí, porque pocos mandatarios han hecho tantas visitas al estado en tan poco tiempo (en cuatro meses, siete veces). Revisando los asuntos que vino el señor a tratar encontré que primeramente dio su acostumbrada conferencia mañanera, misma que se llevó a cabo en la Mesa de Seguridad y Paz en la Doceava Región Militar y, por último, presidió el evento del Bienestar en el municipio de Mexquitic de Carmona. Así es, amigo lector, nada importante, nada nuevo. Sobre las conferencias mañaneras ya conocemos su acostumbrado soliloquio en el que habla de un "país de ensueño" resaltando los beneficios que según él ha hecho llegar a la población, aunque la gente no vea ni sienta tales beneficios; en relación a la Mesa de Seguridad y Paz, es una actividad que desde el inicio de su gobierno, encabezan los superdelegados de la 4T en las cabeceras de distrito de todo el país con resultados totalmente nulos, y sobre el evento de los programas del Bienestar no hay nada que esperar, pues mientras presume los beneficios que le ha dado a unos cuantos mexicanos, ignora a millones de personas que dejaron de recibir el apoyo de programas que eran mayores económicamente hablando y que tenían un número infinitamente mayor de beneficiarios como Prospera y el Seguro Popular, además, de muchos otros beneficios que la gente dejó de recibir por los recortes a los presupuestos que López Obrador impuso a las presidencias municipales, gobiernos estatales, universidades, etcétera. Luego entonces, no hay nada que celebrar con la visita de tan eminente personaje.
Pero tantas visitas a San Luis Potosí, que igualmente se han hecho en casi todos los estados del país, tienen un objetivo y ese es el que no se le dice a la gente. Platicando sobre el tema con un campesino que anda cerca de los ochenta años de edad, me dijo lo que muchos con su misma experiencia estarán pensando: que todo lo que está haciendo el presidente es para reelegirse.
En ningún estado, en ningún lugar se ha sabido que el gobierno de la 4T, haya hecho obras importantes. Al contrario, por ejemplo, en la comunidad de Los Hernández, municipio de Villa de Ramos, López Obrador fue a inaugurar un Hospital que se había terminado de construir antes de que tomara posesión de su cargo, mientras que el mencionado nosocomio sigue careciendo de medicinas y de personal suficiente para atender a los pacientes, siendo el abastecimiento de tales su principal consigna en esa visita. Así pasa con todo, dice que acabó con el huachicoleo, con la corrupción y hasta se aventó la puntada de decretar el fin del neoliberalismo. En relación al huachicoleo, la prensa ha sido prolija dando datos que demuestran que el problema se mantiene igual o peor que antes; la corrupción, es una consigna que ha usado como escudo y como garrote para golpear a sus enemigos por un lado y para proteger a personas cercanas a él, como la titular de la Secretaría del Deporte, el director de la CFE, la titular de la CNDH, y hasta gente de su familia que ha sido señalada sin que haya un desmentido puntual en cada caso.
López Obrador no tiene reparo en negar la realidad y se saca de la chistera con su varita mágica los argumentos de que él tiene otros datos o que quienes hacen señalamientos diferentes son "fifís" y "conservadores". Y reitera una y otra vez que con su gobierno "la gente vive feliz, feliz, feliz", o que en su gobierno ¡la gente ha recibido ayudas como nunca! ¡!¿?; y si alguien se atreve a decirle que no es cierto se enoja y arremete contra ellos tildándolos de gente manipulada por los conservadores. Para él no vale si alguna razón le asiste a quienes expresan su inconformidad porque no han sido atendidos en los hospitales por no tener para pagar lo que ahora cobra el INSABI por la hospitalización que además de cara, es mala; el mismo trato recibieron los enfermos de cáncer que carecen de recursos para comprarse sus medicinas y los dolientes de las víctimas de violencia que lo mismo le cobra vida a niños, activistas o a periodistas; todos por igual, son conservadores, que lo atacan para hacerle mal a su gobierno.
Además, debemos tener en cuenta que Andrés Manuel no ha cumplido ninguna de las promesas que lanzó en su campaña por la Presidencia de la República; la gasolina en vez de bajar aumentó de precio, los productos de la canasta básica también aumentaron de precio como el caso de la tortilla que en noviembre de 2018 la comprábamos a 12 pesos el kilo y que ahora hasta en 20 pesos; en materia de seguridad, su política ha fracasado totalmente. En cuanto a salud, está claro que estamos peor, pues es sabido que hasta al Hospital Central de San Luis Potosí le falta equipo y personal médico. Por otra parte, los municipios están sufriendo un retroceso en infraestructura a causa de los recortes al presupuesto que les impide hacer obras.
El señor en lugar de corregir sus errores, ataca a sus oponentes de conservadores siendo que él resultó ser el más conservador y porque, aunque dijo que abolió el neoliberalismo y resultó ser el neoliberal más rancio del país al cancelar los apoyos sociales y recortando el presupuesto a municipios, gobiernos estatales e instituciones. Por todo eso, no creo que la campaña del señor presidente resulte exitosa.
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