En octubre de 2020, el actual presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió con la organización Familia Pasta de Conchos a iniciar el rescate de los 63 mineros atrapados en la mina Pasta de Conchos del municipio de San Juan de Sabinas; petición que fue ignorada por mucho tiempo o, nunca se le dio el seguimiento de cerca, nunca fue tomado como un verdadero compromiso.
Y ahora, con la actual administración federal, el camino toma el mismo rumbo. Andrés Manuel López Obrador se comprometió, en aquella promesa, a volver cada seis meses a la región para supervisar los avances del rescate, acción que nunca ocurrió, de hecho, la última vez que el presidente morenista regresó a la región fue en el último accidente minero ocurrido en agosto de 2022, siniestro que dejó un saldo de 10 mineros muertos más a la larga lista historica de trabajadores del carbón que han muerto a causa de pésimas condiciones laborales y un sistema cruel, en el cual la vida humana de los coahuilenses de esta región no cuesta nada para los grandes empresarios del oro negro de Coahuila.
En febrero de 2006, un total de 65 mineros quedaron atrapados en la mina Pasta de Conchos, después de que una explosión de gas derrumbara el techo y las paredes del socavón. Solo dos cuerpos fueron rescatados. El mayor obstáculo para seguir los trabajos fue Grupo México, compañía propietaria del proyecto, que intercedió con el gobierno federal para que se abandonara la búsqueda de los mineros y se ocultaran las malas condiciones laborales del lugar.
Fue al quinto día de la tragedia que los declararon muertos y se suspendió la búsqueda y rescate, para no poner en riesgo más vidas, una hipótesis que el siniestro lo había causado una explosión de gas metano de una magnitud que había ocasionado un incendio que alcanzaba más de mil doscientos grados centígrados, que desintegra todo al interior de la mina haciendo imposible entrar al rescate pues había grandes concentraciones de gas metano, para que al final el mensaje fuera claro: “fue culpa de los mineros”.
Por increíble que se escuche, los mineros de Pasta de Conchos finalmente fueron culpados de su propia muerte en el accidente, y también fueron culpados de no ser rescatados.
Grupo México argumentó que sus trabajadores padecían terribles enfermedades, posiblemente mortales, que ponían en riesgo a los rescatistas. Grupo México le dio a cada una de las viudas una ayuda humanitaria de 750 mil pesos y liquidó a los mineros atrapados como si hubieran renunciado. A los rescatistas que iniciaron los rescates y, un mes después se detuvieron, se les pagó 50 mil pesos, luego les echarían la culpa de que por ellos se paraban las búsquedas.
El 19 de febrero se cumplieron ya 17 años de aquella siniestra tragedia que sacudió no solo a la región, a Coahuila y el país, con la explosión de la mina Ocho Pasta de Conchos de Grupo México, con el tráfico saldo de 65 mineros muertos, actualmente atrapados 63 en la profundidad de este desarrollo.
Medidas de no repetición a 17 años sin ellos
El 19 de febrero de 2006, cerca de las 2:30 AM, una explosión en la mina ocho de Pasta de Conchos, propiedad de Grupo México, generó lo que conocemos hoy como uno de los peores accidentes mineros en la historia reciente de la zona carbonífera; desde ese momento han muerto cerca de 130 mineros en diferentes accidentes, los cuales conservan los mismos matices que el de aquel 19 de febrero; malas condiciones laborales, falta de equipo de protección, minas clandestinas y concesiones del gobierno a empresas que no cumplen con las normas establecidas.
Quince días antes del accidente en Pasta de Conchos, la Secretaría del Trabajo firmó un acta en coordinación con el sindicato minero para dejar en claro que la mina ocho se encontraba en perfecto estado y no presentaba anomalías. La mina, propiedad de la empresa Grupo México, del empresario Germán Laerra habría registrado varias fallas de seguridad desde el año 2000. De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, en la última inspección, realizada el 12 de julio de 2004, se asentaron 43 violaciones directas a la norma de seguridad e higiene y se ordenaron 48 medidas y muchas de ellas de extrema urgencia.
Tres son los responsables del accidente minero, pero más allá de ser un simple accidente al día de hoy se deja en claro que se pudo haber prevenido si la empresa hubiera tenido todo en orden, el primer responsable es Grupo México. La existencia de un sindicato minero que nunca logró dar seguridad a los trabajadores es otro factor determinante en esta tragedia, pero finalmente la Secretaría del trabajo, a cargo de supervisar y salvaguardar el bienestar de los trabajadores, fue el denominarte de que el accidente ocurriera y dejará no solo a 63 hombres bajo tierra; familias completas son las que se ven más afectadas, más cuando el minero era el sustento económico de la familia.
Se estima que a lo largo de la vida activa de esa zona, que data de 1884 al menos 3 mil 100 trabajadores de las minas han muerto debido a tragedias como la de Pasta de Conchos o El Pinabete, que se han repetido en numerosas ocasiones. En Coahuila se produce el 99% del carbón utilizado en México por la CFE. Pese a esta alta cifra, el carbón solo representa el 4% de la matriz energética del país.
Tres sexenios sin respuesta y el cuarto con mentiras
En octubre de 2020, tras una visita del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, y una reunión con viudas de los mineros fallecidos en 2006, se firmó una carta amistosa en donde el gobierno se comprometía a rescatar los cuerpos y con ello construir un memorial por el rescate, mismo que que nunca fue un tema de conversación en los sexenios pasados, pero tuvieron que pasar dos años para que se pudieran activar los trabajos de rescate de los 63 mineros de pasta de conchos después del compromiso público que hizo Andrés Manuel López Obrador en octubre de 2020.
El rescate se ha convertido en un desastre, en parte, porque él presidente decidió que sin experiencia en minería ni en rescate minero, la CFE hiciera las obras. Y también, porque se comprometió a volver cada seis meses y abandonó el proyecto.
A cuatro años de su administración, las lumbreras o tiros verticales tienen un avance del 30% y los inclinados (que es la obra realmente importante) del 6.44%. El retraso en las obras, inició desde el primer momento que comenzaron y desde finales de noviembre de 2022 dejaron de trabajar.
A 17 años, la exigencia de las familias es la misma que a Vicente Fox; el rescate de los 63 mineros, que son mexicanos con nombres y que tenían vidas por delante, familias y sueños, los cuales se vieron terminados por culpa del sistema político del país que en estos últimos 17 años se ha dedicado a encubrir a Grupo México.
Finalmente llegar al rescate, es llegar a la verdad y eso significa hacerle justicia a la muerte de todos los mineros fallecidos. Para las familias de los mineros esto representaría el fruto de su ardua lucha, representaría que todo lo que han denunciado es verdad y que el accidente no fue un accidente como se ha manejado mediáticamente durante los últimos 17 años.
Actualmente, la Comisión Federal de Electricidad se dedica a comprar el carbón y dar concesiones a empresas para que estas se dediquen a la extracción del carbón, sin embargo, el presidente de la república designó a esta misma dependencia para realizar el rescate de los 63 mineros, en primer lugar, la organización Familia Pasta de Conchos denunció que la CFE no tiene la experiencia ni facultad para realizar un rescate de esa magnitud y que por tratarse de la empresa que se dedica a comprar el mismo mineral, resulta ser muy sospechoso.
El rescate de los 63 mineros, durante los últimos cuatro años, ha sido todo un tema de discusión, pues la opinión dividida cree que es muy costoso y peligroso el rescate y todo ello se ha generado a raíz de que dicho trabajo de recuperación de los cuerpos se estaría ejecutando con dinero del gobierno, cuando el gasto de toda la obra e incluso de las indemnizaciones es obligación de Grupo México, dueña de la mina donde ocurrió el siniestro; desde 1994 Grupo México ha recibido 282 concesiones para extraer carbón, la empresa es propiedad de Germán Laerra Mota Velasco, el segundo hombre más rico de todo México. Sin embargo, el estado mexicano encubre y es cómplice al no obligar a esta empresa a tomar el papel y hacerse cargo de la tragedia de pasta de conchos.
¿Porque no dejar los cuerpos en la mina?
Normalmente, cuando un ser humano vive el duelo de la muerte de alguien cercano, vive todo un proceso de aceptación y continua así con su vida; las familias de los 63 mineros, no tuvieron ese duelo y, hoy a 17 años siguen si tener un lugar a donde poder ir a recordarles, llorar y rezar por ellos, más que una demanda política, la petición de las familias de pasta de conchos, es una demanda humana y que en estos últimos años ha dejado en vista de toda la insensibilidad en como el estado mexicano puede lidiar con hechos sumamente dolorosos para familias enteras, pasta de conchos es el ejemplo más vivo de la impunidad y negligencia del sistema político de México y refleja un poco de todo, refleja como esta región y su gente pueden soportar mucho, refleja la violación al derecho de la vida, el derecho a la integridad física y el derecho a la protección jurídica.
En entrevista para Buzos, con Elvira Martínez Espinoza, viuda de Jorge Bladimir Muñoz Delgado, uno de los 63 mineros atrapados desde 2006 en Pasta de Conchos, con quien tenía tres hijos y muchos planes por delante, reveló lo difícil que fue afrontar esa noticia y que definitivamente nunca pensó que esto se prolongaría por mucho tiempo, hasta hoy que se cumplen 17 años
-¿Usted cómo recuerda esa mañana, cuando se entera de la exploción?
Fue algo realmente inesperado, de hecho en este memorial, coincide con los días exactos en cómo ocurrieron las cosas, un sábado 18, ellos entran al trabajar y al día siguiente ocurre el accidente. Esa vez, yo recuerdo que nos despedimos el sábado, esperando vernos al día siguiente porque teníamos una actividad en la iglesia, nuestra despedida era que ‘te veo mañana’, nosotros pensamos en volvernos a ver al día siguiente, yo nunca me imaginé que iba a pasar este yo la verdad era envejecer juntos.
-¿Porque no dejar los cuerpos en la mina?
Muchas veces no has cuestionado sobre eso y comentarios más crueles, como por ejemplo “para qué los vas a sacar de ahí, si lo vas a volver a enterrar”, pero uno entiende que no todos han vivido una situación, normalmente todos tienen un duelo, lo velas, le lloras y demás, pero en nuestro caso ha resultado muy difícil más aparte es nuestro derecho solicitar los restos como familia, se me hace algo inhumano dejarlo en la mina y es inhumano porque es algo que se puede hacer, no estamos pidiendo algo imposible.
Tal vez si no los hubieran entregado en los primeros años de pasta de conchos ya no se hablaría nada. Es una lucha que tiene más valor de sentido humano, es mostrar una indiferencia al respeto de la vida, no queremos que se vuelva una costumbre, porque han existido más accidentes donde los han podido rescatar y solo aquí no, y ahora está el pinabete y no queremos que se haga una tradición, la prueba de que se pueden rescatar es que rescataron a dos en 2006.
Necesidad de organizarse: Familia Pasta de Conchos
El carbón y la riqueza de la mina es meramente propiedad del estado y las empresas, por ello que las minas se queden con los cuerpos es inaceptable, ya que los únicos a quien les pertenece es a las familias, después de que el sistema económico en cómo funciona todo esto, las familias solo reclaman el cuerpo.
Desde 2006, familiares de los mineros fallecidos se juntaron para exigir el rescate de los cuerpos, solo dos cuerpos han sido rescatados hasta la fecha. Paulatinamente, empezaron a visibilizar la problemática más global de las precarias condiciones laborales de los mineros en la zona, sobre todo en cuanto a seguridad en el trabajo.
México no tiene un gobierno corrupto, tiene un gobierno criminal que ha sido el principal cómplice de que no se le haga justicia a los muertos de pasta de conchos, que han impedido que al día de hoy se sepa de forma oficial lo que realmente pasó dentro de la mina.
El 6 de agosto de 2022 se constató, como en toda la historia, que los mineros no están dados de alta en una nómina, no tienen seguro social ni acceso a vivienda y lo único que reciben cada sábado es un sobre con el dinero que lograron durante una semana de trabajo, dinero que se entregó a los familiares de los mineros desde la inundación del Pinabete, atrapados en el pozo de carbón La Conchita, que se inundó el 3 de agosto de 2022. Históricamente, las empresas explotadoras del carbón, en manos de capital privado, nunca fueron investigadas ni se les responsabilizó por no dar seguridad a sus trabajadores. Ahora tampoco.
La esperanza de que se rescaten los cuerpos de los 63 mineros parece esfumarse, y un grupo de viudas pidió al presidente López Obrador intervenir de nuevo y hacer que se cumpla la promesa de sacar los restos de sus familiares de las entrañas de la mina de carbón, pues las autoridades de la Secretaría del Trabajo poco han hecho para lograrlo y menos aún para hacer justicia.
En el memorial que se conmemoró el pasado 19 de febrero de 2023, en la ciudad de México, se sumaron 10 casos más a los 63 que se encuentran en el paseo de la reforma frente a la bolsa de valores, esto como muestra de que ahora son 73 los que están enterrados y que 10 están ahí por decisión de Ejecutivo federal, que en menos de dos años termina su administración y se va otro sexenio sin hacer justicia a esta triste tragedia, lo que parecía ser diferente para las familias afectadas, logró ser los mismos y el mismo gobierno de la cuarta transformación catálogo a esta organización como un riesgo para su actual administración, desde Vicente fox hasta Andrés Manuel la petición es la misma, rescate de los 63 mineros y medidas de no repetición.
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