Aunque digan lo contrario, aunque quieran esconderlo, el actual gobierno de la CDMX está representado por un mismo grupo de poder que gobierna a la ciudad desde hace más de 20 años, durante este tiempo hasta el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador ha sido partícipe en la decadencia de la ciudad con un gobierno gris que dejó más pobreza y marginación.
Ahora, con el estandarte de haber renacido en Morena el poder se ha conquistado a través del voto popular porque, desgraciadamente, muchos ciudadanos continúan pensando que una vez que el político se quita una camiseta y se viste otra, su comportamiento, sus acciones, sus resultados serán distintos y más atinados, sin embargo como dice el refrán popular la mona aunque se vista de seda, mona se queda, son la mismas mañas, los mismos vicios pero ahora con el nombre de un partido diferente que por cierto esta integrado por lo peor de todos los partidos, por los personajes más oscuros y corruptos que se han enriquecido a costa del erario y que ahora descaradamente gobiernan el país de nuevo o más bien nunca han dejado de gobernarlo.
Este grupo en el poder, ahora llamado Morena, se cambió de camiseta para tratar de pasar desapercibido por los capitalinos y que estos creyeran que llevaban al poder a políticos genuinos, honestos y preocupados por las causas justas, que pondrían en práctica su cacareado lema de primero los pobres; ahora sí habría justicia para los relegados de las decisiones más importantes que toman los gobernantes en turno, ahora los marginados de la ciudad podrían contar con los beneficios que este nuevo gobierno les ofrecería, ahora sí había llegado su momento de disfrutar de la mieles que los ingenuos creyeron que gozarían.
Pero con qué nos enfrentamos; y sí, digo que nos enfrentamos, porque aunque hayamos sido de los que analizaron al nuevo partido que ofrecía hasta las perlas de la virgen para ganar simpatizantes y no le creímos ni un ápice a su letanía de mentiras, pero ahora también tenemos que pagar los platos rotos de todas las malas decisiones de los que sí se dejaron engañar y hoy, este gobierno tanto federal como capitalino se ha encargado de hacernos ver nuestra suerte, afectando a los más pobres.
Con Morena en el Gobierno de la Ciudad de México, en 2020 se retrocedieron 10 años en cuanto a satisfactores de la población: seguridad, educación y acceso a servicios de salud. Decenas de colonias en la ciudad carecen de los servicios más elementales para que sus habitantes vivan una vida decorosa, como agua potable, y tienen que saciar su necesidad del vital líquido a través del llenado de tambos con pipas, previo haberse afiliado a morena.
Cientos de capitalinos carecen de una vivienda digna, por lo que familias enteras tienen que pasar sus días viviendo hacinados o gastándose el mísero salario que perciben en el pago de una renta, algo totalmente lastimoso porque esto ocurre en detrimento del alimento de la familia, el vestido, la educación y mucho menos se puede pensar en el recreo, que también es muy necesario para el ser humano.
Y qué decir de la delincuencia, en la ciudad operan bandas criminales muy peligrosas, pareciera que con el permiso de las autoridades o bajo su cobijo, porque con total descaro cometen delitos en contra de la ciudadanía que no puede transitar libremente por su ciudad por el temor de ser asaltado, o que lo priven de su libertad o hasta de su vida. Vivir con miedo no es vivir.
Y así, desgraciadamente podríamos llenar páginas enteras con problemas que ocurren en la ciudad, esta ciudad que es gobernada por la morenista Claudia Sheinbaum, quien se ostenta como científica y presume su doctorado, pero por lo visto no pone en práctica ni los más mínimos conocimientos que debió adquirir en su larga trayectoria académica, porque a la ciudad la tiene de cabeza con todos los problemas antes mencionados que no ha sabido resolver.
Claudia Sheinbaum no ha podido poner orden, ni mucho menos brindar un gobierno cercano a los capitalinos, un gobierno de soluciones, no, ni mucho menos ahora que la señora está empeñada en ser la señora presidenta. Esta carrera adelantada por la presidencia a puesto a Sheinbaum en una situación al parecer descontrolada, al grado de percibirse claramente, que si antes estábamos mal con su gobierno que ya cuatro años, ahora estamos peor, pues la señora ni siquiera es capaz de ejercer los recursos que desde la federación se entregan a las arcas de la tesorería para obras y servicios.
Este empecinamiento de Claudia la ha llevado a protagonizar un gobierno mediocre y pobre en rendición de cuentas, caracterizado por los continuos subejercicios que tanto indignan a los capitalinos porque son recursos que ya fueron asignados para alguna obra, sin embargo con la mano en la cintura y por la mala organización de las finanzas, en el mejor de los casos, no se gastan, como los escandalosos subejercicios que ha tenido el presupuesto para el funcionamiento del metro, donde las consecuencias han sido catastróficas, con accidentes mortales y cientos de heridos.
Denunciamos con oportunidad que noviembre de 2021 que Claudia Sheinbaum no había ejercido hasta ese entonces 30 mil millones de pesos (mdp). La cantidad se redujo, a seis mil 281 millones de pesos, aun así ésta es una cantidad de dinero muy elevada que Sheinbaum dejó de gastar, incurriendo en un subejercicio.
Además, en medio de una crisis sanitaria provocada por la mala administración en el Sector Salud en la CDMX, la falta de atención y los pocos recursos invertidos por las autoridades del gobierno capitalino para contener no solo la pandemia de Covid-19 que padecemos, la morenista Claudia Sheinbaum presentó un subejercicio de 2,500 mdp en materia de salud. Además de que es indignante que la jefa de Gobierno no ejerciera 30 mil mdp del presupuesto asignado a la CDMX para 2021, para atender necesidades básicas de todos los capitalinos.
Y sigue la lista de desfalcos, pues 161 de los 227 programas y acciones para mitigar los efectos de la pandemia por la covid-19 creados por el gobierno de Claudia Sheinbaum entre marzo de 2020 y febrero de 2022 se mantienen en la opacidad pues se desconocen sus alcances y metas ya que no cuentan con información en la Plataforma Nacional de Transparencia.
Para la aplicación de estos 227 programas en total se destinaron siete mil 144 millones de pesos y solo de los 161 de los que no hay información suman un presupuesto de cuatro mil 280 millones de pesos, que no se sabe si fueron invertidos en lo que se asignó o si continúan en las arcas de la tesorería capitalina.
Es urgente que los capitalinos conozcan la clase de gobernantes que tiene la capital del país, a los que no les importan los más humildes, formen un frente progresista para no permitir más atropellos y exijan cuentas claras y que los recursos sean destinados para construir vivienda, hospitales, escuelas, en fin, obras que vengan a generar progreso entre los mexicanos, y no que desde la cúpula del poder se decida gastárselos en las obras capricho del presidente que solo sirven para alimentar su ego, y representan un desperdicio de recursos o en la campaña de Sheinbaum.
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