La pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 nos tuvo enclaustrados durante más de dos meses y medio, haciendo que nuestra economía se frenará y fuera en decadencia, después de eso, el primero de junio, se puso en marcha la famosa "nueva normalidad" en nuestro país, la cual hace el llamado a que la gente salga de sus casas a buscar el sustento para vivir. México es el único país que quiere reactivar su economía en plena pandemia. Mientras no haya una vacuna contra covid-19, o un medicamento que mitigue los casos graves, debe mantenerse un equilibrio entre la economía de las familias y la salud, cosa a la que el gobierno federal le ha dado muy poca importancia, pues las medidas preventivas han sido un total fracaso puesto que los contagios del virus han crecido y los decesos han aumentado a una gran velocidad. Medidas como: uso de cubrebocas en transporte público y lugares aglomerados, lavarse las manos frecuentemente y uso de gel antibacterial, mantener la sana distancia (no saludar de mano y/o beso, y mantener 1.5 metros de distancia entre personas), estornudo de etiqueta; limpieza de espacios de trabajo y en el hogar y desinfección constante de superficies con altos niveles de contacto no han sido suficientes y no lograrán frenar esta terrible situación.
Por otro lado, ante la nueva normalidad nos estamos basando en datos que arroja el "semáforo epidemiológico" un sistema de monitoreo para la regulación del uso del espacio público de acuerdo con el riesgo de contagio de covid-19, el cual determina la situación para regresar a la normalidad. El gobierno de México implementó cuatro colores que definen esta situación: el rojo, permitirá únicamente las actividades económicas esenciales, asimismo se permitirá también que las personas puedan salir a caminar alrededor de sus domicilios durante el día; el naranja, además de las actividades económicas esenciales, permitirá que las empresas de las actividades económicas no esenciales trabajen con el 30 por ciento del personal para su funcionamiento, siempre tomando en cuenta las medidas de cuidado máximo para las personas con mayor riesgo de presentar un cuadro grave de covid-19, se abrirán los espacios públicos abiertos con un aforo (cantidad de personas) reducido; el amarillo permitirá la apertura de todas las actividades laborales están, cuidando a las personas con mayor riesgo de presentar un cuadro grave de covid-19, los espacios públicos abiertos se abrirán de forma regular, y los espacios públicos cerrados se podrán abrir con aforo reducido; por último, el verde permitirá todas las actividades, incluidas las escolares.
Pero nuestro país no ha podido salir del semáforo rojo por lo que me siento en la obligación de reiterar que no se pude regresar a la normalidad, pues seguimos sin saber cuándo será el pico máximo de contagios y se sigue, también, sin tener identificados a los infectados para poder evitar aún más la propagación de Coronavirus.
Aunado a esto, la pandemia ha puesto en evidencia que en México hay falta de apoyo al sector salud para combatir contundentemente al virus. Millones de familias están expuestas a contraer la enfermedad, no cuentan con un segundo social que los ayude por lo menos a hacerse la prueba, en caso que sintieran los síntomas. Y con la nueva normalidad las familias que solo cuentan con un trabajo informal y salen de sus casas para ganarse el pan de cada día, son las que más están expuestas al virus cayendo en la paradoja de salir e infectarse o quedarse en sus casas para morir de hambre, cualquiera de las dos resulta lo mismo.
A todo lo anterior mencionado podemos concluir que la "nueva normalidad" es la nueva desigualdad como ya lo han mencionado algunos. Entonces cada vez se hace más necesario tener caridad de la situación de nuestro país, saber que esto es consecuencia de las malas políticas que implementan los diferentes gobiernos, con pandemia y antes de la pandemia.
Los mexicanos no nos podemos quedar callados y ver como mueren nuestros compatriotas; debemos entonces denunciar estas malas políticas. El Gobierno federal nos ha olvidado por lo que se impone la necesidad de crear de inmediato un frente nacional para defendernos, nosotros debemos denunciar rigurosamente al presidente y su tan fallida estrategia contra covid-19; decir que, en vez de implementar un plan nacional de entrega de alimentos, está mandando a la gente al matadero al incitarla al salir de sus hogares para reactivar esta economía aún con el peligro en que nos encontramos. Seguir esperanzados a que nuestro gobierno actúe, es resignarnos a morir ya sea por hambre por contagio, porque jamás veremos que se haga algo. Una de las alternativas es exigirle al mandatario que ejerza su cargo y resuelva nuestras necesidades.
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