En México se acostumbra en política, sobre todo en vísperas de una próxima elección, que los funcionarios en el poder, obligados a rendir cuentas, siempre digan que sus políticas sociales han ayudado a reducir la pobreza y los mexicanos viven mejor que antes. Pasa un gobierno y pasa otro, gobierna un color y gobierno otro, y todos dan resultados excelentes, según ellos.
En Querétaro, Mauricio Kuri González, desde su campaña, prometió que los queretanos estarían a otro nivel, con mejores empleos, mejor infraestructura, mejor seguridad, entre otras promesas más.
Hace unos días, en una de sus jornadas del programa “Contigo”, mencionó que su administración ha logrado disminuir el número de pobres al pasar del 31.3 por ciento (en 2020) de la población en pobreza al 21.7 por ciento (en 2022), mientras que la población en pobreza extrema disminuyó del 2.9 por ciento al 1.7 por ciento, utilizando como referencia los datos publicados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en su medición multidimensional de la pobreza 2022. Los resultados positivos los atribuyó a la política social que emplea el gobierno vinculado al desarrollo económico del estado, aplicando la producción de la riqueza a la justicia social.
Según eso, el gobierno de Kuri es un gobierno que entiende y conoce las necesidades y carencias de la población y ahí es donde aplica o destina los recursos públicos, pero las cosas no son como las pinta, sino totalmente diferentes.
Si Mauricio Kuri y su gobierno le llaman disminución de la pobreza a la entrega de tinacos o despensas por todo el estado, estamos frente a un gobierno que razona absolutamente igual que la 4T, migajas para entretener al pueblo
La población que representó ese 31.3 por ciento en pobreza era aproximadamente de 749 mil habitantes, mientras que la que representa el 21.7 por ciento de 2022 es de 537 mil habitantes, haciendo así las cuentas, ciertamente más 210 mil personas dejaron la pobreza, como dijo el mandatario; pero aquí debemos considerar también el aumento de población que hubo durante el periodo en comparación que es de aproximadamente de 79 mil 300 habitantes. Si consideramos este dato, en realidad el gobierno sólo ha disminuido el grado de pobreza en menos de 150 mil habitantes, en términos numéricos.
Pero si nos vamos a la realidad, en muchas poblaciones la vida de los queretanos ha sido la misma y no ha cambiado en absolutamente nada. En algunas comunidades como Peñamiller y Pinal de Amoles, las familias siguen careciendo de agua potable y falta de transporte, no cuentan con servicios médicos dignos; en Cadereyta siguen poblaciones de la zona serrana sin servicios básicos; en municipios de la zona conurbada como en Corregidora siguen las familias sin contar un documento que acredite su legal posesión de la vivienda, o sin agua potable por que la CEA cobra más de 20 mil pesos por toma; no se resuelven los problemas de inundación en algunas zonas de El Marqués y la capital; los famosos programas sociales Contigo no son accesibles a toda la población como el programa de la Tarjeta Contigo, etcétera, etcétera.
Si Mauricio Kuri y su gobierno le llaman disminución de la pobreza a la entrega de tinacos o despensas por todo el estado, estamos frente a un gobierno que razona absolutamente igual que la 4T, migajas para entretener al pueblo. Y no hay duda de que la política de cero atenciones al pueblo organizado es una característica del panismo queretano, lo único que los antorchistas exigen es solución a sus demandas; el gobierno de Kuri tiene la obligación de atender a todos y escucharlos. Ojalá el gobierno se digne a escuchar a todos los que sufren y padecen la falta de vivienda, de salud, de educación, de acceso a servicios sociales, etcétera, porque si no la van a tener difícil en 2024.
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