En lo que va del año, en todo México se han registrado 26 mil 936 víctimas de delitos relacionados con violencia contra las mujeres, de los cuales el 55.81 por ciento corresponde a lesiones dolosas; el 17.85 por ciento, a lesiones culposas; el 9.86 por ciento a otros delitos que atentan contra la libertad personal, y el 3.59 por ciento a ilícitos que agravan la vida y la integridad corporal de las mujeres.
Estos datos los publica el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESESP), los días 25 de cada mes, después de obtenerlos a través de los registros de carpetas de investigación que reciben las 32 fiscalías y procuradurías del país.
Según la incidencia delictiva ya referida, 15 mil 32 mujeres han sido víctimas de lesiones dolosas en el primero trimestre de 2022, de ese total, 463 casos fueron registrados por la fiscalía de Querétaro. La entidad se ubicó en la onceava posición, a nivel nacional, con una tasa de 38.7 casos por cada 100 mil habitantes.
Ha que considerar que son datos que se toman de las carpetas de investigación iniciadas en el Ministerio Público, ¿cuántos casos podrían sumar si consideramos aquellos que no se reportan?, probablemente muchos más porque, sin duda, existe una cifra negra por violencia de género en agravio de mujeres.
En el caso de Querétaro, en los últimos días, a través de las redes sociales y noticieros locales, la población se enteró de casos que tienden a volverse recurrentes en la entidad y que poco se hace, desde las autoridades gubernamentales, para resolver o combatir la violencia contra las mujeres.
Dos de estos casos se volvieron tendencia y acapararon la atención de la audiencia; el primero tiene que ver con la niña Ángela Daniela, reportada como desaparecida y por quien las autoridades poco hicieron inmediatamente de su desaparición y fue asesinada. Las autoridades no actuaron con rapidez, todo un operativo se echó a andar cuando el caso ya se convertía en una crisis mediática y social ante las exigencias de los vecinos que emprendieron su búsqueda hasta que un reporte ciudadano alertó sobre la existencia de un cuerpo ubicado en un lugar donde habían buscado a la víctima. El desenlace todos los conocemos Ángela Daniela fue asesinada.
El otro caso, más reciente, es el de la señora Yuriko Guillén, quien fue atacada por un vecino en el condominio Valle de Juriquilla, después de las acciones captadas por las cámaras de seguridad y la falta de intervención por parte del personal de seguridad del mismo lugar, la señora intentó levantar una denuncia en distintas unidades de la fiscalía local, pero el trato que recibió fue indolente, como si se hubiera tratado de algo por lo que no valiera la pena invertir tiempo; hasta que la agresión que sufrió circuló en redes sociales, tuvo sus resultados, de otra forma y por la actitud de las autoridades, todo hubiera sido en vano. Así, puede haber muchos casos que no están reportados.
Alguna vez, el dirigente nacional del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán, a propósito de la lucha feminista, mencionó que ésta debe guiarse a través de un programa profundo y estructural capaz de atraer el apoyo y solidaridad de los demás sectores oprimidos; es decir, no debe particularizarse la lucha sólo a las mujeres.
Esto porque, a lo largo de la historia del reconocimiento de los derechos de las mujeres, ellas han luchado por igualdad y equidad en el ambiente laboral, electoral y de mejores prestaciones; aunque poco ha avanzado.
Entonces, si los constantes actos de violencia en agravio de las mujeres siguen vigentes es porque vivimos en una sociedad dominada desde las más altas esferas por hombres; por ello, es necesario que, en la exigencia del respeto a la mujer, se considere que es ella la que puede ayudar y ser factor de cambio.
Como dijera Córdova Morán, es una lucha inobjetablemente, justa y apegada a derecho, un movimiento de trascendencia mundial, con grandes repercusiones para la economía del país, para su transformación en una sociedad con mejores ciudadanos, civilizada, solidaria y pacífica. Es una lucha que afecta la vida de todos y que merece toda la atención y el apoyo de la sociedad en su conjunto.
La violencia en contra de las mujeres no sólo debe atacarse desde el punto de vista legal, sino que debe buscarse una verdadera salida a esas acciones misóginas que agravia a la población femenina porque de otro modo estaremos condenados a fracasar como sociedad y como gobierno; y en Querétaro parece ser que las autoridades tienen algo de eso, pues simplemente actúan con poca seriedad a tan graves problemas que perjudican a la mujer.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario