Exactamente en 2 meses, el 15 de septiembre para ser precisos, en Durango vamos a estrenar gobernador, después del triunfo de la alianza PAN-PRI-PRD en las elecciones del pasado 5 de junio, cuando también se disputaron las 39 alcaldías.
De acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares, Esteban Villegas, abanderado por la coalición Va por Durango, obtuvo un total de 332 mil 311 votos, lo que representó el 53.74 por ciento del ejercicio de los sufragios, poniéndolo 14.89 puntos porcentuales por arriba del segundo lugar, ya que Marina Vitela, de la coalición Juntos Hacemos Historia, sólo obtuvo 240 mil 255 votos, lo que representó un 38.85 por ciento de las papeletas electorales, totalmente contrario a lo que las encuestadoras señalaban antes y durante la campaña.
Entre paréntesis diré que, a pesar de la derrota de la candidata guinda, los líderes de este movimiento cacarean un triunfo histórico, pues, dicen ellos, de los 39 municipios Morena y sus aliados ganaron 20; pero lo cierto es que son municipios pequeños que representan todos juntos solo el 20 por ciento de la población y, en cambio, la alianza Va por Durango, gobernará al 80 por ciento. Morena y el PT ya gobernaban al 19.2 por ciento de la población.
Escuché detenidamente el discurso de Esteban Villegas, el 5 de junio por la tarde-noche, cuando el conteo rápido del INE le daba el triunfo y escuché su mensaje del 19 de junio al recibir su constancia de mayoría. El gobernador electo se veía sereno y modesto en su mensaje.
Dijo: “entre todos logramos esto, no es un triunfo solamente de Esteban Villegas, hay muchas gentes atrás de nosotros, hay un gran equipo de trabajo de los tres partidos, los comités de base, las seccionales, cada uno de los liderazgos en los municipios, y ese fue el éxito…”
Y envió un mensaje al resto de los partidos políticos: “yo le mando un mensaje a la gente de Morena, de Movimiento Ciudadano, a los del Verde, a los de RSP, y decirles podemos trabajar juntos por nuestra tierra, creo que Durango se merece que hagamos una gran reconciliación por el bien de Durango…” y le mandó un mensaje de puertas abiertas al Gobierno federal y al presidente Andrés Manuel López Obrador. Una actitud que muy pocos han tenido sobre todo cuando ganan con esa ventaja.
Pero se le olvidó una cosa: enviarle mensaje a la base, a los de pie, a los que acudieron el 5 de junio a depositar su voto, a los que sufren los problemas allá en las colonias o en los pueblos donde no llega ni una despensa aún en tiempos electorales, a los que solamente se les visita en tiempos de campaña a pedir su voto, a ellos se le olvidó mencionar Esteban Villegas.
¿Qué nos espera en estos próximos 6 años? La esperanza muere al último; pero nuestra organización, el Movimiento Antorchista, lo dijo durante la campaña, sobre todo en las reuniones con la militancia antorchista, las cosas, si no mejoran, al menos se quedarán como están. Contrario a lo que hubiera pasado con Marina Vitela.
Por eso, la tarea de los antorchistas no cambia, el trabajo de gestoría sigue, pero sobre todo, el trabajo de organización y educación de las masas, que es lo que en última instancia, le ayudará al pueblo a conquistar el poder político en los municipios, el estado y el país entero, clase política que le toca cambiar el rumbo de nuestra patria, para que sea una más justa y equitativa, donde todos podamos tener trabajo bien remunerado, en donde el presupuesto federal nos toque a todos por igual y no solo a un puñado de ricachones como sucede hasta hoy, y en donde los impuestos se paguen de acuerdo con los ingresos que tengas, esto quiere decir que los que ganen poco paguen poco y los que ganen mucho, paguen más.
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