Sierra Fría (Tsam tzen, su nombre en lengua Tenek), una de las comunidades más alejadas y vulnerables de Aquismón, San Luis Potosí. Se encuentra en la parte serrana del municipio, a una hora y media en vehículo, partiendo desde la cabecera municipal a la localidad de Tanzajib, la última zona donde llega camino de terracería muy pedregoso, de ahí se tiene que caminar una hora y media más entre los bosques de la sierra hasta llegar al pueblo.
Las familias asentadas en la sierra, marginadas por la pobreza, no cuentan con ningún servicio básico, esto es sin apertura de camino, sin energía eléctrica, sin una vivienda digna; todos viven en jacal con techo de palma y paredes de barritas que ellos mismos han construido para soportar las inclemencias del clima, en temporadas de frío la temperatura desciende a menos cero grados, de ahí surge el nombre de Sierra Fría. Esta cuenta con sólo 55 habitantes, entre hombres, mujeres y niños, todos hablan Huasteco (Tenek); tienen sus propias autoridades comunales, como es el juez auxiliar y el representante del comisariado comunal con sus respectivos colaboradores que ayudan en los asuntos legales y agrarios que se presentan. Existe un pequeño salón de multiusos, una capilla sin paredes y un salón del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), donde los pequeños toman sus clases, y que, por la pandemia, sólo asisten una vez a la semana.
En esta zona de la sierra brillan por ausencia las autoridades gubernamentales: muy escasamente son visitados por éstas y cuando lo hacen no le dan solución a su necesidad más apremiante, que es la introducción de camino. Cabe destacar que cuando alguien se enferma o cuando alguien se cae del camino (ya que son veredas pedregosas y en temporadas de lluvia suelen ser muy resbalosas por lo que los accidentes son frecuentes), el pueblo se solidariza cargándolo en camas de palo hasta la comunidad más cercana donde llegan los vehículos, y de ahí son trasladarlos al hospital básico de la cabecera municipal.
Los actuales gobernantes, cuando fueron candidatos y estuvieron en campaña, hicieron una y mil promesas a sus electores; una vez en la silla presidencial, se olvidaron de sus compromisos con las comunidades. Como no recordar que llegaban con sus camionetas a dar sus discursos políticos, convenciendo a que voten por ellos y que tendrían resueltas sus demandas (como el camino en el caso de Sierra Fría). Ahora resulta que una vez elegidos no van por temor a sufrir un accidente, según ellos, porque “no están acostumbrados a andar entre la sierra”. Pretextos y nada más.
Los habitantes de la comunidad Sierra Fría decidieron organizarse con el Movimiento Antorchista y emprender la lucha para que sus gobernantes atiendan sus peticiones. Los activistas de Antorcha Campesina realizan labores de educación y concientización con las familias, haciéndoles claridad de que sólo unidos y luchando se puede lograr el tan anhelado camino, y con ello, hacer llegar más beneficios para el desarrollo del pueblo.
En una reunión donde estuvieron presentes todos los habitantes, Antorcha Campesina, se levantó el acta de priorización de obras que requiere la comunidad: en primer lugar, apertura de camino, y, como segundo lugar, la introducción de la red de energía eléctrica. Dicha acta con la solicitud respectiva fue presentada ante el Ayuntamiento Municipal, donde la respuesta fue favorable en su momento. Cabe mencionar que en esta ocasión llegó un candidato de raíces indígenas, Cuauhtémoc Balderas Yáñez, a quien el pasado 6 de junio, el pueblo le dio su voto de confianza, ahora es presidente electo. Tenemos la plena confianza que verá por las necesidades su pueblo, pues se comprometió a resolver las demandas que le fueron presentadas. Esperemos que así sea. Por lo pronto ya se hizo también la petición, por parte de los dirigentes de nuestra organización, al Gobierno del Estado.
La lucha seguirá y, por lo pronto, realizaremos comisiones cada semana con los habitantes para tocar puertas gubernamentales; caminando entre la sierra, entre veredas abruptas y peligrosas para ir a donde tengamos que ir con el único propósito de ser escuchados. Siempre acuciados por la necesidad de la apertura de camino para nuestra comunidad de Sierra Fría, con la firme convicción de que Antorcha somos nosotros y lograremos salir del olvido en que hemos vivido.
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