MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Qué esperar de los siguientes seis años de Gobierno federal

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El pasado domingo 9 de junio, como se hace todos los años, se llevó a cabo la conmemoración de los mártires antorchistas en Tecomatlán, Puebla, acto en el que se rindió un merecido homenaje a los antorchistas, hombres y mujeres, que dedicaron toda su vida a luchar por el progreso de sus colonias, pueblos y escuelas; a combatir la pobreza y la desigualdad con la intención de construir una sociedad mejor para todos los mexicanos.

Compañeros muy destacados que se mantuvieron fieles en sus ideales y fueron constantes en el trabajo de Antorcha hasta el último momento de su vida. De aquellos a los que el poeta Bertolt Brecht llamó “los indispensables”.

En tan importante conmemoración, Aquiles Córdova Morán, líder nacional del Movimiento Antorchista, dirigió un importante discurso a la representación del antorchismo nacional que se encontraba en el evento. En este mensaje realizó un análisis de los resultados electorales del pasado 2 de junio y de las perspectivas del próximo Gobierno federal que encabezará Claudia Sheinbaum Pardo.

Considero de vital importancia que las ideas de Aquiles Córdova sean conocidas por todos los antorchistas veracruzanos y por la mayor parte posible de la población mexicana.

Para Aquiles Córdova Morán, el arrollador triunfo de Claudia Sheinbaum y de la mayoría de los candidatos de Morena puede explicarse por cuatro causas principales:

La primera causa fue el uso faccioso y electorero de los programas sociales, es decir, de las transferencias monetarias directas, que según datos del propio Gobierno federal llegan a más de 28 millones de beneficiarios en todo el país.

Este dato es muy importante porque Sheinbaum ganó con más de 35 millones de votos, lo que significa que gran cantidad de estos provino de los beneficiarios de tales programas.

Sin embargo, no todos los que fueron a votar lo hicieron con gusto, pues durante varios meses los Siervos de la Nación, que en realidad son activistas de Morena disfrazados de servidores públicos, estuvieron visitándolos para amenazarlos con que perderían estos programas si no votaban por la candidata del presidente López Obrador y por los otros candidatos morenistas.

Aquiles Córdova señaló de manera puntual:

“Por eso mucha gente enferma, con dificultades para trasladarse porque están en silla de ruedas o gente con discapacidades salieron a votar, pues los movilizó el miedo a que les quitaran los apoyos. Pero eso es un delito grave, porque nadie puede coaccionar así a la gente, pues la ley dice que el voto debe ser libre y secreto. A eso se le llama voto cautivo, voto prisionero, debido a que no tiene otra opción más que la de votar por quien le ordenen, pues la gente tiene temor a perder un dinero que, además, ni siquiera es del Gobierno, sino de los impuestos que pagamos todos los mexicanos.

Claramente el problema no está en la existencia de los programas sociales, sino en que el actual Gobierno los utilizó como parte de un plan premeditado para cobrárselos después a estos beneficiarios en las elecciones que acaban de pasar”.

La segunda causa fue la campaña ilegal y anticipada de Claudia Sheinbaum por todo el territorio nacional desde casi dos años antes de que se celebraran las elecciones y fuera de los tiempos establecidos por la Ley Electoral para hacer campañas políticas.

Sheinbaum comenzó a recorrer el país cuando todavía era jefa de Gobierno de la Ciudad de México y sus eventos públicos fueron acompañados de una intensa campaña de propaganda a través de todos los medios posibles.

En esa campaña anticipada se gastaron millones de pesos del erario, sin que el INE ni ninguna otra autoridad autónoma cuestionara el origen de esos recursos ni el monto total de tan abultado gasto.

A esta campaña ilegal contribuyó de forma personal el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien en más de mil 35 conferencias matutinas realizó campaña abierta en favor de su candidata y su partido, a pesar de que la intervención presidencial en las elecciones está prohibida por la Constitución General de la república.

La tercera causa se encuentra en la falta de una verdadera oposición política que desenmascarara con cifras y datos concretos la errada política del presidente López Obrador, así como la falta de un proyecto de Gobierno coherente, bien pensado y que realmente resolviera de fondo los problemas más graves que enfrentan los mexicanos.

Los partidos de la oposición oficial y su candidata no supieron articular un discurso ni presentar un proyecto de Nación que tuviera como aspecto central resolver las necesidades del pueblo humilde de México y que dijera en concreto cómo atender las carencias materiales y espirituales de las clases trabajadoras del país.

Por esa razón, esta alternativa no pudo convencer a la mayoría de los mexicanos ni vencer a la candidata del Gobierno.

La cuarta razón fue que Claudia Sheinbaum repitió hasta el cansancio que ella continuará con el proyecto de Nación del presidente López Obrador, que le pondrá el segundo piso a la Cuarta Transformación, aunque sus promesas falsas no tuvieran ningún sustento en la realidad, lo que le permitió reafirmar las ideas difundidas previamente por los Servidores de la Nación en el sentido de que le quitarían los apoyos a la gente y, además, convenció a un sector de la población que simpatiza genuinamente con el presidente de la república.

El Ing. Córdova Morán sostuvo al respecto: “La señora Sheinbaum afirma que ella le va a poner el segundo piso a la Cuarta Transformación, pero debemos preguntarnos todos: ¿cuál es el primer piso? Tenemos que reflexionarlo, el primer piso es un modelo de Gobierno que está fracasando en todos los aspectos. Por ejemplo, López Obrador prometió que íbamos a tener un sistema de salud de primer mundo, pero no existe el prometido sistema, no hay medicinas, ni centros de salud, ni hospitales en condiciones dignas”.

“Dijo también que iba a terminar con la violencia, pero ahora en México hay más muertos víctimas del crimen organizado, estamos por llegar a los 200 mil asesinados. La política del presidente López Obrador fue de abrazos, no balazos, pero claro, los abrazos se los daba el Gobierno a los criminales y los balazos se los daban los delincuentes a la gente. Por eso ahora hay más muertos que nunca, el Gobierno no hizo nada para evitarlo. Mandaban a la Guardia Nacional y al Ejército después de que se cometían los crímenes, o sea, nada más iban de testigos, pero nunca hicieron nada porque llevaban órdenes del Palacio Nacional de no enfrentar a los criminales”.

Tampoco en el terreno de la economía hubo resultados positivos para los mexicanos, pues durante los 5 años de Gobierno morenista, el crecimiento económico fue de apenas 0.9 %, razón por la cual no se crearon nuevos empleos, se perdieron muchos de los ya existentes y no mejoraron los salarios de la mayor parte de la gente.

Es cierto que hubo un incremento en el salario mínimo legal; sin embargo, esto sólo benefició a un número pequeño de trabajadores formales y habría que preguntarse: ¿cómo está el resto de la población que no tiene un empleo formal?

De esto se deduce que lo más peligroso de las promesas de la presidenta electa es que su Gobierno prácticamente continuará con las mismas políticas fallidas en materia de salud, educación, seguridad, vivienda popular y servicios públicos, porque no contempla realizar ninguna reforma fiscal para cobrar más impuestos a los ricos, a los multimillonarios, para que se incremente la bolsa de dinero con la que cuenta el Gobierno, ni para redireccionar el gasto social hacia los sectores más pobres y marginados de la población.

En cuanto a la promesa del presidente López Obrador de acabar con la corrupción, Córdova Morán fue enfático al decir que:

“Cuando López Obrador hizo campaña, prometió acabar con la corrupción, porque con el dinero recuperado se elevaría el bienestar de los mexicanos. Luego, ya en el poder, López Obrador acabó con la corrupción, pero solo de palabra, y por ningún lado se ve el supuesto dinero ahorrado. Este año, el Gobierno de la 4T tuvo un déficit en el Presupuesto de Egresos de la Federación correspondiente al 5.9 % del Producto Interno Bruto, algo así como 1.6 billones de pesos que tuvo que subsanar contrayendo deuda pública. Por eso, ahora la deuda que tenemos cada mexicano desde que nacemos es mayor que hace seis años, pues esta pasó de 109 mil pesos a 126 mil pesos por persona”.

Sostuvo el ingeniero que “Esto quiere decir que el Gobierno de Claudia Sheinbaum comenzará realizando recortes al gasto social y seguramente lo primero a lo que le quitarán dinero será a los programas sociales ya existentes, a las ayudas en las tarjetitas, porque este camino no va a aguantar mucho: el dinero del Gobierno no va a alcanzar para repartirlo entre todos porque no es fruto de una mayor riqueza nacional, sino que se obtuvo a costa de quitarle recursos a otros conceptos del gasto social”.

Desde hace 50 años, Antorcha ha venido proponiendo aumentar los impuestos a los millonarios para, de esta manera, resolver el problema del déficit en el gasto del Gobierno, incrementar la bolsa de dinero para el gasto social y utilizar este dinero para disminuir la desigualdad y la pobreza.

Esta medida no es ilegal, ya que la Constitución de la república en su artículo 31 establece que el cobro de impuestos debe ser proporcional al ingreso de cada mexicano, por lo tanto , en teoría, los más pobres deben pagar menos y los ricos más; esto se llama política fiscal progresiva.

Tampoco se trata de un invento nuestro. En países desarrollados como China, Canadá, Dinamarca, Suecia o Rusia se les cobra mayores impuestos a los multimillonarios para costear el gasto social, pero en México no ocurre así y parece ser que la nueva presidenta tampoco aplicará esta política fiscal que es indispensable para resolver el citado déficit del Gobierno.

Esto significa que, inevitablemente, en el segundo piso de la Transformación habrá más recortes a la educación y a la salud de los más pobres, a pesar de que estos sistemas ya funcionan mal; tampoco habrá más recursos para combatir la inseguridad y continuará la política de negar a la gente las obras públicas de beneficio colectivo que necesitan en sus colonias y pueblos; tampoco habrá una política de vivienda social ni apoyos a la producción agrícola y a esto se agregará la disminución del monto y la cantidad de apoyos asistenciales que dará el Gobierno. 

En resumen, al pueblo de México le esperan otros seis años muy difíciles. De ahí que una de las conclusiones a las que llega el ingeniero Aquiles Córdova sea la ineludible necesidad de fortalecer el trabajo de organización y educación política de las clases trabajadoras, porque se necesitará de mucha combatividad, firmeza y ahínco para defender los derechos del pueblo mexicano en las calles y en las plazas públicas.

Córdova Morán concluyó de la siguiente manera:

“Los antorchistas nos prepararemos para salir a las calles a defender los intereses de los más necesitados durante el Gobierno de Claudia Sheinbaum; los seis años que vienen tendrán que ser de una lucha callejera mucho más amplia para exigir que se cumplan las promesas que hizo la constructora del segundo piso de la Cuarta Transformación, antes de que se le caiga encima”.

Esta debe ser la actitud del antorchismo nacional, a la que invitamos a unirse a los mexicanos progresistas, a los hombres y mujeres buenos, a los jóvenes para que abracen la bandera de la lucha social porque el pueblo mexicano necesita muchos líderes que lo orienten y encabecen hacia su liberación de la opresión política y económica en que hoy viven.

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