Cuando Andrés Manuel López Obrador (AMLO), andaba en campaña, su eslogan preferido siempre fue “primero los pobres”. Pero después de 3 años de su Gobierno morenista, ¿qué vemos? Vemos que su política económica y social es más neoliberal que la de los neoliberales, pues beneficia a un puñado de ricos, haciéndolos más ricos, y empobreciendo más a la población trabajadora, a los campesinos y a los obreros. Vemos un mal manejo de la economía con puras ocurrencias, el mal manejo de la pandemia con cientos de miles de muertes, la cancelación de fondos y fideicomisos necesarios en ayuda a la población vulnerable, etc. Es el sector agropecuario, el conformado en su mayoría por pequeños productores, es uno de los que más resentidos y en crisis por el mal gobierno de la 4T. Veamos cómo AMLO ha perjudicado a los campesinos pobres.
1.En el sector agrícola canceló los programas que beneficiaban a los pequeños productores como: el apoyo con diésel, que se les otorgaba a campesinos para poder barbechar y rastrear o mover su tierra para sembrar; el apoyo de semilla para siembra; el programa de adquisición de maquinaria agrícola que antes se llamaba concurrencia con entidades federativas. A otros programas les ha dado un tinte partidista para beneficiar a su partido Morena. Así el Procampo, ahora llamado “Bienestar para el Campo”, del cual existe un padrón nacional de beneficiarios, antes se tramitaba en las oficinas de los Centro de Apoyo al Desarrollo Rural (CADER) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), ahora se tramita con los activistas de Morena, lo cual es una forma de obligar al campesino a sumarse al partido en el poder. Además de que no hay calendarios para realizar los trámites ni reglas de operación que den certidumbre sobre quienes pueden ser beneficiados, qué requisitos deben cumplir los productores y qué ofrece dicho programa.
2.A los pequeños ganaderos tampoco les fue bien, pues les retiraron el PROGAN, un incentivo por animal registrado en la Sagarpa para poderles aplicar sus vacunas y así crecieran sanos para poderlos vender en esa condición; así se beneficiaba el pequeño ganadero y el comprador, pues se garantizaba de alguna manera que el animal sacrificado estuviera sano. Por otro lado, el costo del arete para registrar al animal aumentó de 30 a 150 pesos, y ese cobro lo hace la Sagarpa. Además de que el veterinario que va a colocar los aretes, lo impone la Sagarpa. Muchos de ellos ni siquiera son veterinarios de profesión, basta tan sólo que sean de filiación morenistas. Por otra parte, éstos no van cuando el pequeño ganadero hace los pagos, sino cuando ellos quieren y en ocasiones tardan hasta 8 meses después del trámite y del pago; antes el beneficiario recogía los aretes y buscaba el veterinario, ahora los recoge el que impone la Secretaría de Agricultura y Ganadería.
3.Canceló el Seguro Agrícola Catastrófico (SAC) para campesinos, ganaderos, apicultores, pescadores y avicultores. El seguro consistía en un apoyo mínimo por hectárea, o por animal, o por embarcación que eran destrozados por inclemencias del tiempo como huracanes, tormentas, granizada, sequía, helada, entre otras fatalidades de la naturaleza, este apoyo de algo servía para recuperar lo invertido, y de alguna manera hacer menos pesada la desgracia, ya que los pequeños productores no tienen otra fuente de ingreso.
4.Canceló el Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), el cual consistía en poder dar un pequeño apoyo a personas que eran afectadas en sus hogares por la violencia de fenómenos naturales tales como un huracán o tormenta. En Tamazunchale más de 200 viviendas se inundaron con el paso del huracán “Grace”. Con el desbordamiento del río Moctezuma, el agua alcanzó en algunas casas más de 3 metros de altura. La gente perdió prácticamente todas sus exiguas pertenencias. Y lo peor de todo, es que ante los desastres naturales no hay una política en los tres niveles (pero particularmente en el Federal, que es el que dispone de más recursos) que plantee y lleve a cabo una reubicación de los afectados en áreas con todos los servicios y alejadas de zonas de alto riesgo; el gobierno federal sólo se limita a hacer “revisiones” con una libreta en mano y una cámara. Ahí está el gobierno federal, que decía que “primero los pobres”: les eliminó a los damnificados la posibilidad de recibir un apoyo en los momentos difíciles.
Por eso es necesario que los pobres de Tamazunchale y de México, nos organicemos y luchemos por un mejor país, más justo y que realmente beneficie a los verdaderos generadores de la riqueza nacional, entre los que están los pequeños productores agropecuarios. México se encuentra entre los 14 países más ricos del mundo, pero tristemente la riqueza no se distribuye justa y equitativamente; la disfrutan unos cuantos magnates y altos funcionarios venales como lo son los de la 4T. ¡Unámonos todos con Antorcha Revolucionaria! ¡Esa es la solución!
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