Te escribo estas líneas al estilo antiguo, como se escribían las cartas anteriormente, en una blanca hoja de papel que, una vez escrita, doblábamos cuidadosamente, metíamos en un sobre, que cerrábamos con el pegamento que previamente cada sobre tenía, pegando también sellos para certificar el envío.Luego enviábamos la carta, la cual llegaba a su destinatario varios días después.
Hoy todo es distinto y solo el estilo pudiera parecerse, por eso esta carta no es enviada por el antiguo sistema de correos, pues este casi ha desaparecido y existen, en cambio, formas más modernas de comunicación para hacerte saber lo que pienso.
En el modo antiguo solo tú podías saber lo que yo te digo o a quien tú decidieras mostrarle la carta, del modo actual se enterarán muchos, entre ellos aquél a quien repudiamos los antorchistas, si es que quiere hacerlo.
De entrada, quiero decirte que aquí, en Sinaloa, todos los antorchistas estamos enterados de la amenaza que se cierne sobre tu libertad en el estado de Puebla y lo consideramos como una aberración y una injusticia.Lo primero porque pedir alimento para los pobres no es un delito y si no es un delito querer meterte a la cárcel por algo que no está penado por la ley entonces es una injusticia que tú y tus hermanos los antorchistas poblanos han denunciado.Por eso estamos enterados.
Sobra decir que todos consideramos esta amenaza como un abuso y un golpe de autoridad de los que solo se conciben en regímenes dictatoriales, controlados por lo más reaccionario que puede concebirse, por ejemplo, en dictaduras que creíamos habían desaparecido y cuyos representantes más conspicuos fueron en Latinoamérica: Anastasio Somoza, Augusto Pinochet, Rafael Videla y otros más de triste y vergonzosa memoria.Si se llegara a dar tu encarcelamiento esa sería la semejanza.
Independientemente de todo, en las buenas y en las malas, tú tienes todo nuestro apoyo, nuestra solidaridad y nuestro cariño, dispuestos a defenderte con lo que tengamos a la mano.No tengas la menor duda.Parafraseando al poeta, tú sabes contar y sabes que cuentas con nosotros y no hasta dos o hasta tres, sino con más de dos millones de antorchistas.Y si esto fuera poco, podemos convencer a más.
La identificación de los antorchistas contigo viene desde lejos y es grande: tu origen de clase, la claridad de ideas, tu identificación con los pobres de México, tu fidelidad al antorchismo y la seguridad plena y absoluta de que tanto tú, como nosotros, triunfaremos, a pesar de todo triunfaremos.
Puede parecer absurdo hablar de que lo que siente uno lo sentimos todos, lo que afecta a cualquier Antorchista lastima a todos los demás, pero no lo es.Entre los hombres se establecen extraños y extraordinarios vínculos de solidaridad, de simpatía, de orgullo y de apoyo mutuo, que no se pueden romper de ninguna forma, ni por el espacio, ni por el tiempo, ni con las peores tragedias, ni siquiera con la muerte.Este es el caso del antorchismo.A nosotros nos une el objetivo de lograr una patria más justa, más equitativa, más democrática que nos garantice una vida más digna a todos.En eso estamos empeñados y lo vamos a lograr, ¡estoy plenamente seguro! Los ataques y amenazas de Barbosa y de lo Morenistas van a pasar como pasan las tormentas más borrascosas y destructivas.
Sabemos que no tienes miedo, o cuando menos no tienes el miedo que paraliza e impide seguir trabajando por los pobres de México.Ten confianza en tus hermanos de clase, te sabremos defender a costa de lo que sea.Los dictadores quieren, enseñando los dientes como perros rabiosos, que nos amedrentemos, que tengamos miedo y que huyamos de la lucha, eso desean, pero en el caso tuyo y de los antorchistas se equivocan, nosotros luchamos por una causa justa y no retrocederemos ni ante las peores amenazas, de eso pueden estar plenamente seguros nuestros enemigos.
Recibe un saludo de todos tus hermanos antorchistas de Sinaloa y confía en que sabremos cumplir nuestra palabra.
P.D.Te queremos todos.
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