Si bien ya hemos visto que el Gobierno de la “Cuarta Transformación” a nivel nacional ha manejado la pandemia de una forma desastrosa, diseñando un semáforo que ni ellos respetan, en donde lo único que cuenta es la opinión del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ahora con una nueva cepa del coronavirus, conocida como “ manejado la pandemia ”, el panorama parece agravarse, ya que hemos alcanzado el número mayor de contagios diarios en esta tercera ola rebasando los 21 mil casos en un solo día, se ha puesto al descubierto que el sector salud ha sido rebasado con facilidad y lejos de preocuparse por eso, ahora busca exponer a otro sector de la sociedad que son los estudiantes y maestros.
La incertidumbre se da ya que las autoridades educativas proponen un regreso a clases el día 30 de agosto, haciendo firmar a los padres de familia una carta responsiva, deslindándose de toda responsabilidad sobre si algún alumno se contagia así como de las consecuencias que eso pudiera tener, ya que a la fecha ha habido decesos, estamos hablando que desde que comenzó la pandemia a la fecha se han dado 160,000 contagios en menores de edad de los cuales han perdido la vida 758, lo que causa mucha preocupación entre el sector salud y educativo.
El presidente AMLO ante estas cifras ha tomado con muy poca importancia y en lugar de tomar medidas drásticas ha dicho que “se debe regresar a clases, que los niños y jóvenes salen y se divierten y que ha llegado la hora de regresar a las aulas en este mes de agosto”. Ha llamado a los maestros y padres de familia a tener las instituciones limpias.
Considero que la educación es fundamental, es la base para que una sociedad pueda crecer y realmente transformarse, pero en este momento sacar a los niños y jóvenes de sus casas y mandarlos a las aulas, sin un plan de vacunación para menores de edad, que, si bien no es garantía de no contagiarse, si es garantía de sobrellevar de mejor manera la enfermedad. El presidente López Obrador no ha tomado en cuenta los ejemplos de países desarrollados y no vamos tan lejos, Estados Unidos tuvo su regreso a clases con la asistencia de tan solo el 25% a las aulas y al día 10 de agosto registró más de 94 mil casos en el país con más de 200 menores hospitalizados al día, lo que nos da un panorama bastante incierto a nosotros, ya que en ese país tienen el 52.3% de personas vacunadas con dosis completas y en nuestro país tan solo el 24.9% con dosis completas.
Los contagios serán inevitables y esto nos vuelve al tema del sector salud, ¿realmente estaremos preparados para darle la atención adecuada a los jóvenes y niños ante los contagios inminentes? Y no olvidemos los que de por si se dan en las personas adultas, ya que a la fecha en varios estados hay desabasto de medicamento, de camas, de ventiladores y de oxígeno, etc. Nada de esto ha cambiado ni con administraciones pasadas ni ahora.
Pareciera que las decisiones en el gobierno no son bien consultadas y que las cosas se hacen a merced de las necesidades que el presidente dice que hay en ese momento, ya que regresando al tema de la carta responsiva la cual hice mención antes y que dieron por hecho las autoridades educativas el día 12 de agosto, en la mañanera del día 17 del mismo mes, el presidente dijo que no era obligatoria “y que de haberse consultado no la habría autorizado”, deslindándose de toda responsabilidad. Es por eso por lo que crea incertidumbre, pues entonces, ¿quién se hará responsable de los jóvenes o niños contagiados?, ¿el gobierno, los padres o las autoridades educativas?
Es por eso que miles de jóvenes organizados y adheridos a la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR) se han manifestado y no están de acuerdo con el regreso a clases, ya que no existen las condiciones ni de salud ni de infraestructura, las de salud por las carencias antes mencionadas y de infraestructura, desde antes de la pandemia con miles de escuelas en pésimas condiciones y ya con la pandemia con un descuido total, sin obra educativa y sumando la inseguridad que se vive la mayoría de ellas han sido saqueadas, lo que haría un fracaso total el aprendizaje que se pretende tener.
Tan solo en Veracruz se vive un problema grave ya que después del paso del huracán “Grace” varias comunidades siguen incomunicadas y tampoco existe un plan para poder reconstruir los daños sufridos en esas ciudades y localidades, donde desde luego los más afectados son las personas que menos tienen y que por obvias razones no podrán tener clases ni virtuales ni presenciales. Tanto el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, como el gobernador del estado, Cuitláhuac García, han salido a decir que se tienen los recursos suficientes para poder ayudar a todos y que no existe un presupuesto o un límite para poder hacerlo, entonces ¿porque si se tiene todo ese recurso económico, no se ha aplicado para poder darle desarrollo a esas localidades afectadas y así poder evitar catástrofes como las ocurridas o al menos en la capital que se supone es una ciudad con más desarrollo donde recae la economía del estado, una madre de familia con 5 de sus hijos murieron sepultados por un deslave provocado por las lluvias?
Todo esto nos lleva a decir que hay que seguir el ejemplo de los jóvenes fenerianos que han levantado la voz y que salen a decir de que carece el gobierno, que no hay otra forma más que organizándose para poder lograr un verdadero cambio y que antes de regresar a clases se deben dar las condiciones necesarias para no exponer la vida de los niños, jóvenes, maestros y de las familias mexicanas.
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