MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Ricardo Salinas, negocios e impuestos

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Ricardo Salinas Pliego, importante empresario mexicano, ha estado envuelto en una serie de escándalos mediáticos porque, a diferencia de otros hombres ricos, se ha negado públicamente a pagar los impuestos, exponiéndose a los señalamientos del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a la exigencia del Sistema de Administración Tributaria (SAT), pero también a la opinión pública, que aprueba o desaprueba su conducta.

Con su postura, hay gente que puede apoyar la idea de que pagar impuestos es innecesario, mientras que otro sector puede acusarlo de abusivo y desobligado.

Ricardo Salinas se presenta como empresario exitoso, pero a eso hay que sumarle las facilidades que le han dado los Gobiernos de todos los colores, como el de Carlos Salinas de Gortari, que le vendió Imevisión, y la 4T.

Hace unos días, a través de sus redes sociales, pidió ideas a sus seguidores para celebrar su cumpleaños 69 el próximo 19 de octubre y adelantó que “pagar impuestos no cuenta como idea… bueno sí, pero idea de puro pen-dejo”, escribió en su cuenta de X.

Esta declaración se da en el tiempo en que un tribunal federal reconoció que las empresas de Salinas Pliego tienen la obligación de pagar un adeudo del Impuesto Sobre la Renta (ISR) por una cantidad cercana a los 2 mil 11 millones de pesos. Sin embargo, el dueño de Televisión Azteca, Banco Azteca y Elektra, entre otras, hace todo lo posible para no cumplirle al SAT, como sí lo hacemos todos los mexicanos, a quienes no se nos toma parecer ni se nos pregunta si queremos pagar o no; simplemente se aplican las deducciones.

Así que todos los sometidos por los impuestos entramos en el grupo de los pen-dejos, que no tenemos buenas ideas, según el magnate.

¿Pero cuáles fueron las causas del distanciamiento entre el presidente y Salinas Pliego?

Hay evidencias de una relación de respeto, amistad y entendimiento entre ellos, terminando en una muy buena relación de negocios. Hay algunas pruebas documentales de importantes empresas de comunicación, como Proceso del 15 de noviembre de 2018, que citó: 

“Luego de una reunión, el presidente electo aceptó ser asesorado por un consejo empresarial formado por Ricardo Salinas Pliego, Bernardo Gómez, Olegario Vázquez Aldir, Carlos Hank González, Daniel Chávez, Miguel Rincón, Sergio Gutiérrez y Miguel Alemán Magnani.”

Por su parte, el portal Sin Embargo, del 30 de julio de 2018, informaba que tres compañías subsidiarias de Telmex, Grupo Televisa y Grupo Salinas ganaron la licitación para proveer servicio de internet a instituciones públicas por un total de 110 millones 875 mil 501 pesos, a partir de agosto.

Mediante Total Play, Salinas Pliego consiguió un contrato de 19 millones 446 mil 240 pesos para llevar internet a 86 puntos del país.

Pero hay más. La fortuna del empresario consentido de AMLO creció porque las transferencias monetarias se hicieron mediante Banco Azteca, con sucursales que están ubicadas hasta el fondo de las tiendas Elektra.

Los beneficiarios entraron a ellas, se emocionaron con los muebles y electrodomésticos, y finalmente se engancharon a los créditos con el dinero de los programas del bienestar. No es una casualidad que su fortuna se haya incrementado escandalosamente, al pasar de 3 mil 600 millones de dólares en 2017 a 11 mil 100 millones de dólares en 2019, lo que lo ubicó como el tercer hombre más rico de México.

Así era de bonita la amistad y los negocios de AMLO-Salinas Pliego. ¿Qué los separó?

Cuando el SAT insistió en el cobro de impuestos, el empresario se defendió y emitió fuertes críticas a AMLO. 

En una entrevista con Javier Alatorre, describió el desempeño de los últimos seis presidentes de México. Ricardo Salinas llamó “gobiernícolas” a cualquier servidor público que se dedique a entorpecer la vida de los mexicanos, viole la ley, cometa actos de corrupción y haga uso del poder para beneficiarse y beneficiar a su familia y amigos (llevaba dedicatoria).

En esa ocasión, sostuvo que el Gobierno es incapaz de generar riqueza, que son malos administradores de los negocios, porque el estado no es empresario y son muy irresponsables porque pierden el dinero del pueblo, y la pobreza no se arregla con caridad (como lo hace la 4T).

Ricardo Salinas se presenta como empresario exitoso, pero a eso hay que sumarle las facilidades que le han dado los Gobiernos de todos los colores, como el de Carlos Salinas de Gortari, que le vendió Imevisión, y que se parece mucho al de la 4T (que puso a su disposición contratos millonarios, como ya se dijo).

Con lo anterior, queda claro que el Gobierno mexicano necesita de los empresarios para operar el sistema, lo que hace crecer sus fortunas. Eso no cambia en ningún sexenio y lo único cuestionable es si debe o no pagar impuestos como todos los mexicanos.

La respuesta es sí, porque el Gobierno tiene obligaciones legales ante sus ciudadanos, como la creación de obra pública, la dotación de servicios, debe lograr el buen funcionamiento de escuelas, hospitales y carreteras, además de garantizar la seguridad para que el resto de mexicanos podamos salir a trabajar sin miedo y traer el sustento diario de nuestras familias. Pero para hacer todo eso, se ocupa dinero, mismo que proviene de las contribuciones.

El principal problema de México es la desigualdad, por tanto, la solución consiste en el reparto más equitativo de la renta nacional mediante una reforma fiscal progresiva, es decir, que el estado cobre impuestos mayores a las fortunas más grandes y que se les obligue, que no encuentren rendijas legales para zafarse, pero que cobre menos a las clases empobrecidas de México.

La postura de Ricardo Salinas puede ser criticada, pero mucho nos enseña. Los dueños de más millones no se exponen, y siguen explotando la mano de obra de los trabajadores y los recursos naturales del país sin que nadie los moleste.

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