A pocos días de que se aprobara el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el 2022, con un monto que alcanza los 7 billones 88 mil 250 millones de pesos, por la cámara de diputados, sin cambiarle ni una cifra, tal y como lo mandó el presidente de la República. Cuya distribución da preferencia a los proyectos y programas políticos del presidente Andrés Manuel López Obrador, (AMLO), cómo son los apoyos de transferencia monetaria directa, la construcción de la refinería de Dos Bocas, El Tren Maya y El Aeropuerto Felipe Ángeles, dejando a un lado obras urbanas y rurales básicas como agua potable, drenaje, electricidad, pavimentación de calles y carreteras, etcétera.

Para el gasto federalizado, es decir el dinero para los estados, hubo un crecimiento de apenas el 4.7 por ciento, es decir prácticamente nada. En Durango de 33 mil 290 millones en (2021) a 35 mil 731 millones (2022), un incremento de tan solo el 3.5%, se vislumbra un panorama difícil para la clase trabajadora, pues con esta cifra el gobernador a anunciado recortes importantes y ajuste de personal. No se aprobaron recursos para proyectos importantes como la presa El Tunal II, que proveería de suficiente agua para el abasto a la capital o la construcción, arreglo o mantenimiento de caminos rurales, entre otras obras importantes.

El PEF, consiste en cuánto dinero aportará el gobierno a la salud, a la educación, a la infraestructura y servicios elementales para pueblos, comunidades rurales y colonias marginadas en el proximo año, cuánto dinero gastará en apoyos al campo: semilla mejorada, fertilizante subsidiado, precios de garantía, etc., así también a las grandes obras de infraestructura cómo carreteras, autopistas, puertos, aeropuertos, ferrocarriles, presas, puentes, entre otros no menos importantes. Esto para impulsar el crecimiento de la economía nacional.

El Movimiento Antorchista desde su nacimiento ha sostenido que, para acabar con la pobreza y la desigualdad, no es repartiendo apoyos de transferencia monetaria, debido a que ese no puede crear dinero a su vez, porque está destinado al consumo, no a la producción. Desafortunadamente en nuestro país, el gobierno de la 4T por cuatro años consecutivos, su prioridad han sido los programas asistencialistas, es decir, apuestan por una política clientelar. A estas alturas está demostrando que en ningún país se han resuelto sus principales problemas con este tipo de ayudas, para eso el gobierno de Morena debe invertir en infraestructura, vivienda y servicios de primera necesidad que impulsen el crecimiento económico.

Queda claro pues que, para el presidente y sus diputados federales de Morena, no le interesa el crecimiento económico, mucho menos el progreso y bienestar del pueblo, pues no aprobaron recursos para la infraestructura social, (agua potable, electrificación, drenaje, apoyo a la salud); así como tampoco el campo, pues no se destinan recursos para fertilizante, herbicidas, ni implementos agrícolas, entre otras cosas.

Ante esta situación tan lacerante, los más afectados son los más pobres que son la gran mayoría de los de los mexicanos, no nos queda otro camino más que la unidad popular, la organización de los trabajadores del campo y la ciudad, tal como lo hemos venido haciendo los antorchistas. Por eso, ¡Organízate y Lucha con antorcha!